En el siglo XI Guillermo el Conquistador, Guillermo II duque de Normandía, encabezó una invasión y conquista de Inglaterra gracias a la cual se coronó rey y consolidó su poder sobre el territorio.
La batalla de Hastings enfrentó el 14 de octubre de 1066 a las tropas comandadas por el mencionado duque normando contra las fuerzas de Haroldo II o Harold Godwinson, que tras los acontecimientos se convirtió en el último rey anglosajón de Inglaterra.
Es imprescindible tener en cuenta que en el año 911 el rey francés Carlos III y el caudillo vikingo Hrolf Ganger (ascendiente directo de Guillermo en quinto grado) firmaron el tratado de Saint-Clair-sur-Epte para trabar una alianza entre ellos. El rey francés se comprometió a ceder territorios de Neustria para que los vikingos se estableciesen, y Hrolf Ganger aceptó las condiciones de jurar lealtad y rendir vasallaje al rey francés, a casarse con su hija ilegítima Giselle, a adoptar la fe cristiana y a defender la zona frente a los asaltos y ataques de otros vikingos. De este modo se fue conformando el Ducado de Normandía y Hrolf Ganger pasó a ser conocido como Rollón el Errante.
La batalla de Hastings fue el episodio decisivo de la conquista normanda de Inglaterra que abrió el período anglonormando de la Inglaterra medieval. La contundente y total victoria normanda conllevó la muerte del rey Haroldo en la batalla, desembocó un cambio en el sistema de gobierno y en la sustitución de la antigua aristocracia inglesa por una nueva élite constituida por los seguidores del reciente rey. Además, el Ducado de Normandía e Inglaterra quedaron políticamente unidos. Evidentemente, esto no fue un plato de buen gusto para la monarquía francesa, puesto que el Ducado de Normandía le rendía vasallaje. Dicha consecuencia de la batalla de Hastings se encuentra en el origen remoto de la tensión que tiempo después acabó desembocando en la Guerra de los Cien Años entre Francia e Inglaterra.
Como suele ser común en las disputas políticas de las monarquías medievales y modernas, la tensión se fraguó a partir de un conflicto sucesorio. El 5 de enero de 1066 el rey de Inglaterra Eduardo el Confesor murió sin descendencia, dejando además una confusa situación respecto a sus intenciones sobre la cuestión sucesoria. Sea como fuere, la asamblea Witenagemot reconoció como rey de Inglaterra a Harold Godwinson, hermano de Edith, la reina consorte (esposa de Eduardo).
Ahora bien, en esta situación, no tardaron en aparecer otros pretendientes al trono. Por un lado, surgió el reclamo de Harald III Haardrade, rey de Noruega. Por otro lado, Guillermo II de Normandía reclamó su derecho apelando a su parentesco con el fallecido rey Eduardo quien fue hijo de Emma de Normandía que a su vez fue hija de Ricardo I de Normandía (nieto de Rollón) y hermana de Ricardo II de Normandía. Este último era el abuelo de Guillermo.
Historiográficamente se discute el rigor de la supuesta promesa que Eduardo hizo a Guillermo para sucederlo en el trono. Sin embargo, Guillermo se apoyaba en que el propio Haroldo fue enviado a Normandía en 1064 para confirmar tal promesa. La ruptura del juramento al proclamarse Haroldo rey fue la justificación de la invasión. El asunto de las decisiones del mismo Eduardo sobre su sucesión es aún discutido por los historiadores (véase Edward the Confessor and the Succession Question: A Fresh Look at the Sources, Tom Licence).
Harald III de Noruega empezó una invasión por el norte pero Haroldo lo venció rotundamente en la batalla de Stamford Bridge el 25 de septiembre de 1066, en la que también se enfrentó a su propio hermano Tostig Godwinson. Mientras aún celebraba su victoria frente a los noruegos le llegó la noticia del desembarco de Guillermo, por lo que marchó hacia el sur y se preparó para el nuevo enfrentamiento. Haroldo se detuvo en la colina Senlac, aproximadamente a diez kilómetros del fuerte de madera que Guillermo construyó como base de operaciones, y adoptó las pertinentes posiciones defensivas aprovechando el terreno.
La mañana del 14 de octubre Guillermo se adelantó y marchó con sus tropas. Tras el despliegue de los ejércitos, el normando no podía más que atacar de frente. Además, Haroldo poseía la ventaja de que su contrincante tenía que pelear cuesta arriba y dispuso una hilera de estacas para potenciar la defensa.
