Jaime I, denominado el Conquistador, fue un rey de la Corona de Aragón en plena expansión cristiana en una Península Ibérica, la antigua Hispania romana, donde gran parte de su territorio se hallaba bajo el dominio de los musulmanes desde varios siglos atrás.
El monarca Jaime (Jaume en catalán) nació en el año 1208 en la localidad de Montpellier, en esos momentos perteneciente a la región histórica de Occitania (suroeste de la actual Francia), y fue hijo de rey Pedro II de Aragón y de la infanta María de Montpellier.
Cabe destacar que la Corona de Aragón había surgido con la unión de dos importantes casas dinásticas peninsulares, la Casa de Barcelona y la Casa de Aragón. En concreto, con el matrimonio del Conde de Barcelona Ramón Berenguer IV y de la infanta Petronila, hija del rey Ramiro II, llamado el Monje, de Aragón. De la unión de ambos nacería Alfonso II de Aragón, denominado el Casto; y, a su vez, de la unión de este último con Sancha de Castilla, hija del rey Alfonso VII de León, el Emperador, nacería el rey Pedro II de Aragón, denominado el Católico, padre de Jaime I el Conquistador. Desde ese momento, aragoneses y catalanes unirían sus destinos en una misma Corona; sin embargo, tanto unos como otros conservarían sus propias leyes y costumbres.
El rey Jaime I quedó huérfano a pronta edad, cuando tan solo era un niño, y, tras un breve tiempo bajo la tutela de Simón de Montfort, señor de Montfort y conde de Leicester (enemigo de su propio padre, el rey Pedro II el Católico), fue finalmente entregado a la Orden de los Pobres Caballeros de Cristo del Templo de Salomón, es decir, la célebre Orden del Temple. Dicha orden de caballería de carácter religioso-militar fue creada por varios caballeros franceses, dirigidos por el mítico Hugo de Payns, para la protección de los peregrinos que se dirigían a Jerusalén. Jaime I vivió en el castillo templario de Monzón, en la actual provincia de Huesca, hasta su mayoría de edad.
Años más tarde, tras su fracaso matrimonial con la infanta Leonor de Castilla, hija de Alfonso VIII de Castilla y de Leonor de Inglaterra, anulado por bula papal (o pontificia), contrajo segundas nupcias con Violante de Hungría, hija del rey Andrés II de Hungría y de la infanta Violante de Courtenay. De su primer matrimonio nacería el infante Alfonso, quien fallecería con 38 años, antes que su propio progenitor; y de su segundo matrimonio tendría un total de nueve hijos, entre los que destacan: su hija mayor, Violante, esposa del rey castellano Alfonso X el Sabio; Pedro, que se convertiría en el rey Pedro III de Aragón; y, por último, Jaime, el futuro rey Jaime II de Mallorca.
Pero, sobre todo, en lo que resaltó Jaime I fue en sus conquistas, de ahí su sobrenombre de el Conquistador. Fue ejemplo indiscutible de rey cristiano en la mítica Edad Media, tutelado por Guillem de Montredon, el comendador templario de la Orden en el reino, y gran defensor de la cristiandad; y se aventuró impetuoso hacia el sur andalusí, dominado por los islamitas. El primer territorio en conquistar fue Mallorca, hecho que le reportó el prestigio necesario entre la realeza peninsular y europea; y, más tarde, la taifa de Valencia, accediendo a la ciudad levantina el 9 de octubre de 1238. E incluso llegó a entrar triunfante a la ciudad musulmana de Murcia, tras la revuelta mudéjar contra los castellanos; restituyendo el territorio conquistado a Alfonso X el Sabio de Castilla, su yerno, según lo dictado en el Tratado de Almizra de 1244, firmado por los castellanos y los catalano-aragoneses.
En la parte final de su vida llegó incluso a establecer una expedición para luchar en Tierra Santa contra los islamitas, pero una tormenta en el mar Mediterráneo impidió su objetivo.
Para finalizar, es de gran interés mencionar el Llibre dels feits del rei en Jaume, o libro de las crónicas del monarca, escrito en lengua catalana. A continuación se añade un párrafo (en catalán) de las mencionadas Crónicas, que hace alusión a la conquista de Valencia, cuando el rey fue herido por una flecha enemiga en la cabeza:
“E nós que ens entornàvem ab los hòmens, volvem-nos contra la vila a esguardar los sarraïns, que havia la campanya gran de fora, e un ballester tira’ns; (…) dona’ns en lo cap ab lo cairell prop del front. E Déus, que ho volc, no trapassà lo test, e eixi’ns bé a la meitat de la testa la punta de la sageta; e nós, ab ira que n’haguem, donam tel de mà en la sageta que trencam-la: e eixia’ns la sang per la cara a enjús; e ab lo mantell de sendat que nos aduíem torcàvem-nos la sang, e veníem rient, per tal que la host no se n’esmaiàs. E entram-nos-en en un reial en què nós posàvem, e engrossa’ns tota la cara e els ulls; sí que de l’ull de la part en què nós érem ferit no poguem veer per quatre o cinc dies. E, quan la cara nos fo desinflada, cavalgam per tota la host per tal que la gent no fos tota desconhortada.”
Bibliografía
- Antoni Furió Diego. Jaume I (Estimem la nostra historia). Tandem Edicions, 2016.
- David González Ruiz. Breve historia de la Corona de Aragón. Editorial Nowtilus, 2012.
- Fernando García de Cortázar. Breve historia de España. Alianza editorial, 2017.
- José Luis Corral. El conquistador. Ediciones B, 2020.
- José Luis Corral. La corona de Aragón. Editorial Doce Rosas, 2014.
- Llibre dels fets. Edicions Bromera, 2008.
- Stefano Maria Cingolani. Història i mite d’un rei. Edicions 62, 2010.
- Stefano Maria Cingolani. Historia y mito del rey Jaime I de Aragón. Editora y distribuidora Hispano Americana, 2008.