Gibraltar, ese peñón cuya historia continúa escribiéndose

Si a alguno de nosotros nos preguntan por Gibraltar enseguida a muchos nos viene a la cabeza la reiterada frase de ‘Gibraltar español’.

Vista del Peñón de Gibraltar

Quien más o quien menos conocemos detalles de por qué este peñón en la provincia de Cádiz no forma parte de la soberanía española. A todos nos suena que se perdió allá por el siglo XVIII tras la Guerra de Sucesión (1701-1714) que enfrentó a varios países europeos por el trono español al morir Carlos II sin heredero. Al comienzo de la contienda los británicos ocuparon el peñón y al final de la misma, tras el Tratado de Utrech (1713), los españoles se lo cedimos. Pero, ¿se lo cedimos mucho o poco? Según consta en el Tratado de Utrech poco, porque solo se les dejó «la ciudad y el castillo junto con su puerto, defensas y fortalezas que le pertenecen», pero el istmo, al igual que sus aguas adyacentes y su espacio aéreo, quedaban bajo soberanía española.

Tratado de Utrech

A partir de entonces España siempre ha defendido que la ocupación es ilegal y contraria al Derecho Internacional y viene reclamando la devolución de Gibraltar, un peñón de cerca de 600 hectáreas de extensión, lo que viene a ser 600 campos de fútbol, que sigue en manos británicas y que es, según el Ministerio de Exteriores de España, una colonia que figura aún en el listado de las Naciones Unidas de «territorios no autónomos pendientes de descolonización».

Todo lo anteriormente expuesto, en menor o gran medida lo conocemos. Pero ¿y lo anterior a 1713? A continuación les apuntamos una serie de datos sobre la historia de este enclave estratégico a lo largo de los siglos por el que han pasado, y se han asentado, diferentes pueblos. Datos desconocidos, sabidos o simplemente oídos.