El ejército inglés se componía predominantemente (quizá exclusivamente) de infantería. Los soldados se distinguían en las tropas de élite llamados huscarles y la milicia rural organizada en el fyrd. A los primeros los situó en el centro y a los segundos en los flancos. Por su parte, Guillermo contaba con arqueros y caballería pesada además de la infantería. Es comúnmente aceptado que el uso del longbow (el arco largo) fue un componente importante que inclinó la batalla a favor de los normandos.
Bajo las órdenes de Guillermo no sólo se encontraban los soldados de Normandía, sino que eran apoyados por tropas de flamencos, franceses y bretones. Guillermo colocó a los arqueros en primera fila y tras ella a la infantería. En la retaguardia se encontraba él con la caballería. Los soldados normandos se ubicaron en el centro mientras que los bretones en el flanco izquierdo y los flamencos y franceses en el derecho. El número de combatientes de ambos ejércitos oscila en las estimaciones entre 6000 y 10000 cada uno.
Los sucesos más importantes de la batalla fueron los siguientes:
- El combate comenzó cuando el ejército de Guillermo empezó a subir la colina. Durante el recorrido, los arqueros arrojaban sus flechas hacia arriba y los ingleses también lanzaban proyectiles como lanzas o franciscanas en la dirección contraria. En este momento, la efectividad de las tropas de Haroldo en el intercambio de proyectiles fue mayor que la de sus enemigos.
- A continuación, Guillermo envió a sus aguerridos lanzeros que siguieron sufriendo el bombardeo del bando inglés. Sin embargo, no consiguieron abrir brechas en el muro de escudos.
- Guillermo decidió cambiar la táctica y empleó la caballería pesada, que combinaba con el apoyo de los arqueros. De este modo, centró los ataques en la caballería. Esto implicó un avance más lento y arduo, pues los soldados de Haroldo conseguían reagruparse rápidamente cuando su enemigo lograba hacer una fisura en su formación.
- Haroldo tuvo un éxito parcial, puesto que los bretones se vieron forzados a huir. Ante la situación, Guillermo tuvo que hacer recular a las otras dos facciones (normandos y franco-flamencos) para ordenar la alineación y envió a su caballería para apoyar a los bretones perseguidos por los fyrd.
- El combate se alargó y el contingente franco-flamenco comenzó una huida, pero su comandante logró volver a reunir a sus soldados. Los anglosajones tenían la batalla a su favor, por lo que Guillermo retrocedió, reagrupó a sus tropas y aprovechó para un descanso y recobrar fuerzas. Haroldo compactó su línea defensiva dañada por las ofensivas.
- Posteriormente, se reanudó la batalla y el ejército de Guillermo tuvo que volver a subir la colina. Esta vez el camino fue más dificultoso por los restos de los asaltos anteriores. El ataque normando volvió a castigar la línea de escudos de la formación de Haroldo, a la vez que los arqueros lanzaban flechas.
- El bando normando empezó a perpetrar arremetidas y rápidas retiradas para incitar que los mismos anglosajones quebrasen la línea defensiva en persecuciones. Estas acciones eran aprovechadas por la caballería que flanqueaba y destruía a las unidades dispersas. De esta manera, la línea se fue rompiendo y perdiendo hombres.
- Los normandos aprovecharon las grietas para realizar una contundente y voluminosa ofensiva que provocó la disgregación de las fuerzas anglosajonas en diversas agrupaciones. Los comandantes anglosajones más importantes cayeron y Haroldo murió alcanzado por una flecha, aunque las fuentes no son muy claras. Los fyrd huyeron y los huscarles se mantuvieron hasta ser aniquilados (este fue el declive de esta tropa especial de origen escandinavo introducida en Inglaterra por Canuto el Grande).
Guillermo el Conquistador consiguió el control absoluto de Inglaterra y en su paso hacia Londres recibió la rendición y la sumisión de nobles y arzobispos. Se coronó rey el 25 de diciembre del mismo año en la abadía de Westminster, convirtiéndose en Guillermo I de Inglaterra. Después de su proclamación como rey consolidó su poder y aseguró sus conquistas.
Bibliografía
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Lawson, M. K. (2002). The Battle of Hastings: 1066. Stroud: Tempus.
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