El origen de los mitos griegos

Habladme musas, del origen de las historias que hablan de los dioses.

Invocar a las musas era común cuando los poetas de la antigüedad iniciaban una historia. Los mitos griegos han sido objeto de admiración por parte de muchas personas desde hace más de 2500 años, cuando aparecieron en las obras de Homero y Hesíodo. Los griegos fueron maestros en darles forma y rodearlas de esa aurea sublime para contar las historias más bellas y las más terribles. Aquí cabe preguntarse de donde proceden estas historias.

Las fuentes de las que bebieron los griegos parecen ser variadas. Algunas fueron sus propias experiencias con el medio marino y las montañas escarpadas que los rodeaban. Otros mitos tuvieron influencia de vecinos suyos en Mesopotamia (asirios o babilónicos) o Anatolia. Así mismo debe tenerse en cuenta la influencia que los fenicios tuvieron en ellos. Todo esto sin olvidar el origen de algunas deidades en los remotos tiempos de los pueblos indo-europeos. Vamos explorando cada caso y las evidencias que se tiene de ello.

Pistas en el Indo-europeo

Cuando se hace un análisis lingüístico del nombre Zeus se aprecia su conexión con el sánscrito Dyáus Pitar. (Dios en español tendría la misma raíz). Ambos se derivarían de un idioma más antiguo, el indo-europeo. Las personas que ahora se asocian con el indo-europeo habitaban una zona de estepas alrededor de los montes Urales, donde el cielo abierto dominaba las vistas y los fenómenos climáticos tenían gran influencia sobre las personas. Así, no es sorpresa que acabaran adorando a una deidad celestial. Esta creencia se habría transmitido a lo largo de los siglos y varias civilizaciones hasta llegar al Zeus de la mitología griega. Otros elementos que habría legado la cultura indo-europea al mundo serían el caballo (un animal también empleado en sacrificios) y la utilización de carros halados por éstos. De hecho, en la Ilíada, para celebrar los funerales de Patroclo, se celebran juegos en su honor y estos juegos incluyen carreras de carros como una de las competencias.

Una cultura al borde del mar

El mar ha sido desde siempre fuente de asombro, de respeto y temor para aquellos que viven a sus orillas. Los antiguos griegos desarrollaron muchos de sus mitos basándose justamente en el mar. Poseidón, desde tiempos de la cultura Micénica (1500-1100 a.c), era adorado y se realizaban sacrificios en su honor. Se sabe esto por las excavaciones en sitios como Pilos en Grecia. Su nombre también se asociaba a los terremotos y estaba muy ligado a otra divinidad, Gaia, la Tierra. De hecho, Poseidón significa el esposo de la Tierra. Los nombres de Hera y Atena también se reconocen en esta antigua cultura. La primera asociada al aire y la segunda a alguna divinidad solar. La asociación de Hera (Juno en los mitos romanos) con el aire será posteriormente utilizada por Virgilio en la Eneida, cuando esta diosa mande tormentas que dificulten el camino del héroe Eneas.

Los griegos compitieron durante siglos con otro pueblo que también vivía del mar, los fenicios. Lamentablemente, muchos de los registros escritos de esta cultura se perdieron con el paso de los siglos. A pesar de esto, muchos investigadores han querido ver en los viajes de Odiseo a través del océano ecos de esta cultura que exploró toda la cuenca mediterránea y más allá según los pocos relatos que se conservan de ellos. Al fin y al cabo, será de estos pueblos navegantes de donde llegue el alfabeto a griegos y romanos, así que no sería extraño que también hubiera influencias religiosas.

Influencia de Cercano Oriente

Cuando se comenzó a descifrar el sistema de escritura que se conoce como Lineal B, perteneciente a la cultura Micénica, los primeros traductores esperaban encontrar referencias a todos los dioses de la mitología griega. Se llevaron una gran sorpresa cuando no encontraron el nombre de Apolo por ningún lado. Al parecer este dios, que muchos consideraron el más griego de los dioses, no fue sino una incorporación reciente al panteón heleno. Su influencia parece haber sido alguna tradición oriental.

