Esta popular bebida nació en Alemania durante la Segunda Guerra Mundial después de que Estados Unidos cortara el suministro de Coca-Cola al país germano.
El origen histórico de la conocida marca de refrescos Fanta se remonta a la Segunda Guerra Mundial en Alemania. En 1940[1], en este contexto y lugar se empezó a fabricar dicha bebida para después, como es sabido, expandirse al mundo entero.
El ambiente bélico y el surgimiento de la Fanta no son dos acontecimientos aislados, sino que la guerra fue el motivo por el cual este refresco empezó a producirse y comercializarse. No se trata de una curiosa coincidencia. El gobierno estadounidense prohibió a las multinacionales comerciar con Alemania. Las circunstancias desfavorecedoras para las fábricas de Coca-Cola en Alemania impulsaron la creación de un nuevo producto.
En aquellas fechas, las fábricas de Coca-Cola que se encontraban en el territorio alemán se enfrentaron a una difícil situación que podía llevarlas a su cierre. El motivo de tal inconveniente era que no podían conseguir el concentrado de extractos necesario para la producción de la icónica cola. Los directivos optaron por tomar una nueva estrategia comercial para no extinguirse en el mercado. De este modo, idearon un producto nuevo con el que poder aprovechar la maquinaria que poseían y sustituyendo el jarabe de Coca-Cola que no podían adquirir.
El máximo responsable de esta operación fue el empresario Max Keith, quien era directivo de Coca-Cola GmbH en la Alemania nazi, cuya sucursal funcionó de modo independiente en las décadas de 1920 y 1930.
Otro efecto de la guerra sobre la producción fue que la Fanta, al principio, variase de sabores, ya que la disponibilidad de ingredientes era distinta en función de las posibilidades mercantiles en la sociedad durante el conflicto bélico. Las fábricas manejaban los productos utilizables, por lo que la fórmula tenía que ser variable y adaptarse a las particularidades del desarrollo de los eventos. El brebaje solía contener fruta, pulpa de manzana empleada en la fabricación de sidra, suero de leche, endulzado todo ello con sacarina y un pequeño porcentaje de azúcar.
El nombre del refresco debía ser, además de llamativo, sintético y preciso, de fácil pronunciación en el mayor número de idiomas posibles. Ahora bien, respecto a la denominación de la marca ‘Fanta’ existen dos hipótesis principales sobre su procedencia. En primer lugar, se cuenta que se celebró un concurso entre los trabajadores para el mejor nombre y el directivo convocante exclamó que usasen su “fantasía” (en el sentido de imaginación), que en alemán se dice “Phantasie” o “Fantasie”. Un empleado aprovechó las palabras del jefe y propuso “Fanta”. En segundo lugar, también se relata que los mismos empleados declararon que la bebida era “fantástica” cuando la probaron. De este modo, se usó el principio de esta expresión, que en alemán se dice “fantastisch”, para que se asociase su sabor con lo magnífico y excelente.
Tras la guerra y en medio de un país ruinoso, se reinició casi de inmediato la fabricación de Coca-Cola, así como la de Fanta, cambiando en este caso los precarios ingredientes que se habían utilizado hasta el momento. Coca-Cola decidió investigar el posible colaboracionismo con el régimen nazi de Max Keith. Para Coca-Cola esta investigación sería muy importante a la hora de poder comprar la marca en el futuro.
La marca quiso aprovechar en 1955 el éxito de los sabores cítricos en Italia, por lo que creó el refresco con sabor a naranja en Nápoles. Esto ocurrió varios años después de la guerra, cuando un embotellador italiano de Coca-Cola propuso usar el sabor a naranja para la comercialización. Para este nuevo producto se usó el nombre que se había empleado en Alemania tiempo atrás. Desde ese momento, la Fanta naranja se convirtió en la variedad más demandada entre los tipos de Fanta. El diseño del reconocible logo y de la botella estuvo a cargo de Raymond Loewy, cuyas propuestas salieron elegidas. Esta bebida no llegó a los Estados Unidos hasta 1960. A finales de los 60 Coca-Cola compró Fanta e inició la exportación a EE.UU. En ese momento el refresco ya había sido introducido en diversos países latinoamericanos y en Sudáfrica.
Manuel Villatoro hizo varias preguntas interesantes en el ABC al historiador Jesús Hernández que ha tratado el tema en su libro Historias asombrosas de las Segunda Guerra Mundial. Ante la pregunta sobre si Fanta colaboró con el régimen nazi, Hernández responde que “Max Keith, no puso a esa marca al servicio del nazismo; no hizo nada por identificarla simbólicamente con el régimen (…) y salvó a algunos trabajadores de las garras de la Gestapo”. Asimismo, explica que no cree que sea cierto que la marca se creara con la intención de combatir culturalmente a EEUU, sino tan sólo para obtener réditos comerciales de las fábricas de Coca-Cola que estaban en Alemania. También comenta que no hay constancia de que los alemanes enviasen botellas de Fanta al frente. Finalmente, explica que la internacionalización de la marca supuso el olvido de su pasado y de su relación con Alemania y la guerra.
Por último hay que decir que mientras la web oficial de la marca Coca-Cola en España cuenta el proceso completo, celebrando la ingeniosa maniobra comercial en la que se hizo de la necesidad virtud; la web de Fanta en España sitúa el origen sólo en Nápoles en 1955. La diferencia de relatos suponemos que se debe a que el primero se refiere a la aparición de la marca y el segundo a la creación de la Fanta naranja, a pesar de decir literalmente “la marca global ‘Fanta’ surge en Nápoles, Italia, en 1955”. Sobre este tema existen opiniones encontradas, pues hay quien considera que la omisión se debe a la intención de alejar la marca a un pasado tan truculento como la guerra y el nazismo. Sin embargo, también hay quien cree que llamar la atención sobre este origen supone un aditivo publicitario por el interés de las circunstancias.
En febrero de 2015, se lanzó una versión del 75 aniversario de Fanta en Alemania. Empaquetado en botellas de vidrio que evocan el diseño original y con un auténtico sabor original de guerra que incluye 30% de suero de leche y orujo, se describe en el envase como «menos dulce» y original de Alemania. Fanta se distribuye hoy globalmente y se conocen más de 100 sabores diferentes. Aún así, los sabores más populares son el de naranja y el de limón.
Fuentes
Córdoba, F. “Haciendo de la necesidad virtud, así nació Fanta”. Coca-Cola Journey, web corporativa de Coca-Cola España.
Fanta.es Nuestra historia.
Villatoro, M. “Fanta, el refresco creado en la Alemania nazi”. ABC.
[1] Esta fecha es la que da Coca-Cola Journey. Sin embargo, existen otras fuentes que datan la aparición de la Fanta en 1941 e incluso en 1942.