La crisis de los misiles de Cuba: el abismo hacia una guerra nuclear

La crisis de los misiles de Cuba fue un conflicto geopolítico originado en octubre de 1962 entre Estados Unidos y la Unión Soviética. Esta crisis tuvo su origen en el descubrimiento por parte de Estados Unidos de bases de misiles soviéticos en la isla de Cuba, aliada de la URSS. Este acontecimiento significó uno de los mayores momentos de tensión de la Guerra Fría, que estuvo a punto de llevar al mundo hacia una guerra nuclear entre las dos grandes superpotencias.

Antecedentes

Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial en 1945, Estados Unidos y la Unión Soviética se disputaron el liderazgo mundial dando lugar al período conocido como Guerra Fría. Cada una de las dos potencias se aseguró el mantenimiento y expansión de sus respectivas zonas de influencia creando alianzas militares como la OTAN (1949) o el Pacto de Varsovia (1955). En ocasiones se llegarían a declarar conflictos armados entre los dos bloques antagónicos en zonas de especial tensión, como la Guerra civil griega (1946-1950) o la Guerra de Corea (1950-1953). Otro aspecto donde competirían la URSS y Estados Unidos fue la carrera espacial, con la puesta en marcha del satélite soviético Sputnik en octubre de 1957 y del estadounidense Explorer I en febrero de 1958, llegando a su máximo apogeo en la década de los 60 con viajes tripulados.

En 1959 tras el triunfo de la Revolución Cubana liderada por Fidel Castro, la isla de Cuba se posicionó ideológicamente hacia el bloque soviético. Ello significaba el establecimiento de un régimen comunista a tan sólo 150 km del territorio de Estados Unidos. El gobierno cubano implantó medidas de carácter socialista como la Ley de Reforma Agraria que atentaba gravemente contra los intereses estadounidenses en la isla. Como respuesta, la administración del presidente estadounidense Eisenhower llevó a cabo diversas medidas de sabotaje contra Cuba con el fin de derrocar al gobierno revolucionario de Fidel Castro. En marzo de 1960 la administración Eisenhower ordenó a la CIA organizar una guerrilla compuesta por exiliados cubanos para invadir Cuba, con el objetivo de poner fin al gobierno revolucionario castrista.

Invasión de la Bahía de Cochinos y Operación Mangosta

Entre el 15 y el 19 de abril de 1961 el sucesor de Eisenhower, John F. Kennedy, llevó a cabo la invasión de Bahía de Cochinos, también conocida como la batalla de Girón. En esta operación militar se utilizaron tropas de exiliados cubanos para invadir Cuba con el objetivo de derrocar a Fidel Castro y crear un gobierno provisional bajo la supervisión de la Organización de Estados Americanos (OEA). Dicha operación fue un rotundo fracaso significando una de las derrotas más humillantes para Estados Unidos, con 176 muertos, 500 heridos y más de 1200 soldados hechos prisioneros por el ejército cubano. Además la victoria cubana permitió apuntalar sin fisuras al régimen de Fidel Castro y profundizar en su programa socialista, paradójicamente en contra de lo que se pretendía en un principio.

Tras el fracaso de la invasión de bahía de Cochinos, Estados Unidos puso en marcha la Operación Mangosta diseñada por Edward Landsdale en octubre de 1961. Dicha operación preveía actos de sabotaje contra Cuba (incluidos atentados contra Fidel Castro) con el objetivo de provocar una insurrección armada contrarrevolucionaria que desencadenara una intervención militar estadounidense en la isla. No obstante, los servicios de inteligencia de la Unión Soviética descubrieron el plan notificándoselo al gobierno cubano. El líder soviético Nikita Jrushchov propuso a Fidel Castro la instalación de misiles soviéticos de alcance medio R-12 como medida de disuasión frente a los planes estadounidenses. Fidel Castro propuso entonces una alianza militar entre Cuba y la URSS, a lo que Jrushchov se mostró reticente. Jrushchov alegó que los misiles servirían para la defensa de todo el bloque soviético, no solo de la isla caribeña. El líder cubano aceptó con la condición de que el traslado y la instalación de dichos misiles se hiciese pública. Sin embargo, la Unión Soviética prefería revelar dicha información cuando los misiles se encontraran totalmente operativos.

