Muchas veces nos hemos preguntado cómo sería la vida en el pasado y, a quien le guste la época de los Tercios y el poderío español, seguro que se preguntará cómo sería la vida de aquellos hombres de armas que viajaban por medio mundo defendiendo su propia honra y la de España. Resulta que a uno de estos hombres, Alonso de Contreras, se le ocurrió un día escribir sus memorias, las cuales se han conservado hasta el día de hoy.
Alonso Guillén de Roa y Contreras nació en la villa de Madrid en el año 1582 siendo rey de España Felipe II. De temperamento inquieto, a los 13 años mató a cuchilladas a un compañero, por lo que fue condenado a destierro. Poco después se alistó a los Tercios, pero un malentendido le llevó hasta Italia, donde se enroló en la armada de Pedro de Toledo. Pasó esos años luchando contra piratas berberiscos y turcos, comandando su propia fragata en 1601. En 1603 se casa con una española viuda a la que acaba matando por su infidelidad (la misma suerte corrió su amigo).
Se retiró como ermitaño al Moncayo, pero a los seis meses fue apartado de esta vida tras ser acusado de encabezar un levantamiento morisco. Intentaron envenenarle varias veces, sin conseguir su muerte; fue acusado de espía, se adhirió a la Orden Militar de Malta, combatió al pirata sir Walter Raleigh en el Caribe, fue nombrado gobernador de El Águila, al nordeste de Roma, se retiró en 1630 y obtuvo el título de Caballero Comendador de la Orden de Malta.
Posiblemente su amigo Lope de Vega le animara a escribir estas memorias. El famoso escritor le dedicó su obra El rey sin reino, una tragicomedia inspirada en la vida de este capitán.
Su autobiografía es de fácil lectura pese al lenguaje de la época, no se extienden mucho y los ardides del capitán incluso llegan a ser en ocasiones un tanto cómicos. Además, a partir de su testimonio podemos conocer mejor la vida de aquellos hombres de armas, las tradiciones de la época, su sentido de la honra, el deber, la palabra dada… Aunque también las desdichas, violencia e injusticias de la época, algunas no tan diferentes de las que podemos vivir a día de hoy.