¿Cómo se convirtió la esvástica en un símbolo nazi?

La esvástica es un símbolo cuya forma consiste en una cruz con los brazos doblados formando un ángulo recto. Esta forma también se define como una cruz gamada, esto es, como una cruz que tiene los brazos doblados en forma de codo como la letra mayúscula del alfabeto griego gamma. Este particular tipo de cruz, por su disposición, puede tener dos direcciones distintas: puede estar posicionada en un sentido dextrógiro, es decir, que su extremidad superior se dirige al lado derecho, o en un sentido levógiro, es decir, que su extremidad superior apunta al lado izquierdo.

El empleo de este símbolo ha sido muy extendido a lo largo de la historia y en distintas civilizaciones que no guardaban relación alguna entre sí. Se trata de una forma muy sencilla que se ha usado como símbolo tanto con carácter religioso como político. Sin embargo, en la actualidad, por la evolución de la historia política del siglo XX y por las corrientes ideológicas contemporáneas más reconocibles, en el llamado mundo occidental la esvástica se suele identificar espontáneamente con el nazismo. Asimismo, en el presente existen grupos neonazis que usan este símbolo (u otros similares) como emblema. Por estos motivos, la ostentación de la cruz gamada al margen de un contexto histórico o religioso determinado es considerada como una muestra de incorrección política y moral, además de estar prohibido su uso público por muchos sistemas legislativos que censuran la apología a ideologías que fundamentan prácticas criminales como el nazismo.

Sin embargo, como es sabido, la esvástica no es de uso exclusivo del nazismo. A lo largo del tiempo se han asociado a este símbolo cruciforme nociones y prácticas que nada tienen que ver culturalmente con la Alemania nazi. Según la RAE, etimológicamente el término procede del sánscrito svastika. En esta lengua clásica de la India (una de las indoeuropeas de mayor antigüedad conocida) el término tiene diversos significados relacionados. Básicamente quiere decir “muy favorable” o de “muy buen auspicio”. En esta línea, el término en sánscrito también equivale a “con éxito”, “felizmente”, “salud”, “bien” o “buena suerte”.

Emblema del NSDAP.

El nacionalsocialismo adoptó oficialmente la esvástica como símbolo en 1920 con la fundación del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (NSDAP) que sucedió al Partido Obrero Alemán (DAP). No obstante, la esvástica ya era usada en diferentes movimientos nacionalistas alemanes: los movimientos völkisch, cuya naturaleza estaba cercana a un romanticismo conservador que defendía cierta esencia cultural nacional. El término es difícil de traducir, pues procede de la palabra alemana Volk, que quiere decir pueblo, por lo que sería parecido a “populista”, lo cual puede llevar a confusiones, ya que a lo que se alude es a un folclore y a una etnia tamizados bajo una concepción romántica. Dichos movimientos tenían ciertas inclinaciones místicas y esotéricas. Por este motivo era frecuente la utilización de esta clase de símbolos en relación la identidad aria y con la expresión del sentimiento de orgullo nacionalista alemán.

El grupo völkisch llamado Sociedad Thule para el estudio de la antigüedad alemana fundado por Rudolf von Sebottendorff era una asociación racista y ocultista que “investigaba” los supuestos orígenes de la raza aria con una clara orientación política combativa contra los judíos y comunistas. El emblema de la Sociedad Thule era una esvástica negra sobre fondo blanco con las dobleces redondeadas. Muchos integrantes o participantes de esta sociedad esotérica desempeñaron roles importantes en el surgimiento y el desarrollo del NSDAP como Anton Drexler, Alfred Rosenberg o Rudolf Hess. Sin embargo, no se puede decir que exista una continuidad directa y exclusiva de los movimientos völkisch con el nazismo, pero sí comparten cierta tradición, en virtud de la cual es frecuente interpretar que lo anteriormente mencionado es una de la principales razones del empleo formal de la esvástica por los nazis.

Esvástica de la Sociedad Thule.

A finales del siglo XIX, en las excavaciones a gran escala iniciadas por Heinrich Schliemann en la colina de Hisarlik para encontrar los restos de Troya, el arqueólogo encontró representaciones de la cruz gamada en las ruinas halladas. Esto le condujo a relacionar estas esvásticas con las de las tribus germánicas, trazando así una línea (más bien mitológica) de ascendencia cultural aria. De esta forma se justificaba la identidad aria en una presunta raza primigenia indoeuropea cuya trayectoria atraviesa y vincula muchas de las civilizaciones más notables hasta llegar a los alemanes. La esvástica se comprendió como el símbolo esencial de la raza aria.

La esvástica estándar nazi es negra dentro de un círculo blanco que, a su vez, se encuentra sobre un fondo rojo. Los colores empleados son los de la bandera del antiguo Imperio alemán que existió desde su victoria en la Guerra Franco Prusiana hasta su derrota en la Primera Guerra Mundial. La posición más frecuente de esta figura es de viraje dextrógiro y con una inclinación de 45 grados. Sin embargo, también se la usó en sentido levógiro y sin los colores detrás.

Esvástica en la bandera de la Alemania Nazi.

La sencillez de la forma, la sobriedad geométrica y la apariencia de movimiento, hacen de la esvástica un diseño equilibrado y dinámico fácil de reconocer y de gran impacto visual. Por este motivo, se ha usado como símbolo en religiones como el budismo, el jainismo, el hinduismo, el cristianismo o el odinismo. Asimismo, también lo emplearon mitologías y tradiciones asiáticas, americanas o europeas como los pueblos celtas, germánicos o escandinavos. También lo usaron los griegos y los romanos. En la historia contemporánea anterior al nazismo, además de los símbolos folclóricos, la esvástica fue usada en diversos ámbitos de la cultura secular como en marcas de empresas, en agrupaciones deportivas, en ornamentos militares, etc. En definitiva, este símbolo era y es muy habitual, tanto que es imposible hacer mención de todos los sentidos y de cada una de las veces en las que se ha empleado.

 

 

Bibliografía

Boissoneault, L. (2017). The Man Who Brought the Swastika to Germany, and How the Nazis Stole It. Smithsonianmag.

Ferreiro, M. A. (2017). ¿Por qué escogieron los nazis la esvástika como símbolo? El Reto Histórico.

Heller, S. (2008). The Swastika: Symbol Beyond Redemption? Nueva York: Allworth Press.

Historia de la esvástica. Enciclopedia del Holocausto.

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