El origen del ser humano se localiza en el África subsahariana. El registro fósil sugiere que los humanos modernos migraron desde África a Eurasia hace unos 100.000 años y posteriormente colonizaron Oceanía y el continente americano.
Llegada a las Américas
Alaska dio la bienvenida a esos primeros humanos que llegaron a América, conocidos como paleoamericanos. Existen dos enfoques principales con respecto a esta llegada: los primeros pobladores humanos llegaron al continente americano hace más de 40.000 años y a partir de ese momento se sucedieron muchas más olas migratorias hacia América o bien la primera migración se produjo después del Último Máximo Glacial hace unos 20.000 años también seguida por varias olas migratorias.
Durante la última glaciación, América y Asia estaban unidas por el Puente de Beringia. Este puente de tierra comunicaba Alaska con Siberia y permitió al ser humano cruzar de un continente a otro y poblar América de norte a sur. Estos humanos formaron diferentes civilizaciones o pueblos que habitaron las Américas durante miles de años. Algunos de ellos como los incas formaron una de las civilizaciones más importantes de América.
Las poblaciones que habitaban las Américas quedaron aisladas.
Cuando el casquete glaciar se derritió y el nivel del mar subió, las poblaciones que habitaban las Américas quedaron aisladas. No obstante, hay hipótesis que afirman vínculos comerciales entre civilizaciones andinas y polinesios. También existían vínculos entre pueblos inuit y vikingos, pero no fue hasta la llegada de Cristobal Colón en 1492 que comenzó el contacto decisivo entre Europa y América.
La agricultura
El clima frío y seco de los Andes peruanos o Puna dificultó la vida de los pueblos precolombinos que habitaron esta región, pues el agua era un recurso fundamental para su actividad agraria. Por esta razón, los indígenas que habitaban en los andes diseñaron un sistema de riego comunitario muy organizado.
Construyeron terrazas de cultivo en las laderas de las montañas y recanalizaron ríos para poder regar los cultivos, que contaban con sistema de drenaje. Además, la estructura socioeconómica de las primeras civilizaciones precolombinas era similar al modelo de producción asiático; normalmente existía un pueblo dominante que se encargaba de recoger y repartir los bienes producidos por las comunidades súbditas. El conjunto de todos los pueblos aliados se denomina imperio y permitía la producción de una gran diversidad de productos que beneficiaba a todos. Los pueblos costeros proporcionaban pescado mientras que los de interior aportaban productos de montaña, unos pueblos producían bronce y otros, algodón. Esta variedad significaba un gran poder al imperio.
Caral, la primera ciudad
El último de estos imperios precolombinos fue el inca. El origen de los incas data de hace unos 5000 años en la ciudad litoral Caral. Parece que Caral es la ciudad más antigua de América y contaba con edificios ceremoniales y administrativos. La antigüedad de Caral significa que fue contemporánea a las civilizaciones egipcia, china y sumeria. No obstante, no disfrutó del intercambio cultural y de conocimiento que ocurrió entre egipcios, chinos y sumerios debido a su aislamiento.
Caral se caracterizó por la relación entre costa y sierra, que permitía la circulación de productos. Los matrimonios unían dos familias, a veces de diferentes regiones, que pasaban a ser una sola y por lo tanto a ayudarse mutuamente dándose alimentos y otros bienes. Con el tiempo, la conquista pasó a ser la nueva forma de parentesco, pero creaba súbditos. En concreto, una sociedad central que conquistaba a un pueblo se comprometía a repartir los bienes recaudados de todas las pequeñas poblaciones y también repartía el trabajo para poder construir obras públicas y trabajar en las minas. La Mink’a (en quechua) o servicio comunitario se sigue practicando hoy en día por las comunidades indígenas ecuatorianas, peruanas, bolivianas y chilenas.
Escritura y contabilidad
La complejidad alcanzada por los pueblos precolombinos requería un sistema de contabilidad para controlar la circulación de productos y el comercio. Este sistema consistía en unas cuerdas de lana o algodón con quipus (en quechua) o nudos.
Es posible que los quipus también fueran un sistema de escritura consonántico o silábico, pues lo incas tenían un sistema de correos que utilizaba quipus. El mensaje era transportado por un sistema de relevos llevado a cabo por corredores o chasquis (en quechua) que portaban los quipus. Por otro lado, los monjes evangelizadores enseñaban las oraciones cristianas a los indígenas y se sorprendían de la buena memoria de éstos hasta que descubrieron que en realidad estos pueblos utilizaban quipus para “leer” las oraciones en lugar de memorizarlas. En la actualidad, la mayoría de los quipus que se conservan son los de contabilidad porque los textos fueron destruidos.
De un imperio a otro
Los pueblos precolombinos de Sudamérica se aliaban entre ellos para ser más fuertes y contar con una mayor diversidad de alimentos, productos textiles y metales como el bronce. No obstante, en la alianza dominaba siempre uno de los pueblos. Este pueblo dominante imponía su lengua, aunque no prohibía las demás, y obligaba a los pueblos súbditos a dar sus productos y organizaba las Mink’as. A cambio, tras quedarse con una parte de los bienes, repartía equitativamente los productos entre todos los pueblos súbditos.
