En noviembre de 1933 el gobierno de la Segunda República presidido por Manuel Azaña estaba muy desprestigiado y la oposición católica se movilizó para expulsarlo del poder. Se convocaron elecciones en noviembre de 1933, la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA) obtuvo 115 diputados y el Partido Republicano Radical 102, mientras que las izquierdas perdieron gran cantidad de votos ya que se presentaron desunidos y la CNT llamó a la abstención. Los socialistas consiguieron 58 diputados y el partido de Azaña 13 escaños, eran las primeras elecciones en las que votaban las mujeres y desde las izquierdas se las culpó de que hubieran ganado las derechas.
Se propuso como primer ministro a Lerroux, ya que Alcalá Zamora no se atrevía a designar a Gil Robles, presidente de la CEDA, partido que había ganado las elecciones. A medida que la conflictividad social crecía y la oposición de los sectores católicos se movilizaba, la presión de la CEDA era más relevante. El siguiente paso era la entrada en el gobierno en octubre de 1934 de tres ministros de la CEDA en justicia, agricultura y trabajo. La CEDA no se autoproclamaba como un partido republicano y esto fue muy mal visto por muchos sectores de la izquierda, y los socialistas lo consideraban como abrir la puerta a la contrarrevolución.
Tras la entrada de estos tres ministros la izquierda proclamó la revolución el 5 de octubre en Madrid, Zaragoza, Valencia, País Vasco… En Barcelona se proclamó el Estat catalá por parte de Lluís Companys. Pero el movimiento más significativo se produjo en Asturias, donde se inició una huelga revolucionaria cuyo objetivo era controlar los centros de poder, la revolución social duró del 5 al 12 de octubre hasta que fue sofocada. El anticlericalismo fue muy importante, con quema de iglesias y asesinatos de clérigos. La respuesta del gobierno fue la represión, viéndose obligado a traer a la élite del ejército español de África, la represión se tradujo en 1.300 muertos, varios de ellos guardias civiles y clérigos, 940 revolucionarios, además de 12.000 detenciones.
La Revolución de Octubre es uno de los hechos más importantes del periodo y un punto de inflexión en el propio régimen. Menos conocido es el escándalo político llamado el caso Turquesa, un mes antes de que estallara la revolución, las autoridades encontraron un arsenal de armas y munición en la costa asturiana, entre Esteban de Pravia y Muros de Nalón. Muy cerca del incidente se encontraba el propio Indalecio Prieto, miembro del PSOE, él mismo reconoció que estaba cerca de la playa donde el buque Turquesa descargó las armas, aunque nunca se clarificó que hacía allí. El buque pertenecía a Horacio Echevarrieta, un empresario con mucho poder y contactos en la política como Prieto, que era amigo suyo.
Se dijo por parte de Echevarrieta y Prieto que el arsenal estaba destinado para la revolución que se estaba organizando en Portugal tras la implantación del Estado Novo por parte de Oliveira Salazar. Echevarrieta había encargado las armas al Consorcio Nacional de Industrias Militares, siendo ministro de la Guerra Manuel Azaña, por lo que es bastante probable que el propio Azaña tuviera constancia de esos movimientos de armas.
El sumario del caso fue publicado el día 22 de mayo de 1935 en el diario La Voz, se pedía cuatro años de prisión para más de un centenar de personas, entre ellas Echevarrieta, pero Prieto y Azaña no fueron investigados y salieron impunes. En ese mismo día, en el Congreso de los Diputados se discutió el caso con la llamada Comisión de los 21 para esclarecer los hechos, aquel día no acudieron a la reunión los representantes socialistas.
Antes de que te vayas…