Se conoce como “Psicología del color” a un campo de análisis e investigación dedicado al estudio del impacto del color en el cerebro, a través de la percepción y la conducta del hombre.
Se inscribe en el contexto de la psicología, y aunque se trata de una disciplina de muy reciente surgimiento, cada día se alcanzan nuevas teorías y conclusiones.
Algunas de las disciplinas que aplican los conceptos de la Teoría del Color en la práctica son: La publicidad, el diseño, la arquitectura, o la moda, entre otros.
El color puede ser interpretado de un modo u otro, bien por convencionalismo, o por otras razones más profundas.
A continuación, observaremos algunos de los significados asociados al color más extendidos y aceptados.
BLANCO
El color blanco tiene una asociación directa e implícita con la pureza, la plenitud y la luz. El bien, y en algunas culturas los espíritus benevolentes, son otros elementos con los que se puede relacionar este color.
El blanco no tiene connotaciones negativas. Por el contrario, suele convertir en positivo cualquier elemento con el que se asocie.
Es común la creencia de que el blanco está ligado al inicio de las cosas, razón por la que se suele vestir a los bebés de este color, así como a las novias en las ceremonias de matrimonio.
NEGRO
El negro es el color del poder absoluto, y de la mortalidad. Es sobrio, elegante, clásico, y está repleto de simbolismo.
Según un estudio llevado a cabo por Eva Heller, el negro es el color predilecto de la juventud, por su asociación directa con la moda. Sin embargo, a partir de los cincuenta años, no suele gustar tanto.
El negro, al suponer ausencia absoluta de color, junto con el blanco, que es luz, son los colores de la más absoluta objetividad. Colores funcionales, empleados a menudo en diseño para enfatizar los aspectos relevantes.
AZUL
El color azul es, según las investigaciones, el preferido por el grueso de la población.
La inmensidad y la lejanía son algunos de los conceptos a los que evoca. A menudo inspira paz, relajación y frialdad, por ser el color del cielo y el mar.
Transmite serenidad, y suele emplearse cuando quieren ser representados valores como la fidelidad.
En contraposición al rojo, el azul simboliza el triunfo de la razón sobre la pasión.
ROJO
El rojo es, sobre todas las cosas, el color de las pasiones más profundas; sean éstas buenas o malas.
El amor y el odio se representan con el color rojo. Genera intranquilidad y ansiedad, pone al espectador alerta, debido a la asociación implícita con la sangre.
Energía, furia, valentía y excitación están inscritos en el rojo. Estos valores favorecieron que muchos movimientos políticos y sociales lo escogieran para representar sus ideales. Tal es el caso del nazismo o el comunismo.
VERDE
El vínculo tácito entre el verde y la naturaleza es evidente. Representa la fertilidad, la juventud, y la esperanza.
Es un color refrescante y creativo, capaz de inspirar.
El verde tiene capacidades curativas, y es extremadamente relajante. Es por ello que se suele emplear en entornos sanitarios, tanto para el personal, como para la infraestructura.
Cuando el verde sube su tonalidad y se torna oscuro, puede asociarse con el prestigio y el poder.
AMARILLO
El amarillo es el color del sol. Por eso, suele asociarse con la vida, la diversión, el optimismo. Sin embargo, se trata de un color fuertemente variable, y solo en relación a los colores que lo acompañen transmitirá una cosa u otra.
Este color está cargado de luz, es el color de la advertencia y la impulsividad.
Cuando se une a colores apagados, como el gris, el amarillo se vuelve un color de inseguridades, envidias y celos.