Cultura chavín
La cultura chavín, cuyos restos más antiguos datan de 1200 a. C. impuso su culto religioso pacíficamente. Con el tiempo se desvaneció y otras culturas prosperaron, estando siempre muy influenciadas por los chavín. Los paracas sucedieron a los chavín y posteriormente, la cultura nazca en el sur de Perú y los mochica en el norte sustituyeron a la paraca.
Tras su paso, los nazcas dejaron una gigantesca red de líneas en el desierto. Los mochicas, en cambio, construyeron edificios, carreteras y una compleja red de riego. Éstos expandieron su dominio por la fuerza, a diferencia de los chavines.
Los waris
El pueblo wari habitó en el centro de la cordillera andina en Perú durante los años 600 y 1200. La capital del imperio, también llamada Wari, fue un centro urbano muy importante que contaba con murallas, plataformas, plazas y acueductos. El conquistador español Cierza de León en 1553 preguntó a los Incas sobre las ruinas de la ciudad y estos le contaron que otras gentes barbadas y blancas edificaron su ciudad allí en otros tiempos pasados. Wari es un ejemplo de gran urbe prehispánica y se desconoce por qué fue abandonada.
El estado se encargaba de repartir los recursos entre el pueblo, sin embargo, siglos de sequía deterioraron esta civilización y en torno al año 1000 Wari se despobló drásticamente. La violencia entre otros grupos rivales aumentó y finalmente los waris desaparecieron.
Los chimús
Los chimús habitaron la costa norte de Perú entre los años 1100 y 1470, una zona con llanuras fértiles. Su capital, Chan Chan, construida en adobe estaba formada por nueve ciudadelas. La economía de este pueblo se basaba en la pesca, la agricultura y la textilería.
La lucha territorial hizo que los incas se aliaran con otros pueblos enemigos de los chimús y estalló una guerra. Los incas ganaron y los chimús se sometieron a estos.
Imperio Inca
El imperio histórico inca (1438-1533) llegó a abarcar desde el sur de la actual Colombia hasta la zona central de Chile. Se cree que el imperio comenzó en Perú hacia 1438 y se expandió con rapidez convirtiéndose en el mayor imperio precolombino.
La agricultura era la base de la economía inca. Predominaban los cultivos de patata y maíz y la ganadería de alpaca y llama. Sin embargo, debido a la grandeza del imperio, contaban también con gran variedad de alimentos como quinua, fríjol, diferentes frutas, cacahuete, etc. El estado inca se quedaba con el 66% de la producción total y repartía el resto entre los pueblos súbditos. Además, contaban con almacenes de alimentos para que, en época de escasez, poder racionar los productos entre enfermos y ancianos.
La arquitectura megalítica incaica era sobria y sólida. Machu Picchu, situada en la Cordillera Oriental de Perú junto al cerro Huayna Picchu, comenzó siendo un complejo urbano para la élite en 1450. La ciudad, por tanto, además de las terrazas agrícolas, contaba con centros administrativos y templos. No obstante, Machu Picchu no es el único ejemplo de arquitectura de élite incaica. Los incas edificaron otras ciudades dignas de mención como Ollantaytambo, Písac, Incallajta o Cajamarca.
Tras la muerte del Inca Huayna Cápac en 1525, sus hijos Huáscar y Atahualpa lucharon para ocupar el trono y comenzó una guerra civil que contribuyó enormemente al declive del imperio inca. El desenlace de la guerra dejó a Atahualpa como rey, pero los incas ya habían perdido mucho poder. Además, Francisco Pizarro al llegar con sus tropas a américa secuestró y sentenció a muerte a Atahualpa. La muerte de Atahualpa impulsó por un lado la sublevación de etnias indígenas súbditas de los incas, y por otro, dio esperanza a los partidarios de Huáscar de derrotar a los seguidores de Atahualpa. Estos acontecimientos marcaron el ocaso del imperio inca.
Quechuas y aimaras
En la actualidad existen todavía poblaciones indígenas andinas. Dos ejemplos son los quechuas y los aimaras. Estos pueblos han contribuido enormemente en la cultura argentina, boliviana, ecuatoriana, chilena y peruana sobre todo y constituyen una parte importante de la población total de estos países. Sin embargo, incluso hoy en día sufren discriminación étnica por parte de sus gobiernos.
Referencias
Domenici, V., & Domenici, D. (1996). Talking knots of the Inka. Archaeology, 49(6), 50-56.
Flannery, K. V., & Marcus, J. (1976). Formative Oaxaca and the Zapotec Cosmos: The interactions of ritual and human ecology are traced in this interpretation of a prehistoric settlement in highland Mexico. American Scientist, 64(4), 374-383.
Isbell, W. H. (2004). Mortuary preferences: a Wari culture case study from Middle Horizon Peru. Latin American Antiquity, 15(1), 3-32.
Oliphant, M. (1992). The atlas of the ancient world: charting the great civilizations of the past. Simon and Schuster.
Agradecimientos
Muchísimas gracias a Héctor Mondragón Báez por tu disponibilidad y por toda la información valiosa que me aportó sobre los pueblos precolombinos de América. Gracias por hablarme de su estructura socioeconómica, sobre su cultura y su agricultura. También por resolver todas mis dudas y por aportarme tu punto de vista sobre la historia de los indígenas andinos.