Operación Ciudadela: el último zarpazo de Hitler a la URSS

Segunda Guerra Mundial, tras el fin de la batalla de Stalingrado en febrero de 1943 y la rendición del 6º ejército alemán al mando del mariscal Von Paulus, Hitler pretendía lanzar una gran ofensiva sobre la Unión Soviética llamada ‘Operación Ciudadela‘ entre julio y agosto de 1943. Su objetivo era debilitar el potencial ofensivo soviético rodeando la bolsa de Kursk.

Soldados alemanes
Soldados alemanes antes de la batalla de Kursk

Preparativos de la operación

Ante los descalabros que había sufrido en El Alamein y Stalingrado a finales de 1942 y principios de 1943, Hitler pensaba que una victoria en el Frente oriental le reportaría gran prestigio ante sus aliados (los cuales cada vez tenían más dudas acerca de un hipotético triunfo alemán) y una gran cantidad de mano de obra esclava para la industria armamentística alemana. El plan consistía en pinzar desde el norte y desde el sur la protuberancia de Kursk, de 250 km de largo y 160 km de ancho. Por su parte ante el inminente ataque alemán, los soviéticos se dispusieron a construir cinturones defensivos que incluían campos de minas, trincheras, fortificaciones, puntos antitanques y fuego de artillería entre otros, a lo largo de miles de km.

Ante las dificultades de llevar a cabo una operación semejante, el 27 de abril el general Model expresó sus dudas ante Hitler y le encomió a posponer el plan. A su vez, Albert Speer (ministro de Armamentos y Producción de Guerra) manifestó las dificultades de la industria armamentística alemana para reponer las pérdidas sufridas. Así mismo, el general Heinz Guderian (artífice de la exitosa guerra relámpago) pensaba que la operación estaba condenada al fracaso. Tras varias deliberaciones con sus generales en mayo y junio, Hitler pospuso finalmente la Operación Ciudadela hasta el 5 de julio. Este retraso en la operación le reportaría grandes ventajas al Ejército Rojo. Stalin se prepararía para la ulterior defensa de su territorio ante los constantes retrasos de la ofensiva de Hitler.

Hitler creía ciegamente en la victoria con las nuevas armas alemanas como baluarte. Entre ellas se encontraban los tanques Panther, los tanques pesados Tiger y el destructor de carros blindados Elefant. En total, el ejército alemán movilizó para la Operación Ciudadela a unos 780.000 hombres, unos 3.000 tanques, casi 10.000 armas y morteros y 2.110 aviones. Un auténtico despliegue para tratar de revertir la situación de Alemania ante la gigantesca URSS.

batalla kursk
Plan alemán de ataque

Contraofensiva soviética

Para desgracia del III Reich, la inteligencia soviética había descubierto los planes de Hitler para efectuar el ataque sobre Kursk. Iósif Stalin se había reunido con el Estado Mayor entre el 12 y el 15 de abril de 1943. El comandante Zhukov apuntaba a llevar a cabo primero una posición defensiva para así desgastar el poder del enemigo para después lanzar una gran contraofensiva.

La cara sur de Kursk estaría defendida por Nikolai Vatutin en el Frente Voronezh, mientras que la defensa de la cara norte estaría al mando de Konstantin Rokossovsky, en el Frente Central. Ivan Konev estaba al cargo de la reserva en el Frente de Estepa. Los frentes Voronezh y Central poseían cada uno tres cinturones defensivos. Éstos se subdividían en varios niveles de fortificación y en ellos fueron excavados miles de km de trincheras respectivamente, dispuestas en patrón cruzado. Por añadidura, se instalaron gran cantidad de minas antitanque y antipersona en el principal cinturón defensivo.

Los soviéticos emplearon el trabajo de más de 300.000 civiles y llegaron a movilizar sin contar con el ejército de reserva, a cerca de 1’4 millones de soldados, 5.000 tanques (entre los que se encontraban el tanque mediano T-34 y el tanque ligero T-70), 25.000 piezas de artillería y entre 2.792 y 3.549 aviones. Unas cifras muy superiores en comparación a los atacantes.