Operación Anádir

La Operación Anádir fue una operación secreta soviética destinada a la instalación de misiles balísticos de medio alcance y la creación de una fuerza militar capaz de hacer frente a una hipotética intervención estadounidense en suelo cubano, tras el precedente de la bahía de Cochinos. En el marco de dicha operación, entre el 17 de junio y el 22 de octubre de 1962, la Unión Soviética remitió a Cuba 24 plataformas de lanzamiento, 42 cohetes R-12, 45 ojivas nucleares, 42 bombarderos Ilyushin Il-28, un regimiento de aviones de caza (entre ellos 40 aeronaves MiG-21), dos divisiones de defensa antiaérea soviéticas, cuatro regimientos de infantería mecanizada junto con otras unidades militares, englobando en total a unos 47.000 soldados. Nikita Jrushchov quería un despliegue de las fuerzas militares en territorio cubano de forma discreta en contra de las tesis defendidas por Fidel Castro. En cambio, el gobierno cubano pretendía crear un gran efecto propagandístico que pusiera bajo las cuerdas a los Estados Unidos.

Estallido de la crisis

El 14 de octubre de 1962, la instalación de los misiles en Cuba fue descubierta por un avión espía estadounidense U-2. Agentes de la CIA informaron al presidente estadounidense John F. Kennedy de que las estructuras fotografiadas correspondían a instalaciones de misiles balísticos de medio alcance. Esto dejaba a Estados Unidos indefenso ante un hipotético ataque llevado a cabo desde Cuba, ya que el radio de alcance alcanzaba a buena parte de su territorio. El 22 de octubre de 1962, el presidente John F. Kennedy dio un mensaje televisado dirigido a la nación hablando de establecer un bloqueo marítimo a Cuba. Al día siguiente, se desplegaron barcos y aviones militares estadounidenses en el mar del Caribe para ejercer un bloqueo aéreo-naval a Cuba. El 24 de octubre, Nikita Jrushchov advirtió a Kennedy que contemplaba el bloqueo a Cuba como una agresión. A pesar de este mensaje, los buques soviéticos destinados a Cuba disminuyeron su velocidad con el fin de evitar un conflicto mayor. La Organización de Estados Americanos, bajo presión estadounidense, impuso sanciones al gobierno de Cuba. Así mismo, se establecieron medidas para evitar la llegada de suministros por vía marítima que facilitaran la puesta en marcha de las bases de misiles soviéticos. Las piezas estaban dispuestas en el tablero.

La perspectiva de una guerra entre las dos grandes superpotencias se estaba gestando peligrosamente ante los ojos temerosos del resto del mundo. Los consejeros militares de Kennedy pusieron sobre la mesa la posibilidad de una guerra nuclear abierta contra la Unión Soviética. Dicha guerra podía derivar en un ataque mutuo con misiles intercontinentales o bien un ataque de la URSS hacia los países aliados de Estados Unidos en Europa Occidental. El 26 de octubre, Jrushchov envió un mensaje personal a Kennedy para intentar llegar a un acuerdo. Dicho acuerdo contemplaba una retirada de los buques soviéticos de Cuba a cambio del compromiso hecho público por parte del gobierno estadounidense a no derrocar a Fidel Castro ni a intentar ningún tipo de intervención militar con este fin. Ese mismo día, Fidel Castro remitió a Jrushchov que en caso de una hipotética invasión a Cuba, iniciara su ataque contra Estados Unidos aun a costa de originar una guerra nuclear a escala mundial.

El sábado 27 de octubre, el avión U-2 estadounidense fue derribado por la defensa antiaérea soviética bajo el mando de Iván Mironovich Guerchenov, mientras éste realizaba una misión de espionaje en territorio cubano. Este acontecimiento aumentó considerablemente la tensión. Sin embargo, esa misma mañana Jrushchov propuso a Kennedy el desmantelamiento de las bases de misiles soviéticos a cambio del compromiso por parte de Estados Unidos de no llevar a cabo una invasión sobre Cuba. Así mismo, dicha propuesta incluía el desmantelamiento de las bases de misiles estadounidenses en Turquía, país fronterizo con la Unión Soviética. Durante todo el día 27, diplomáticos estadounidenses y soviéticos realizaron reuniones urgentes analizando las propuestas de cada bando. Robert Kennedy (hermano del presidente) tuvo un papel destacado para evitar un conflicto entre las dos potencias. Debido a las discrepancias encontradas, el gobierno soviético no incluyó al régimen cubano dentro de dichas negociaciones. El día anterior Fidel Castro había pedido a Jrushchov no ceder ante las pretensiones de Kennedy. En su particular enfoque de los acontecimientos, el líder cubano consideraba que una invasión estadounidense a Cuba era tan solo cuestión de tiempo.

