La Grecia de la Antigüedad y la política del siglo XXI

Cuando pensamos en la Antigua Grecia nos pensamos que todo era filosofía, pensamiento, hoplitas (sí, ahí están los espartanos esos de la película de “300”) y un largo etc. Lo cierto es que el mundo griego es muy amplio a nivel geográfico y cronológico. Sin embargo, la política de aquel entonces no difiere mucho de la actual en ciertos aspectos. Sí, demostrar que pese a que han pasado decenas de décadas, el ser humano de aquel entonces no se diferenciaba mucho del actual.

Las tiranías griegas se tienen que encuadrar en la Época Arcaica de la Grecia Antigua, al final de esta época para ser más concretos. Es una época bastante turbulenta, donde hay una constante pugna entre pobres y ricos. De ahí nacen figuras importantísimas como los legisladores griegos como Solón, que pretendían implementar medidas legislativas para poder complacer a ambos sectores.

Para poneros en contexto: imaginaos que los sectores más pobres cada vez tienen más deudas y estas deudas les hace perder su libertad y, a su vez, los aristócratas acumulaban más tierras y posesiones. Lo lógico es que la gente común se cabreara, cosa que sucedía y se denominaban “éxtasis”.

En este contexto conflictivo obviamente aparecen figuras de relevancia que defenderán los intereses de según qué sectores sociales. Un caso ejemplificante es el de Atenas, en esta mítica polis, Pisístrato, fue uno de los tiranos más conocidos e investigados (también porque es del que más fuentes se tienen y, por supuesto, por su legado). Antes de que este personaje llegara al poder existía un conflicto entre los políticos del momento: Pisístrato que representaba a los jornaleros y pastores, Megacles representando a los comerciantes y Licurgo a los terratenientes. La cosa era similar a como cuando vemos por la tele el debate electoral y cada uno defiende lo que más le conviene, pero en esos tiempos si se cabreaban se montaban un pequeño ejército y se tomaba el poder (aunque viéndolo de forma fría no somos muy diferentes ¿no?).

Pues bien, tenemos un cóctel interesante en estas últimas décadas de la Época Arcaica: por un lado, hay conflictos sociales por el endeudamiento y el poder de los aristócratas, por otro lado, hay figuras que astutamente lideran los diferentes conflictos ¿Cómo creéis que puede acabar esto? Efectivamente, estos tiranos se mostrarán como mediadores y, por supuesto, con intereses personales; vamos como cuando un partido te dice que es de centro y quiere ser el garante del orden.

Hay que decir que, realmente, Grecia al ser tan plural en muchas sus regiones, las tiranías se instauraron de diferentes formas. Aristóteles, por ejemplo, nos indica algunas maneras así:

“Unas se establecieron de este modo, cuando ya las ciudades habían crecido; otras, antes de esto, surgieron de reyes que se apartaron de sus antepasados y aspiraban a un mando más despótico. Otras, de los ciudadanos elegidos para las magistraturas supremas (pues antiguamente las democracias establecían para mucho tiempo los cargos civiles y religiosos); otras surgían de las oligarquías cuando elegían a uno solo con poder soberano para las más importantes magistraturas.” (Pol. 1305b, 25-30)

También hay que señalar que existe una rica discusión historiográfica en la que se habla de a quién representan las tiranías y qué función tienen. Hay historiadores, como Matthew Trundle que lo relacionan con la riqueza. Por lo tanto, pese a que las tiranías pretendían ser mediadores al final eran aristócratas. Otros historiadores como Domínguez Monedero llegan a la conclusión de que son defensores de los campesinos y las capas populares, puesto a que llevan a cabo medidas en su defensa. De hecho, hay autores como Braccesi, que desarrollan una tesis en la que sostiene a los tiranos como líderes revolucionarios. Como vemos, hay debate y eso para la historiografía es positivo.

Cuando vemos en la televisión a un líder político insultando a otro acusándole de populista podemos ir a la Atenas del siglo VI y observarlo también. El propio Aristóteles llamaba a los tiranos demagogos, básicamente porque se apoyaban en las clases populares pese a que el término actualmente tiene otras connotaciones.

Pese a que lo que podamos pensar el siglo XX y XXI no está tan lejos del mundo griego (salvando las distancias). Que si hay clases sociales endeudadas, que si hay líderes carismáticos y populistas, que si pugna entre clases y facciones políticas… Vaya, que podríamos poner bastantes ejemplos del siglo XX.

FUENTES

Aristóteles, Política, trad. Manuela García Valdés (1984), Madrid: Editorial Gredos

BIBLIOGRAFÍA

Braccesi, L. (1982), “Las tiranías y los desarrollos políticos y económico-sociales”, En Bianchi Bandinelli, R. (coord.), Historia y civilización de los griegos. Orígenes y desarrollo de la ciudad. El arcaísmo, Barcelona: Icaria Editorial, pp. 11-64

Domínguez Monedero, A. J. (1999) “Grecia Arcaica. Las tiranías”, en Domínguez Monedero, A. J. Historia del mundo clásico a través de sus textos, Madrid: Alianza editorial, pp. 154-168

Plácido Suárez, D. (2007), “Las formas de poder: La monarquía, la realeza y la tiranía”, Gerión, 25, p. 127-166 Trundle, M. (2006), “Money and the Great Man in the fourth century BC: Military power, aristocratic connections and mercenary”, en Lewis, S. (Ed.), Ancient Tyranny, Edingurgh: Edinburgh University Press, pp. 65-77

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