Al hablar del célebre navegante James Cook, debemos hacerlo de uno de los mayores exploradores de la historia del Reino Unido, el primer europeo «documentado» en pisar la costa este de Australia, además de ir en busca de los lugares más remotos del mundo. No obstante, a pesar de sus proezas, acabó siendo asesinado y devorado por un grupo de nativos hawaianos.
Orígenes
James Cook nació en Marton, Gran Bretaña, en el año 1728. De origen humilde, Cook era hijo de un inmigrante escocés. Asistió a la escuela hasta los doce años, edad en la cual obtuvo trabajo como aprendiz en una empresa naviera. Aquí es cuando entra en contacto por primera vez con los barcos y el medio marítimo, la que sería la gran pasión de su vida.
Sus habilidades y duro trabajo en el Mar del Norte le valieron que, terminando la veintena de edad, se le ofreciera el mando de un barco. Sin embargo, el joven e intrépido Cook decidió ingresar de voluntario en la Armada Real (Royal Navy), donde desempeñó numerosas funciones: desde cartografiar la costa americana del Atlántico Norte, hasta emprender viajes de exploración.
A pesar de sus orígenes humildes, su excelente desempeño consiguió que fuera promovido a comandante y presentado ante el mismo rey Jorge III. Además fue condecorado con la medalla Copley y nombrado miembro de la Royal Society. Esto sería el comienzo de una serie de travesías llenas de desafíos que le llevarán hacia los lugares más remotos y desconocidos para los europeos, realizando extraordinarios descubrimientos.
Primer viaje de James Cook (1768-1771)
Para calcular la distancia de la Tierra al Sol, la Royal Society encargó en 1768 una expedición científica al Océano Pacífico al rey Jorge III para estudiar el tránsito de Venus de 1769. El Almirantazgo aprovechó esta misión científica para intentar hallar signos del legendario continente Terra Australis Incognita (tierra del sur desconocida). En un primer momento, la Royal Society encargó este proyecto al geógrafo escocés Alexander Dalrymple. Sin embargo, Edward Hawke, el Primer Lord del Almirantazgo, rechazó rotundamente esta decisión alegando que Dalrymple no había sido educado como marinero y se negó a dejarle al mando de un buque de la Armada. Por esta razón, esta misión quedó encargada a James Cook, un oficial de la marina educado en cartografía y matemáticas. Cook fue ascendido a teniente y nombrado comandante de dicha expedición.
El primer viaje de James Cook fue una travesía al Océano Pacífico a cargo de la Royal Navy y la Royal Society a bordo del HMB Endeavour que duró desde 1768 a 1771. Sus objetivos eran estudiar el tránsito de Venus de 1769 por delante del Sol en torno al 3 o 4 de junio y encontrar indicios de la misteriosa Terra Australis Incognita. En agosto de 1768, James Cook zarpó desde el puerto de Plymouth a bordo del HMB Endeavour. Navegó por el Atlántico Sur, traspasó el Cabo de Hornos y continuó su travesía hacia el Pacífico por el oeste pasando por las islas de Huahine, Raiatea y Borabora que reclamó para Gran Bretaña, hasta llegar finalmente a Tahití el 13 de abril de 1769.
Se construyó un pequeño observatorio para llevar a cabo las observaciones hasta el 3 de junio. Charles Green, asistente de Nevil Maskelyne, fue el astrónomo encargado de dicha observación. El propósito de este estudio era obtener mediciones para calcular con mayor precisión la distancia entre Venus y el Sol para así después calcular las distancias de los demás planetas usando para ello sus órbitas relativas. Green, Cook y Solander llevaron a cabo mediciones por separado aunque obtuvieron enormes márgenes de error. Comparando estos resultados por los obtenidos en otras partes del mundo se concluyó que existían mayores diferencias de las esperadas. Terminado su primer objetivo, Cook y su tripulación partieron hacia el Pacífico Sur en busca de Terra Australis, el que debía ser un gran continente situado al sur aunque Cook se mostraba escéptico al respecto. Alexander Dalrymple junto con la Royal Society, habían sostenido reiteradamente la existencia de dicho continente.
