El día cinco de marzo es festivo en la ciudad de Zaragoza, pero si le preguntamos a los “maños” por qué se celebra esta festividad muy pocos te sabrán responder, y en cierta manera entra dentro de la normalidad, la gran mayoría de las fiestas que celebramos lo hacemos por tradición y costumbre, sin atender al origen histórico de las mismas. Pero antes de explicar lo sucedido en la ciudad de Zaragoza vayamos con el contexto histórico.
Tras la guerra de sucesión española y la instauración de los Decretos de Nueva Planta se firmó la “Ley de Sucesión Fundamental”, mayormente conocida como ley sálica, que decretaba que sólo los varones podían acceder al trono. Más de un siglo después, en el reinado de Fernando II, el Deseado, firmó la Pragmática Sanción para que su hija Isabel pudiera gobernar a falta de descendientes varones.
El 29 de septiembre fallecía el rey Fernando II, su hija Isabel tenía por aquel entonces tres años, pero su madre María Cristina la proclamó reina igualmente. El conflicto comenzaría con la reclamación de la corona del hermano de Fernando, Carlos María de Isidro, comenzó así una guerra civil en España entre los partidarios de la reina Isabel (isabelinos) y los partidarios de la monarquía absoluta de Carlos (carlistas). La primera guerra carlista comenzaría ese mismo año 1833 y finalizaría en 1840.
Es en este contexto cuando tiene lugar nuestro acontecimiento. Aragón, junto con Navarra, País Vasco y Cataluña, era una de las zonas con más presencia carlista, en especial la zona del Maestrazgo de Teruel. Pese a que había una fuerte implantación carlista en las zonas rurales de Aragón, la ciudad de Zaragoza seguía siendo un bastión del ejército isabelino.
El militar carlista que organizó la expedición fue Juan Cabañero y Esponera, el 3 de marzo de 1838 unos 2.800 infantes y 300 jinetes partían desde Gandesa (Tarragona) tras más de cien kilómetros de marcha con el equipamiento militar llegaron a las inmediaciones de Torrero el día 4 de marzo. Con la ayuda de varios carlistas zaragozanos entraron en la ciudad repartiéndose por distintas zonas estratégicas de la ciudad. Tras el éxito inicial de la operación la Milicia Nacional, el Ejército y la población de la ciudad se movilizaron, la ciudad de Zaragoza, treinta años después de resistir contra el invasor francés lo hacía de nuevo contra los carlistas. La resistencia de la ciudad hizo que las tropas carlistas huyeran, las bajas carlistas fueron de más de 200 hombres mientras que en el bando isabelino únicamente murieron 11 personas. Como reconocimiento de aquella gesta, la ciudad de Zaragoza recibió la condecoración de Siempre Heroica, el laurel en su escudo y la corbata de la Orden Militar de San Fernando.
En 1839 se proclamaría como día festivo, siendo la única festividad laica de la ciudad. Durante la dictadura de Franco se dejaría de celebrar la festividad y la calle de la capital aragonesa “Cinco de Marzo” pasó a llamarse “Requeté Aragonés”, ya en democracia se recuperaría la festividad y el nombre original de dicha calle.
Antes de que te vayas…