Desarrollo de la batalla

El ataque principal por la cara norte fue llevado a cabo por el 9º ejército de Model, formado por la XLVII Panzer Corps, apoyado por las unidades Tiger, en su flanco izquierdo se encontraba el XLI Panzer Corps junto con 83 destructores de tanques, apoyado por el XXIII Cuerpo de Ejército (formado por la 78ª División de Infantería de Asalto Reforzada y dos divisiones regulares de infantería) y por el flanco derecho se situaba el XLVI Panzer Corps. Enfrente del 9º ejército alemán se hallaba el Frente Central formado por tres cinturones defensivos fuertemente fortificados. Tras duros combates y con el apoyo de la Luftwaffe, los alemanes consiguieron penetrar de 8 a 10 km en las líneas del Ejército Rojo. Para el día 10 de julio las tropas soviéticas consiguieron repeler el avance alemán. El 12 de julio, se llevó a cabo la ‘Operación Kutuzov’ amenazando el flanco y la retaguardia del 9º ejército de Model. Esto hizo que se vieran obligados a utilizar a la 12ª División Panzer, mantenida en reserva, junto con la 36ª Infantería Motorizada, la 18ª y la 20ª División Panzer.

batalla guerra
Momento de la batalla

El ataque por la cara sur estaba a cargo del 4º ejército Panzer de Hoth y daría comienzo el 5 de julio. Frente a él se encontraba el Frente Voronezh con sus tres cinturones defensivos junto con el 6º ejército de la Guardia Soviética, compuesto por el 22º y el 23º Cuerpo de Rifle de Guardia. Para el 8 de julio de 1943, el ejército alemán había atravesado 29 km en las líneas defensivas soviéticas consiguiendo sobrepasar el primer y segundo cinturón defensivo. Al día siguiente, las tropas alemanas conseguían llegar al río Psel. Entre los días 10 y 11 de julio, el general Hoth decidió desviar a la II-SS Panzer hacia la ciudad de Prójorovka. Sin embargo, el ejército alemán no consiguió cumplir sus objetivos. A pesar de las bajas sufridas durante esta batalla, el Ejército Rojo consiguió detener la ofensiva alemana.

Fin de la Operación Ciudadela

Tras el desembarco aliado en Sicilia entre el 9 y el 10 de julio de 1943, Hitler creyó que era necesario suspender la Operación Ciudadela y enviar tropas de refuerzo a Italia y Francia ante el temor de otros nuevos desembarcos. El general Kluge recibió con agrado la noticia. Sin embargo, el general Manstein pensaba que todavía se encontraban en el momento culminante de la batalla táctica y que constituía un error la retirada. Esta opinión era debida a que Manstein desconocía la verdadera extensión de las reservas soviéticas. Finalmente el 17 de julio se puso punto y final a la Operación Ciudadela.

No obstante, las acciones militares se prolongarían durante más de un mes debido a la ferocidad de la contraofensiva soviética. Había llegado el momento para desgastar al enemigo. La batalla de Kursk terminó de manera oficial el 23 de agosto con la toma de Járkov por los soviéticos. Dicha batalla significó, que a partir de este punto determinado, el Ejército Rojo llevaría a cabo la iniciativa en la Segunda Guerra Mundial. Stalin había rebautizado la contienda como la ‘Gran Guerra Patria’, desde el inicio de la Operación Barbarroja el 22 de junio de 1941 hasta culminar con la derrota definitiva del III Reich y la caída de Berlín en mayo de 1945.

Balance y trascendencia

En la batalla de Kursk, la URSS perdió casi 1 millón de hombres entre muertos y heridos. Para el III Reich, dicha batalla produjo la pérdida de 250.000 soldados. Miles de tanques, cañones y aviones de los dos bandos fueron destruidos en el campo de batalla.

La batalla de Kursk significó el mayor enfrentamiento con carros blindados de la historia militar. Además participaron más aviones que en la batalla de Inglaterra. Por otro lado, dicha batalla significó la última gran ofensiva de Hitler en el Frente oriental. Después de ésta, el ejército alemán pasaría a posiciones únicamente defensivas en dicho frente. Su derrota final ya era solo era cuestión de tiempo.

La adjudicación de la victoria todavía no ha encontrado consenso entre los historiadores.  Aunque algunos hablan de éxito del Ejército Rojo, para la URSS significó una gran pérdida de hombres y tanques. Otros autores afirman que a pesar de este contratiempo, el desenlace de Kursk significó un gran éxito estratégico soviético. Ésta fue la primera vez que se detenía una gran ofensiva alemana antes de romper las líneas defensivas enemigas y penetrar profundamente en sus posiciones. Además la URSS tenía una mayor capacidad para reponer material bélico y tropas que el III Reich. Hitler se vería obligado a combatir en varios frentes al mismo tiempo a medida que avanzaba la guerra, lo que ocasionaría su trágico final.

Bibliografía

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Glantz, M. D.; House, J  (1995). When Titans Clashed: How the Red Army Stopped Hitler. Lawrence, Kansas: University of Kansas Press.

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Redacción BBC  News Mundo (2019). “Batalla de Kursk: por qué Rusia sigue peleando la batalla de tanques más grande de la Historia”. https://www.bbc.com/mundo/noticias-48972680

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