En septiembre de 1769, con ayuda de Tupaia, un tahitiano gran conocedor de la geografía del Pacífico, llegó a Nueva Zelanda, siendo los segundos europeos en arribar a dichas islas después de Abel Tasman 127 años antes. Cook detalló un mapa de toda la costa de Nueva Zelanda con gran precisión y descubrió el estrecho que lleva su nombre, el estrecho de Cook, que separa la isla Norte de la isla Sur de cuya existencia el propio Tasman desconocía. Más tarde partió hacia el oeste para llegar hasta la Tierra de Van Diemen, hoy conocida como Tasmania, para determinar si estaba unida a Terra Australis. Sin embargo debido a los fuertes vientos, fueron obligados a cambiar de rumbo hacia el norte y divisaron la costa sudeste de Australia, creyendo que se trataba de Tasmania. Cook la denominó Punta Hicks, siendo los primeros europeos conocidos en descubrir la costa este de Australia en abril de 1770. Esta zona se sitúa actualmente entre las ciudades australianas de Orbost y Mallacota, en el estado de Victoria. Cook mantuvo el rumbo hacia el norte y cartografió la costa. Por otro lado, Cook y su tripulación tuvieron el primer contacto con tierra firme en un lugar llamado Kurnell. Cook decidió bautizar a la zona como Botany Bay, debido a las especies vegetales descubiertas por los científicos Banks, Solander y Spöring.
A su vez, la tripulación tuvo contacto con los indígenas que eran de carácter pacífico. Continuaron hacia el norte hasta que un contratiempo les sobrevino cuando atravesaban la Gran Barrera de Coral en junio de 1770, obligando a retrasar el viaje siete semanas. Mientras que el Endeavour era reparado en la playa cerca de la actual ciudad de Cooktown, Banks, Solander y Spöring llevaron a cabo su gran recopilación de la flora australiana. A modo de anécdota, se dice que la palabra Kangaroo (canguro) proviene del contacto con la tribu aborigen Guugu Yimithirr, en cuya lengua significaba ‘no entiendo’ en vez designar al conocido animal, como creían los europeos. Después continuaron hasta el punto más nórdico de la península del Cabo York y atravesaron el estrecho de Torres, situado entre Australia y Papúa Nueva Guinea que ya había sido descubierto en 1604 por Luis Váez de Torres. Cook tomó medidas para evitar el temible escorbuto entre su tripulación, obligándolos a comer cítricos, chucrut y malta aunque aún se desconocía el beneficio de estos alimentos.
Siguieron el rumbo hacia Batavia, capital de las Indias Orientales Holandesas, en octubre de 1770 para realizar reparaciones en sus barcos. Los brotes de malaria y disentería eran muy comunes en Batavia y Cook perdió a muchos hombres como al tahitiano Tupaia, al científico Spöring, al astrónomo Charles Green y al ilustrador Sydney Parkinson. En honor a Spöring, Cook bautizó a una isla con su nombre. Continuaron su viaje el 26 de diciembre y doblaron el cabo de Buena Esperanza el 13 de marzo de 1771. A su regreso a Reino Unido el 12 de julio de 1771 en el puerto de Deal, sus diarios fueron publicados, convirtiéndose en una eminencia entre la comunidad científica aunque para el resto del público la fama se la llevó el botánico Joseph Banks.
Segundo viaje de James Cook (1772-1775)
El segundo viaje de James Cook fue encargado por el gobierno británico y la Royal Society para determinar la existencia de la ya mencionada Terra Australis Incognita circunnavegando el globo tan al sur como fuera posible. Alexander Dalrymple había publicado entre 1770-1771 «An Historical Collection of the Several Voyages and Discoveries in the South Pacific Ocean» (Una colección histórica de los varios viajes y descubrimientos en el Océano Pacífico Sur) y seguía insistiendo en la existencia de este enigmático continente. Cook ya había demostrado que Nueva Zelanda no estaba unida a ninguna masa de tierra situada al sur, además de cartografiar la costa oriental de Australia. A pesar de estas observaciones, muchos contemporáneos seguían creyendo que este continente debía situarse todavía más al sur.
