La ancestral visión del universo por los pueblos nórdicos nos deja innumerables leyendas. Uno de los mitos más llamativos es sobre la organización en nueve mundos en torno a un gran fresno, cosmología que ha sido reproducida en sagas fantásticas, piezas musicales, obras cinematográficas y videojuegos, ¿sabrías identificar todos los mundos nórdicos?
La mitología nórdica encierra numerosas evidencias del modo de vida y creencias de los pueblos septentrionales a través de los poemas éddicos y escáldicos. Como cualquier otra sociedad, su finalidad era dar respuesta a los misterios que envolvían el universo. Tampoco es de extrañar otros paralelismos legendarios como la batalla por el equilibrio entre el bien y el mal, la lucha de los héroes contra el destino inevitable o las intervenciones divinas en el devenir rutinario.
La peculiar visión de los nórdicos sobre la formación del universo llama poderosamente la atención, cuyo origen se halla en el Ginnungagap, el gran vacío que separaba Niflheim (el mundo de las nieblas) y Muspellheim (el mundo del fuego). De la interacción de las corrientes escarchadas de Niflheim y de las llamaradas de Muspellheim nació el gigante de hielo Ymir, que iniciaría la estirpe de los gigantes que lucharía contra la dinastía de los dioses Buri y Bor (padre de Odín, Vili y Ve), una guerra ancestral que mantiene grandes similitudes con la Titanomaquia de la mitología griega. Del cuerpo derrotado de Ymir, los dioses victoriosos comenzarían a estructurar el universo contemplado en la mitología nórdica.
Yggdrasil
Mencionado en la Edda Prosaica y en la Edda Poética como un fresno perenne y gigante que da cabida a los nueve mundos nórdicos, constituyendo el eje del universo. Se diferencian tres zonas: la copa donde se localiza Asgard, el reino de los dioses comandado por Odín; el tronco donde se ubica Midgard, el hogar de los nórdicos; y las tres grandes raíces que comunican con el pozo de Urd, hogar de las Nornas, las tejedoras del destino encargadas de mantener vivo el árbol de la vida regándolo con sus aguas; la fuente de la sabiduría de Mimir en la que Odín sacrificó uno de sus ojos para beber de ella; y el manantial de Hvergelmir en Niflheim, donde cerca el dragón Nidhogg se encargaría de mordisquear las raíces hasta la llegada del Ragnarök. En lo más alto de Yggdrasil habita un águila que, entre sus ojos, se sienta el halcón Vedfolnir, observando la totalidad de los mundos. En las ramas del fresno, la ardilla Ratatösk es la responsable de hacer llegar los mensajes entre el águila y el dragón.
Cabe destacar, dentro de la estructura de Yggdrasil, la labor del puente sagrado Bifröst, arqueándose por encima de Midgard entre los límites de Niflheim, permitiendo a los dioses viajar por los nueve mundos y al pozo de Urd, a los pies del fresno. El dios Heimdall custodia el puente con el objetivo de proteger la entrada a Asgard por parte de los gigantes.
Jötunheim
Un gran diluvio de sangre del gigante Ymir, tras su muerte, provocó la desaparición de su estirpe, a excepción de su nieto Bergelmir, que logró escapar hacia los confines del mundo con su esposa. Este nuevo mundo fue llamado Jötunheim, engendrando una nueva raza de gigantes de roca y hielo (jotuns) que continuamente amenazarían a los nórdicos de Midgard y a los dioses de Asgard, este último separado del mundo de los gigantes por el río Iving. Utgard es su principal fortaleza, escenario de las aventuras de Thor, Loki y Þjálfi con el gigante Útgarða – Loki relatadas en la Edda prosaica. Bajo la segunda raíz de Yggdrasil, en el mundo de Jötunheim, se ubica el manantial de la sabiduría del gigante Mimir, lugar donde, como anteriormente se ha citado, Odín sacrificó uno de sus ojos para poder beber de sus aguas.
Muspelheim
Se trata del mundo ancestral del fuego, hogar de los gigantes de fuego comandados por Surt, el más poderoso de todos. De la fusión del fuego de Muspelheim y las nieblas eternas de Niflheim se inició la creación del universo en el Ginnungagap, el gran vacío. La mitología nórdica relata que, de las ardientes centellas del mundo de fuego, se crearon el Sol y las estrellas. Los augurios del Ragnarök predicen la destrucción del puente Bifröst por los hijos de Muspell, recogidos en Gylfaginning de Snorri Sturluson, la primera parte de la Edda prosaica. Según la profecía “en este torbellino se rajará el cielo y de él vendrán cabalgando los hijos de Muspell. Surt cabalga primero, hay delante y detrás de él un fuego abrasador […] Y cuando cabalguen sobre el Bifröst se romperá, como ya se dijo”.
Niflheim
Es el mundo de las tinieblas y la oscuridad, asociada en las leyendas escandinavas al frío, que constituye lo opuesto a Muspelheim, de tal forma que la asociación de las nieblas frías y el fuego desencadenaron la creación del universo. En Niflheim se emplaza el manantial de Hvergelmir, la principal fuente de Élivágar, los once ríos helados ancestrales que coexistían en Ginnungagap y se encuentran asociados al nacimiento del gigante Ymir. También es hogar del dragón Nidhogg, cuya misión es roer una de las raíces de Yggdrasil hasta la llegada del Ragnarök. Después de la guerra final, el dragón viajaría por Niflheim para dedicarse a atormentar a las almas que permanecerían en el mundo. Bajo los gélidos suelos del mundo de las tinieblas se encuentra Helheim, el mundo de los muertos.