  1. El peñón de Gibraltar, de 426 metros de altura, fue para la mitología griega una de las columnas de Hércules. La otra, situada en la montaña del otro lado del estrecho, el mons Abila para los romanos, Jebel Musa para los árabes, es para algunos historiadores el monte Hacho, de 204 metros en Ceuta, y para otros, el monte Musa, de 851 metros, en Marruecos. Era el límite del mundo conocido, el non plus ultra, no más allá, y fue fruto de uno de los doce trabajos, en concreto el décimo, del héroe de la mitología griega Hércules. Uno de sus trabajos le llevó a los confines de occidente para transportar ganado. Tenía  que atravesar la cordillera del Atlas, situada al norte de África. Para hacerlo de manera más cómoda, cogió su maza y golpeó la cordillera dividiéndola en dos partes para poder pasar. Esta división provocó que el océano Atlántico y el mar Mediterráneo se unieran y que el héroe mitológico colocara allí dos columnas para sacar pecho por su hazaña.
  2. En el siglo XVI, Carlos I de España incorporó las dos columnas a su escudo de armas, elemento que continuó siendo habitual en otros monarcas españoles. Las dos columnas que enmarcan el escudo nacional en la bandera española son precisamente las columnas de Hércules del estrecho de Gibraltar.
  3. Dejando atrás los mitos, la realidad es que hace un millón de años no existía ni el peñón ni el estrecho de Gibraltar, sólo una cadena de montañas desde África hasta Portugal. Los estudios geográficos indican que el Mediterráneo era un valle profundo de unos tres mil metros de profundidad y que a consecuencia de un pliegue en la placa tectónica del Atlántico, y un alejamiento de América que «resquebrajó el débil anillo existente en la zona, las aguas del Atlántico se precipitaron hacia el valle originando una catarata monstruosa de unos treinta kilómetros de ancho y dos mil metros de alto». Esta situación, dicen los expertos, duró cien años hasta que las aguas se nivelaron. El cambio climático y geológico dio lugar al mar Mediterráneo.
  4. Los neandertales pasaron de África a Europa a través del estrecho de Gibraltar y se asentaron en Gibraltar durante 125.000 años, según atestiguan las cuevas prehistóricas halladas en el peñón y el descubrimiento, en 1848, de una antigua calavera al pie de la empinada pared norte. Ocho años después se descubrió otra idéntica en el valle de Neander cerca de Dusseldorf. La comarca del campo de Gibraltar fue uno de los últimos hábitats conocidos de esta especie humana. En 2014 se descubrió el primer grabado rupestre atribuido a neandertales en una cueva de hace 39.000 años. En los yacimientos se han encontrado además puntas de flecha o cuchillos de origen musteriense, periodo relacionado con el homo neanderthalensis. También hay restos del Neolítico y del Paleolítico Superior, además del Paleolítico Medio.
  5. Cuentan que los primeros marineros que llegaron al peñón por primera vez eran fenicios y lo hicieron ochocientos años antes de Cristo. Antes de zarpar hacia lo desconocido depositaban regalos a los dioses para que les bendijeran en sus tenebrosos viajes.
  6. La primera descripción documentada sobre Gibraltar es fruto del trabajo del geógrafo romano, nacido en Algeciras, Pomponio Mela, alrededor del 45 a.C.
  7. La historia de Gibraltar nos habla de Tartessos, fenicios, griegos, cartagineses, romanos, visigodos, bizantinos, musulmanes y cristianos. Un castillo árabe y baños que datan de los siglos XI y XIV; edificios que reflejan la influencia portuguesa, genovesa y morisca, atestiguan que el peñón de Gibraltar, de unos cinco kilómetros de largo por uno de ancho, fue morada de diversos pueblos.
  8. En el 711 de nuestra era los musulmanes iniciaron la conquista de la Península Ibérica cruzando el estrecho. Al frente del ejército bereber estaba el general Tariq Ibn Ziyad, quien desembarcó con miles de hombres en el peñón. A partir de ese momento, la columna norte de Hércules pasó a llamarse Gibraltar, del árabe Jebel Tariq o Montaña de Tariq en su honor.
  9. El primer asentamiento permanente en la historia del peñón se produjo en 1150. Gibraltar estuvo bajo dominio musulmán durante prácticamente los siete siglos que permanecieron en la Península Ibérica. Antes de la Reconquista total por parte de los cristianos, hubo 24 años, de 1309 a 1333 en los que tropas de Fernando IV de Castilla lograron ocupar Gibraltar, que volvió bajo control musulmán tras un sangriento asedio de dieciocho semanas.
  10. En 1462 los cristianos volvieron a hacerse dueños del peñón poniendo fin al control musulmán. Los Reyes Católicos aseguraron Gibraltar como propiedad de la Corona de Castilla en 1501.
  11. Tras el Descubrimiento de América, muchos marineros que llegaban de Italia, Francia y Portugal para irse a las Indias, decidían quedarse en Gibraltar dejando su influencia en el lenguaje. En 1753, el 34 por ciento de la población local era de origen genovés, el grupo más numeroso de la ciudad en aquella época. El peñón fue lugar de migración por ser una escala en el viaje a América.
  12. Durante 300 años Gibraltar albergó la única comunidad judía de la Península Ibérica después de que los Reyes Católicos les expulsaran en 1492. La mayoría huyó a Marruecos. Desde que Gran Bretaña ocupó el peñón, numerosos judíos se instalaron en este lugar a pesar de que una de las condiciones que impusieron los españoles en el Tratado de Utrech fuera que no se permitiera el regreso de los judíos. La primera sinagoga fundada en el peñón data del siglo XVIII.
  13. Pueblos de diferente condición y llegados desde diferentes partes de Europa y África. No se nos podía olvidar hablar de los moradores más característicos del Peñón de Gibraltar:  los monos. Los macacos gibraltareños son los únicos animales de su especie en libertad de Europa y además, según ya apuntó el cronista del siglo XVI Alonso Hernández de Portillo, «los verdaderos dueños de la roca». Pero ¿cómo llegaron estos animales al peñón? Pues teorías hay muchas, desde que proceden de Marruecos y que se colaron a través de un túnel subterráneo bajo el Estrecho de Gibraltar; que llegaron con la ocupación árabe de la Península Ibérica en el 711, o con el ejército británico después de tomar el peñón en 1704. Sea como fuere ahí están y según dicen los británicos sólo dejarán Gibraltar cuando los monos se vayan del peñón.
Macacos gibraltareños

Referencias:

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