Cook fue ascendido de lugarteniente a capitán de fragata. En el segundo viaje, zarparon dos naves: el HMS Resolution comandada por Cook y el HMS Adventure comandada por Tobias Furneaux, en julio de 1772. Dichas naves circunnavegaron el círculo polar antártico, a 71º 10’ latitud sur el 17 de enero de 1773. Durante el trayecto visitó la isla de San Pedro a la que renombró Georgia del Sur y descubrió las islas Sandwich del Sur, las cuales creyó erróneamente que estaban unidas a la Antártida. A partir de este momento, las dos naves siguieron rumbos distintos, el HMS Adventure se dirigió a Nueva Zelanda donde tuvo conflictos con los maoríes y el HMS Resolution continuó circunnavegando la Antártida. A pesar de que casi la descubre, Cook hubo de dirigirse a Tahití para el reabastecimiento de su tripulación.
Después continuó su viaje hacia el sur llevando consigo a un tahitiano llamado Omai que resultó ser menos preciso en sus conocimientos que el fallecido Tupaia. A su regreso en Reino Unido, sus informes dejaron constancia de la inexistencia de Terra Australis Incognita y que el verdadero continente situado al sur se encontraba más allá de la barrera de hielo. Durante el transcurso de este viaje, Cook llevo a cabo la exploración de los siguientes enclaves: la isla de Pascua, las Marquesas, las islas Sociedad, la isla Niue, las islas Tonga, Nuevas Hébridas, Nueva Caledonia, la isla Norfolk, la isla Palmerston, las islas Sándwich del Sur, las islas Georgias del Sur, la isla Friendly y Vanuatu. Otro logro de este viaje fue una medición más precisa de la longitud a partir del cronómetro K1. En Gran Bretaña, Cook fue ascendido a capitán de navío y se le condecoró con un retiro honorario en la Royal Navy como oficial en el Hospital de Greenwich, pero Cook quería seguir ejerciendo su oficio. No obstante, en el que sería su tercer y último viaje no resultaría tan afortunado.
Tercer y último viaje de James Cook (1776-1779)
Un tercer viaje fue planificado en 1776 para intentar encontrar el paso del Noroeste a través de la costa septentrional del Pacífico. Por medio de esta ruta, Cook quería llegar al Océano Atlántico desde el Océano Pacífico. A su vez, otro viaje simultáneo fue planeado con el mismo propósito pero con la ruta contraria. Como misión secundaria, aquellas tierras que no hubieran sido reclamadas por otras potencias europeas, debían ser anexionadas al Reino de Gran Bretaña. Además se quería llevar a Omai de regreso a Tahití, el cual se había convertido en toda una celebridad en Londres.
Una vez más, Cook comandó el HMS Resolution y el capitán Charles Clerke, el HMS Discovery. Después de dejar a Omai en Tahití, Cook siguió su rumbo hacia el norte y se encaminó a las Islas Hawái en 1778, (cuyo descubrimiento algunos atribuyen a Ruy López de Villabos en el siglo XVI y no al célebre marino británico) a las que nombró Islas Sándwich en honor al cuarto Conde de Sandwich quien estaba al mando de la Royal Navy. Anclaron en la bahía de Kealakekua el 17 de enero y en ese momento Cook y su tripulación fueron agasajados por la población indígena que se encontraba celebrando la fiesta de makahini en honor de su dios Lono. Por esta razón, tomaron a Cook como su dios y fueron tratados con extraordinaria amabilidad, quizás demasiada. El 4 de febrero, decidieron continuar con su expedición, sin embargo al cuarto día un huracán destruyó uno de los mástiles del HMS Resolution por lo que no tuvieron más remedio que regresar a las islas Hawái. Después viajaron hacia el este y se llevó a cabo la exploración de la costa oeste de América del Norte desde California hasta el estrecho de Bering, el cual Cook intentó atravesarlo sin ningún éxito.