Helheim
El mundo de los muertos se localiza en las profundidades de Niflheim. También conocido como Hel, se encuentra gobernado por la diosa de la muerte Hela, hija de Loki. Habitan en éste los nórdicos que mueren por causas naturales, a diferencia del Valhalla. Por Helheim fluye el río Gjöll, uno de los ríos de Élivágar que rodea el mundo de Hela, propiciando una infranqueable barrera que ni los dioses podían romper. Para las almas cargadas de maldad, se tiene reservado Naströnd (playa de los cadáveres) donde según el Völuspá, el poema más célebre de la Edda poética, son torturadas por Nidhogg en una sala hecha con serpientes que escupen veneno. Tanto Helheim como Naströnd no reciben la luz del Sol, manteniendo numerosas similitudes con el infierno del ideario judeocristiano.
Midgard
Es el mundo de los humanos. Según la mitología nórdica, fue creado por Odín, Vili y Ve a partir del cadáver del gigante Ymir. Dotaron a Midgard de tierra a partir de los fragmentos de Ymir, de grandes montañas y cordilleras con sus huesos, de ríos y océanos con su sangre y sudor, y de sus largos cabellos surgieron los árboles y la vegetación, cubriendo el oscuro mundo naciente con las chispas centelleantes de la espada del gigante Surt, creando, con las dos más grandes, el Sol y la Luna, colocadas sobre los carros de los corceles Skínfaxi y Hrímfaxi, estableciéndose el día y la noche respectivamente, y perseguidos por los lobos Sköll y Hati. Ask y Embla fueron los primeros humanos, creados a partir de la madera de un fresno y un olmo, y dotándolos de sentidos, virtudes, emociones e inteligencia. Midgard es el hogar de Jörmundgander, una gigantesca serpiente descendiente de Loki que rodea los mares que envuelven el mundo de los nórdicos. Según la mitología, fue desterrada por los dioses al descubrir sus dones de adivinación, atrapada en Midgard hasta el Ragnarök, donde se levantaría para luchar contra su archienemigo Thor.
Asgard
Es el mundo donde conviven los dioses de la raza Æsir, gobernados por Odín y Frigg. En Asgard se localizan varias célebres estancias para el mundo nórdico. El Valhalla, según las eddas poéticas y prosaicas, se trata de un gran salón de techos dorados donde conviven los einherjar, espíritus de guerreros elegidos por Odín que habían caído en combate y habían sido guiados por las valquirias hacia las puertas del salón, donde tenía lugar eternos festines. La otra mitad de los caídos elegidos por la diosa Freyja residirían en Fólkvangr. Hliðskjálf es el palacio y trono de Odín, donde es capaz de observar los nueve mundos. Según las fuentes de la Edda poética, Thrudheim es el reino de Thor, donde se ubica su salón Bilskirnir, una estancia que, según el Grímnismál y el Gylfaginning, es la mayor sala jamás vista. También en Asgard se emplaza Breidablik, el hogar del dios Baldr, y Himinbjörg, hogar del dios Heimdall en las fronteras de Asgard, cerca del puente Bifröst que custodia.
Vanaheim
Existen numerosas fuentes que relatan la guerra y posterior tregua entre los dos principales grupos de deidades. Por un lado, los Æsir de Odín, Thor, Baldr o Heimdall; y los Vanir de Freyja, Freyr, Njordr o Kvasir. Si bien el hogar de los Æsir es Asgard, el mundo de los Vanir es Vanaheim. Se trata de un mundo donde dominan las artes mágicas, cargado de misticismo, donde está permitido el incesto entre dioses, contrariamente a los preceptos de los Æsir. No obstante, son escasas las fuentes que describe el mundo de los Vanir, con una más completa referencia en el tercer poema de la Edda poética Vafþrúðnismál. Además de las artes mágicas, el panteón de dioses Vanir están asociados a la fertilidad, la sabiduría y la adivinación.
Alfheim
Se trata del mundo de los elfos de la luz, asociado a la naturaleza, la paz y el sosiego interior. En las eddas se describe Alfheim como un territorio con innumerables cascadas y bosques, donde habitan elfos luminosos de gran bondad, con orejas puntiagudas, cabellos largos y estéticamente bellos, en contraposición a los elfos oscuros que, tal y como se relata en el poema Gylfaginning, viven bajo la tierra y son de un aspecto más negruzco. El poema también localiza en Alfheim a Andlang y Víðbláinn, los cielos que sobrevivirían al Ragnarök, descritos como los lugares más bellos de los nueve mundos.
Svartálfaheim
Según las eddas prosaicas y poéticas, Svartálfaheim es el mundo subterráneo de los elfos oscuros y los enanos. Conocidos como los hijos de Ivaldi, los enanos son los responsables de la fabricación de Gungnir (la lanza de Odín), Mjölnir (el martillo de Thor) o Skíðblaðnir (el barco de Freyr). Entre los más célebres enanos se encuentran los hermanos Brok y Sindri, relacionados directamente con los artilugios más poderosos de los dioses Æsir.
Bibliografía
BERNÁRDEZ, E. (2017). Mitología nórdica. Alianza Editorial, Madrid.
DÍAZ SÁNCHEZ, C. (2018). Breve historia de la mitología nórdica. Ediciones Nowtilus, Madrid.
GAIMAN, N. (2017). Mitos nórdicos. Ediciones Destino, Barcelona.
STURLUSON, S. (2016). Textos Mitológicos de las Eddas. Edición de Enrique Bernárdez. Miraguano Ediciones, Madrid.
