¿Qué oposiciones son las más difíciles y fáciles de aprobar?

Las oposiciones son pruebas dirigidas a determinar el nivel de habilidad, conocimientos y competencias de los candidatos para la selección del personal de las Administraciones. Con estas pruebas se establecen la jerarquía y el orden de preferencia de los postulantes. El sistema de oposición es el más usado en las ofertas de empleo público.

Los tipos básicos de empleo público son cuatro. Primero, los funcionarios de carrera tienen una relación permanente de trabajo con la Administración. Segundo, los funcionarios interinos son aquellos que cumplen funciones de los funcionarios de carrera, pero sólo son nombrados por motivos de urgencia o de manifiesta necesidad. Tercero, el personal laboral que son trabajadores con contrato de trabajo, cuya labor es costeada por la Administración. En cuarto y último lugar, el personal eventual cuyo cometido es meramente puntual para funciones especiales. Los puestos más codiciados y más difíciles de conseguir son, naturalmente, los de funcionario de carrera.

Examen de oposiciones en el País Vasco.

Además, existe una escala de la Administración que divide a los funcionarios de carrera en distintos grupos en relación a la titulación que exigen a los participantes para su incorporación. Hay cuatro grupos principales representados por las letras A, B, C y D. El grupo A requiere el título universitario de Grado, el grupo B requiere el título de Técnico Superior, el grupo C requiere el título de Bachiller o Técnico y el grupo D no requiere titulación educativa. El nivel de exigencia del grupo A es el más elevado.

No obstante, esto no es lo único a tener en cuenta. Son diversos los factores que se deben observar para comparar la dificultad de una oposición. Entre estos criterios destacamos la escala laboral, el temario de estudio, el tipo de pruebas, la relación entre plazas y aspirantes que concurren a las mismas y si se trata de puestos del Estado o de administraciones locales, entre otros.

Entre las oposiciones más difíciles se encuentran la de abogado del Estado, notario, registrador de la propiedad, las del Cuerpo Superior de Administradores Civiles del Estado o las del Cuerpo de Letrados de la Administración de Justicia.

Una de las oposiciones a la que más personas se presentan son las pruebas para ser bombero. Este factor las convierte en pruebas exigentes, puesto que el acceso no sólo depende de pasar las pruebas previstas, sino de la posición en la que se encuentre la puntuación del aspirante en relación con los demás participantes. Las oposiciones a bombero son de las más difíciles en tanto que requiere la superación de un examen teórico de 132 temas (en 2018) y de pruebas físicas de alto rendimiento para las que los aspirantes se preparan con mucho tiempo de antelación. Además, se necesita obtener buena puntuación para tener oportunidades reales de adquirir un puesto de bombero. Los requisitos exactos para ser bombero y más información sobre la oposición se pueden encontrar en CURSOSMASTERS.

Si nos centramos en el número de plazas ofertadas, entonces el empleo público relacionado con las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado es el más destacado. Se suele considerar que son de las oposiciones más fáciles de conseguir. El nivel de estudios que exigen los puestos de militar o Guardia Civil es la Educación Secundaria Obligatoria y para los de Policía Nacional el Bachiller. El temario de las oposiciones a policía cuenta con 41 temas y el de guardia civil es de 25.

Otras oposiciones que destacan por su sencillez son, entre otras, la de agente de movilidad, auxiliar administrativo, ordenanza, peón, jardinero, bedel, celador, albañil o auxiliar de archivos. Sin embargo, al ser pruebas menos exigentes, la concurrencia es más elevada, lo cual dificulta el acceso de los candidatos. En definitiva, no se puede hablar de una oposición fácil, puesto que la competencia entre participantes es determinante y la preparación es imprescindible.

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