Cook tomó algunas decisiones irracionales durante el transcurso de este trayecto, ello fue achacado a dolores estomacales que venía sufriendo desde hacía tiempo. En 1779, Cook regreso a Hawái pero en esta ocasión no fue tan bien recibido por la población nativa ya que un bote les fue robado. Los indígenas ya no tenían tanta consideración hacia el capitán Cook y su tripulación ya que su regreso contravenía su supuesta divinidad y además los consideraron unos invasores ya que empezaban a sobreexplotar sus escasos recursos. Cook decidió entonces tomar como rehén a Kalaniopuu, el rey de Hawái; como pago por el bote robado, una decisión que resultó fatal. Debido a esta acción, hubo una serie de altercados con la población indígena que les llevaron a utilizar sus armas de fuego. Durante la lucha, Cook fue apuñalado y golpeado hasta la muerte junto con cuatro de sus hombres por los hawaianos.
Según la costumbre de estas islas, la tribu hawaiana cocinó posteriormente los restos de James Cook, para entregar después los pocos huesos que habían quedado (todos excepto los de la mandíbula, piernas y pies; repartidos entre los notables de la tribu) a la tripulación restante como signo de reconciliación. Así los navegantes ingleses ofrecieron un funeral en su nombre, lanzando sus huesos al mar. El tercer viaje de James Cook concluyó sin poder culminar su objetivo principal. A partir de este momento, Clerke se hizo cargo de la tripulación y se intentó por última vez atravesar el estrecho de Bering. Las dos naves de la expedición, el HMS Resolution y el HMS Discovery regresaron a Londres en 1780. Como curiosidad, actualmente existen tres tumbas en honor al capitán inglés, aunque debido a su inusual muerte, estas no contienen sus restos.
Legado de James Cook
Debido a la magnitud de sus expediciones, los viajes del capitán James Cook tuvieron una gran repercusión, no solo en Inglaterra, sino también en toda Europa; las cuales contribuyeron a desarrollar notablemente la cartografía, la geografía e incluso la botánica. Algunos de sus logros fueron los siguientes:
Cartografió la costa este australiana de forma tan precisa, que sus documentos se siguieron utilizando durante casi un siglo. En esta labor se incluía la costa oriental, a la que bautizó como Nueva Gales (posteriormente Nueva Gales del Sur), haciendo izar la bandera inglesa en dicho territorio.
Circunnavegó por completo Nueva Zelanda para comprobar que la isla no formaba parte de un bloque continental mayor (como algunos de sus contemporáneos sostenían hasta entonces).
Navegó entre las islas de Java y Sumatra, demostrando que eran dos bloques de tierra separados.
Demostró que no existía el supuesto continente austral (Terra Australis Incognita), del que se pensaba que Australia era tan solo una pequeña parte. En su lugar, se describió la masa de hielo antártica.
Llevó a cabo importantes labores de prevención del escorbuto entre los miembros de su tripulación.
Exploró algunos archipiélagos tales como las islas Hawái, Nueva Caledonia, las islas Georgias del Sur, las islas Sándwich del Sur, entre otros muchos.
Por otro lado, James Cook sentó las bases para la posterior colonización británica de Australia, Tasmania y Nueva Zelanda, hecho de gran trascendencia.
Además de sus descubrimientos, sus viajes permitieron una mayor precisión en el cálculo de la longitud y la latitud. Por todo ello, James Cook está considerado por muchos expertos como el más célebre explorador británico de todos los tiempos.
No obstante, también hay que destacar que James Cook se benefició de documentos robados en Manila por Alexander Dalrymple en 1762 y que facilitaron sus posteriores hazañas, por lo que no pocos consideran que realmente se apropió del trabajo de otros marineros. ¿Gran explorador o simple propagandista? El debate está servido.
Bibliografía
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Jsperona (2021). ‘Cómo James Cook fue capaz de ir y volver a Australia sin perder a ningún marinero por escorbuto’. https://malnutridos.com/2021/01/21/como-james-cook-fue-capaz-de-ir-y-volver-a-australia-sin-perder-a-ningun-marinero-por-escorbuto/
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Townson, D. (2004). Breve Historia de Inglaterra. Alianza Editorial
Williams, G. (1997). Captain Cook’s Voyages: 1768-1779. The Folio Society, Londres
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