La búsqueda de «El Dorado», la leyenda de América

Quizás «El Dorado» constituya la leyenda más conocida de América. Un reino enteramente edificado en oro puro situado en lo más recóndito del continente codiciado por los más aguerridos exploradores y aventureros. Ni siquiera el mítico rey Midas, aquel capaz de transformar en oro todo lo que tocaba, podría igualarlo. ¿Quién no se atrevería a soñar con algo semejante?

Imagen recreada de El Dorado. Fuente: historiayarqueologia.com

¿Qué es «El Dorado»?

Son de sobra conocidas las acciones de personajes históricos como Hernán Cortés o Francisco Pizarro. El contacto con opulentas civilizaciones precolombinas anteriormente desconocidas para los europeos como la mexica, la inca o la maya, produjeron un sinfín de historias y relatos acerca de la vida y las costumbres de estos pueblos, algunas de ellas cargadas de pura fantasía. Puede que la narración ficticia más famosa de aquella época sea la de «El Dorado». Pero, ¿en que consistió?

Cuando alguien menciona «El Dorado», posiblemente nos venga a la mente una ciudad o incluso un reino entero localizados en algún remoto lugar de América, con sus calles y edificios construidos en oro puro resplandecientes a muchos kilómetros de distancia. Desde los primeros años en que los conquistadores europeos llegaron al continente americano, la obsesión por encontrar este enclave fue casi una constante. ¿Pero de dónde procede esta curiosa leyenda? ¿Y dónde se ubicaría?

Posibles paraderos

Existen numerosos relatos acerca de «El Dorado». Uno de los primeros conocedores de las supuestas riquezas inagotables del Nuevo Mundo, fue el explorador Vasco Núñez de Balboa. Enterado de la posibilidad de hallar un tesoro sin igual, en su recorrido por la actual Panamá, Balboa acabó descubriendo el océano Pacífico, al que él bautizó como «mar del sur«. Pero no había rastro de aquellas fuentes inagotables de oro, si es que realmente existían. ¿Quizás estaba en el lugar equivocado?

Parece ser que el origen de esta leyenda se encuentra en una ceremonia realizada en el altiplano cundiboyacense, en la actual Colombia. En el siglo XVI, los conquistadores españoles tuvieron constancia de como un cacique del pueblo de los muiscas se cubría su cuerpo en polvo de oro y realizaba ofrendas en la laguna de Guatavita, considerada sagrada. A su vez, con el propósito de apaciguar a un supuesto dios que vivía en el fondo del agua, los nativos solían arrojar joyas y objetos de oro.

Conocedores de estos valiosos datos, los españoles trataron de drenar la laguna con el objetivo de hacerse con las ansiadas riquezas de la misma. Lograron bajar el nivel del agua lo suficiente como para conseguir algunos objetos situados en la orilla, aunque lo más codiciado del tesoro se hallaba en las profundidades, lejos de su alcance. Al igual que ocurre con otros relatos, a medida que pasaron los años, esta historia dio lugar a uno de los mitos más conocidos de toda América: «El Dorado«.

Laguna del cacique Guatavita (Colombia)

Desde antaño, el ser humano ha soñado con alcanzar riquezas inigualables. Y qué mejor manera que la de imaginarse un emplazamiento donde uno podía literalmente arrancar un trozo de pared o un adoquín del suelo compuesto del ansiado material precioso. Las tribus americanas se dieron cuenta de la debilidad que los españoles sentían por el oro y empezaron a crear fábulas acerca de una mítica región dónde se podrían colmar hasta los deseos más alocados de fortuna y gloria.

El término «El Dorado» empezó a aplicarse a todas las creaciones fantásticas, ya fueron estas inventadas por los nativos americanos o por los propios conquistadores españoles. Exploradores de la talla de Francisco Pizarro, Sebastián de Belalcázar Francisco de Orellana o Gonzalo Jiménez de Quesada, se encargaron de engrandecer aún más el mito. Lugares como los actuales Ecuador, Venezuela, Colombia, Perú, Brasil o las Guyanas constituyeron posibles paraderos del imaginario reino de oro.

Retrato de Francisco Pizarro, el conquistador del Perú

La supuesta existencia de «El Dorado» motivó numerosas expediciones a lo largo y ancho de Suramérica y se mantuvo hasta el siglo XIX. Pero como es obvio, nunca pudo demostrarse su existencia. Lo que sí es verdadero, es la colección de orfebrería prehispánica del Museo del Oro del Banco de la República de Colombia, la mayor de América con aproximadamente 34.000 piezas de oro y tumbaga junto con cerca de 25.000 objetos de cerámica, piedra, concha, hueso o textiles. Un lugar único.

Cultura popular

Lógicamente, la trascendencia de «El Dorado» traspasó el tiempo y el espacio. Son casi incontables las referencias a este emplazamiento en la literatura, la música, el cine o el videojuego, entre otros. Podríamos destacar la alusión a esta mítica ciudad en la cuarta entrega de la saga de Indiana Jones, «Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal«. En ella, el intrépido arqueólogo estadounidense debe devolver una extraña calavera al mítico lugar antes de que caiga en poder de los soviéticos.

Otra película reseñable sería «La ruta hacia El Dorado«, en la que dos jóvenes aventureros descubren un mapa que les lleva hasta la urbe de oro ubicada en el Nuevo Mundo. No obstante, en ella se producen ciertos errores de calado, como por ejemplo coincidir en el tiempo con las campañas de Hernán Cortés, cuando estas tuvieron lugar en el Valle de México y no en Suramérica, donde supuestamente se hallaría «El Dorado». ¿Daremos algún día con el legendario reino? ¿O seguirá oculto?

Cartel promocional de «El Camino hacia el Dorado» (2000)

Bibliografía

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Drye W. «¿Mito o verdad? ¿Qué es y dónde está El Dorado?» Historia National Geographic.

Durana, M. (2023). «En busca de El Dorado, la ciudad mítica de América». Historia National Geographic.

Galán. E. J. (2019). La conquista de América contada para escépticos. Planeta, Barcelona.

Villanueva, F. (2017). «En busca de El Dorado». La Contrahistoria.

Von Hagen, V. (1974) The Golden Man: A Quest for Eldorado. Saxon House, England.

Wood, M. (2000). Conquistadores. BBC Books.

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