Nikolaus Andreas Lauda, más conocido como Niki Lauda, el piloto vienés que se consolidó como uno de los grandes del automovilismo y fue tres veces campeón del mundo de F1, falleció este lunes a la edad de 70 años.
Lauda nació en Viena en 1949, y fue hijo de una familia acomodada que se dedicaba al mundo de los negocios. Sin embargo, pronto decidió abandonar el negocio familiar y sumergirse en el mundo de las carreras automovilísticas.
“Tenía 10 o 12 años y comencé a manejar autos en las tierras de mi abuelo […]; no sé ni por qué, sólo lo hice, pasó y siempre amé los carros, siempre quise ir más rápido. Y así fue”.
Dada su maestría en este campo, pronto ascendió de categoría. Empezó en 1968 en las competiciones de Fórmula V; en 1970 ascendió a Fórmula 3 y un año después ya estaba compitiendo en Fórmula 2. Debutó en la Fórmula 1 en 1974, con la escudería Ferrari, tras haber corrido con March y BRM.
Tras ganar el primer título mundial de F1 en 1975, aconteció uno de los momentos más trascendentes de su vida. El 1 de agosto de 1976, en el Gran Premio de Alemania en Nurbürgring, Lauda perdió el control de su coche, que chocó y estalló envuelto en llamas. El piloto permaneció atrapado en el interior del coche durante varios segundos y los que eran sus competidores, Arturo Mezzario, Harald Ertl y Guy Edwards, detuvieron sus coches y corrieron a socorrerle. Niki sufrió quemaduras de tercer grado en la cara, la cabeza y las manos, y los gases le dañaron los pulmones. Sin embargo, 40 días después, como un ejemplo de superación encomiable, volvió a las pistas y se proclamó campeón mundial dos veces más, en 1977 y 1984.
Por todos es conocida la relación de rivalidad que Lauda tuvo con el piloto James Hunt, una de las más recordadas de la historia de la Fórmula 1. Ambos se disputaron el premio del campeonato en 1976, que terminó con la victoria de Hunt sobre Niki por tan sólo un medio punto. James Hunt tuvo un impacto tremendo en la vida de Lauda; fue uno de sus mayores rivales y su relación en la competición sirvió como inspiración para la realización de la película Rush, dirigida por Ron Howard.
«Conocía a James de la F3. Estábamos siguiendo más o menos el mismo camino para intentar llegar a la F1. Nuestra relación era muy buena. Cuando me ganó el campeonato por 0’5 puntos, le dije que estaba contento de que el campeón fuera él y no otro».
Niki Lauda abandonó los circuitos en 1985 y se convirtió en un pionero de las aerolíneas de bajo coste con sus empresas Lauda Air y Fly Niki. Se instaló en Ibiza, donde residió durante 40 años y donde crió y educó a sus hijos. Para él, Ibiza fue un lugar único, como pocos en el mundo.
Llegué a Ibiza en 1976. Me acuerdo muy bien porque ese año tuve un accidente muy grave corriendo en el circuito de Nürburgring y buscaba un lugar donde hubiese paz.
Niki Lauda ha sido un ejemplo de superación y uno de los pilotos más importantes de la historia de la Fórmula 1. Nos quedamos con 10 de sus frases para recordar a una figura tan importante del mundo del deporte.
- «James Hunt sigue todavía vivo para mí».
- «Prefiero tener mi pie derecho bien que una bella cara».
- «Sólo viví una sensación igual a la del accidente un día que fumé Marihuana».
- «En el deporte motor aprendes a alcanzar los mejores resultados en periodos cortos. Eso aplica a la vida. Ser más rápido que cualquiera y no cometer errores».
- «Algunas personas tienen miedo y otras no. Me parece que naces siendo de una forma o de la otra».
- «Alonso tiene que estar muy frustrado porque hace años que conduce un monoplaza que no funciona, pero el sueldo que cobra le debe aliviar».
- «No hay espacio para la amistad. Mi esposa es mi mejor amiga. Hablo con ella sobre todo. Pero, en caso de emergencia, prefiero depender de mí. No puedes contar en nadie más. Soy más rápido que cualquier al resolver problemas».
- «Cualquier carrera pudo haber sido la última. Era muy diferente a hoy en día, eran tiempos más duros. Tras cada competencia celebrábamos nuestra supervivencia, así que teníamos una fiesta. Era muy diferente».
- «Tuve un accidente y esa es mi excusa para lucir feo. La mayoría de la gente no tiene una razón».
- «No creo ser una leyenda. A la gente que lo afirma, les diría que sigo vivo; las leyendas son personas que ya están muertas y yo lo que siempre he hecho ha sido buscar nuevas cosas para mi vida, cosas diferentes».
Ahora, Lauda podrá transformarse en la leyenda de la Fórmula 1 que siempre estuvo destinado a ser.