Resolución del conflicto

Tras sucesivas reuniones secretas, finalmente Kennedy aceptó la proposición soviética en la madrugada del 28 de octubre. La administración Kennedy aceptaba la condición de no intentar llevar a cabo una invasión de Cuba, además de desinstalar sus misiles en Turquía (aunque esto último se realizaría mucho más tarde). En los primeros días de noviembre, aviones estadounidenses certificaron el cumplimiento de la parte soviética del acuerdo mediante el traslado del cargamento nuclear de Cuba. El 20 de noviembre, Estados Unidos ponía fin a sus patrullajes navales alrededor de la isla. Dos días más tarde, el primer ministro soviético Anastás Mikoyán recibió a Fidel Castro en La Habana para informarle de que la presencia militar soviética en Cuba tan sólo se limitaría a armas convencionales. De esta forma, se dio por zanjada la crisis de Cuba sin dar muestras de debilidad por ninguna de las dos partes implicadas.

Consecuencias de la crisis de Cuba

Algunos historiadores señalan la crisis de Cuba como el momento más peligroso de la Historia de la Humanidad. Como consecuencia de dicha crisis, Estados Unidos tuvo un avión U-2 derribado junto con la muerte de su piloto. A partir de este fatídico momento, se estableció una línea de comunicación directa entre el Kremlin y la Casa Blanca a través del llamado ‘teléfono rojo’. Su objetivo era agilizar las conversaciones entre los Estados Unidos y la Unión Soviética en tiempos de crisis. Tanto la Unión Soviética como Estados Unidos veían con peligro un enfrentamiento directo que pudiese derivar en una guerra mundial a gran escala. Se hacía necesario establecer un diálogo efectivo entre las dos partes si se quería evitar futuros enfrentamientos. A pesar de ello, se seguirán sucediendo los conflictos entre las dos superpotencias lejos de sus respectivos territorios, como la Guerra de Vietnam (1955-1975) o la Guerra de Afganistán (1978-1992).

Debido a la desmantelación de las bases de misiles soviéticos, se originó un profundo malestar entre los gobiernos cubano y soviético. Fidel Castro reprocharía a la Unión Soviética su cobardía por terminar aceptando las condiciones de Estados Unidos y por no haberle incluido dentro de las negociaciones. A pesar del compromiso de no invadir la isla, Estados Unidos siguió imponiendo a Cuba un embargo económico (efectivo desde el 7 de febrero de 1962) con el objetivo de asfixiar al régimen castrista. Sin embargo, contra todo pronóstico, Fidel Castro permanecería en el poder incluso mucho después de la caída de la URSS (su principal aliado) en 1991. Actualmente el embargo cubano ha sido el más prolongado de la historia moderna siendo condenado hasta 23 veces por las Naciones Unidas. El exilio cubano radicado principalmente en Florida, ha sido uno de los elementos de presión más fuertes para mantener dicho embargo.

Paradójicamente, a pesar del éxito en la superación de la crisis de los misiles, sus protagonistas (Kennedy y Jrushchov) no duraron mucho en sus respectivos cargos. John F. Kennedy fue asesinado el 22 de noviembre de 1963 durante un viaje en coche por la ciudad de Dallas. Según la versión oficial, el autor material del asesinato de Kennedy fue el ex-marine Lee Harvey Oswald. No obstante, existen todo tipo de teorías conspirativas acerca de las circunstancias de dicho acontecimiento. Por otro lado, Nikita Jrushchov fue relegado de su cargo por el Comité comunista (el politburó) el 14 de octubre de 1964, siendo sustituido por Leonid Brézhnev. La posterior Conferencia de Helsinki de 1973-1975 tuvo gran importancia para reducir las tensiones entre los dos bloques enfrentados de la Guerra Fría. Además en dicha conferencia, se garantizaba la inviolabilidad de las fronteras nacionales de los países firmantes, lo que supuso un paso más para disminuir la tensión entre Estados Unidos y la URSS.

Bibliografía:

Arrogante, V. (2018). «La crisis de los misiles, que conmocionó al mundo»El Plural.

Diario Granma. (2012). ‘Cartas entre Fidel y Jrushchov’. http://www.granma.cu/granmad/2012/11/03/nacional/artic03.html

Enciclopedia de Historia. ‘Crisis de los misiles’. https://enciclopediadehistoria.com/crisis-de-los-misiles/

Kornbluh, P. (1998). Bay of Pigs Declassified: The Secret CIA Report on the Invasion of Cuba. The New Press.

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