La influencia de Cercano Oriente es una cuestión espinosa que se debate y cuyos resultados dependen de los descubrimientos arqueológicos, las traducciones de textos antiguos y de la interpretación que se les da a los mismos. Al fin y al cabo, se habla de una zona que comprende la península Anatolia, la costa levantina (una de las influencias sería la fenicia en esta zona) y la región mesopotámica.

Un tema recurrente es el del viaje del dios para adquirir más poder, un tema que se aprecia en el caso de Innana, la diosa del amor y la guerra de los sumerios y que luego se sincretizó con la diosa Ishtar de la mitología acadia y con la diosa fenicia Astarté. Mitos como el de Deméter y Perséfone parecen tener su origen en historias como El viaje de Innana al Inframundo y otros mitos posteriores donde la diosa sumeria adquiere más poder después de regresar viva del inframundo. Es frecuente el tema de la fertilidad y los ciclos de renovación de la vida vegetal, luego asociados a las estaciones en el caso de Deméter y Perséfone. A Afrodita, la diosa griega del amor, también se la asocia con Innana así como con Astarté. La forma de transmisión de todas estas tradiciones aún es discutida por los académicos, pero se destacan las influencias del Imperio Asirio y de pueblos de Anatolia como los Luvitas, vecinos a ellos. Este es un tema aún abierto que seguirá arrojando nuevas conexiones a medida que se realicen más investigaciones.

Evolución a partir de la época clásica

A uno se le podría perdonar si cree que los mitos griegos llegaron a su forma final en los poemas épicos de Homero y Hesíodo (es quien nombra por vez primera a las musas, por ejemplo). Sin embargo, éstos fueron cambiando a lo largo de la época clásica a medida que diferentes autores fueron escribiendo más obras. En la época moderna los mitos griegos se siguen interpretando de nuevas maneras en función de las herramientas filosóficas e históricas que han ido surgiendo.

En época antigua autores como Platón, Jenofonte y Evémero, entre otros, plantearían las primeras interpretaciones de los mitos. Platón diría que el mito construye la cultura. Jenófanes argumentaría en favor de una lectura alegórica de estas historias. Evémero explicaría que la mitología fue creada a partir de eventos históricos. A estas interpretaciones se añadirían historias de variados autores. Esquilo, en su ciclo de obras de la Orestíada, narra la maldición que cae sobre Agamenón y su familia. Sófocles, en Edipo Rey, contribuiría a esta tradición de héroes trágicos de la mitología griega. Luego, en época romana, se tiene a Ovidio. Será este autor quien cuente los relatos de Eco o Narciso, por citar un par de casos de los más conocidos de su Metamorfosis. Luego vendrán autores como Luciano de Samósata y sus Diálogos, donde otra vez se pondrá a interactuar a los dioses, héroes y demás personajes de los mitos.

Conclusión

En la época actual los mitos siguen inspirando y siguen siendo sujetos de interpretación. Aportaciones como las de Freud o Sartre se suman a las explicaciones alegóricas e históricas. El objetivo sigue siendo entender lo que los antiguos griegos querían decir con ellos. Sin embargo, vale la pena recordar que, igual que muchas creaciones humanas, los mitos también cambian de acuerdo a la época en que se lean. Así, estas sublimes historias seguirán siendo fuente de inspiración para muchos y darán que hablar a medida que la gente extraiga de ellos nuevos mensajes e interpretaciones.

De mi parte, agradezco a las musas su inspiración y me despido.

Bibliografía

  • Anthony, D. W. (2010). The horse, the wheel, and language: how Bronze-Age riders from the Eurasian steppes shaped the modern world. Princeton University Press.
  • Aslan, R. (2019). Dios: Una historia humana. Random House.
  • Hall, E. (2015). Introducing the ancient Greeks. Random House.
  • Penglase, C. (1997). Greek myths and Mesopotamia: parallels and influence in the Homeric hymns and Hesiod. Psychology Press.
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