Patriotismo y nacionalismo son dos términos que relacionan al individuo con su nación de origen, o bien, con país de adopción, o con su región de influencia. Los términos son confusos y en el nombre de la Patria y de la Nación se han vertido abundantes regueros de sangre a lo largo de la historia. Las fronteras que delimitan unos países de otros son cicatrices grabadas en la piel de los territorios, que casi siempre se han conformado por diferentes maneras de entender una realidad abstracta e histórica que denominamos nación. ¿Pero que es una nación? Es aquí donde nadie se pone de acuerdo. Unos entienden la nación como un conjunto de personas con un mismo origen, que (generalmente) hablan un mismo idioma y comparten una tradición común. Otros entienden nación como el conjunto de los habitantes de un país regido por el mismo Gobierno.
Aunque los términos patriotismo y nacionalismo puedan parecer sinónimos y a menudo se utilizan como tal, pues ambos se nutren de los mismos mimbres (ideas, sentimientos, símbolos…); son dos posiciones que pueden llegar a representar posiciones muy distintas. El patriotismo suele aceptar lo plural, lo diverso, como algo enriquecedor. El nacionalismo suele hacer precisamente lo contrario: dividir a la sociedad bajo un paraguas chovinista y supremacista. Un paraguas pequeño en los que no todos encuentran cobijo. Vemos pues que el nacionalismo es excluyente. El patriotismo sin embargo es incluyente, no necesita enemigo. El patriotismo une, el nacionalismo desune.
Estas 12 frases te harán entender mejor lo antes expuesto:
1. «Patriotismo es cuando el amor por tu propio pueblo es lo primero; nacionalismo, cuando el odio por los demás pueblos es lo primero.» Charles de Gaulle
2. «El patriotismo es el sentido generoso de la responsabilidad colectiva. El nacionalismo es el gallo jactancioso en su propio corral.» Richard Aldington
3. «Una nación se hace lo mismo que cualquier otra cosa. Es cuestión de quince años y de un millón de pesetas. Con un millón de pesetas yo me comprometo a hacer rápidamente una nación en el mismo Getafe, a dos pasos de Madrid. Me voy allí y observo si hay más hombres rubios que hombres morenos o si hay más hombres morenos que hombres rubios, y si en la mayoría, rubia o morena, predominan los braquicéfalos sobre los dolicocéfalos, o al contrario. Es indudable que algún tipo antropológico tendrá preponderancia en Getafe, y este tipo sería el fundamento de la futura nacionalidad. Luego recojo los modismos locales y constituyo un idioma. Al cabo de unos cuantos años, yo habría terminado mi tarea y me habría ganado una fortuna. Y si alguien osaba decirme entonces que Getafe no era una nación, yo le preguntaría qué es lo que él entendía por tal y, como no podría definirme el concepto de nación, le habría reducido al silencio.» Julio Camba
4. «Amo demasiado a mi país para ser nacionalista.» Albert Camus
5. «Todos somos nacionalistas de algo: la lengua, la memoria, la cultura, la infancia, el fútbol. Pero creo que el senador Maqueda hablaba de otro nacionalismo: el que se envuelve en la bandera local, el exclusivo y excluyente, el de nosotros y ellos. El patológico. El que manipula instintos y sentimientos para conseguir perversa rentabilidad política. Y por ahí, no. En ese sentido, algunos no nos sentimos nacionalistas en absoluto.» Arturo Pérez-Reverte
6. «El nacionalismo es la extraña creencia de que un país es mejor que otro por virtud del hecho de que naciste ahí.» George Bernard Shaw
7. «Por mi vida han galopado todos los corceles amarillentos del Apocalipsis, la revolución y el hambre, la inflación y el terror, las epidemias y la emigración; he visto nacer y expandirse ante mis propios ojos las grandes ideologías de masas: el fascismo en Italia, el nacionalsocialismo en Alemania, el bolchevismo en Rusia y, sobre todo, la peor de todas las pestes: el nacionalismo, que envenena la flor de nuestra cultura europea.» Stefan Zweig.
8. «Los nacionalismos surgen del resentimiento.» Gustavo Bueno
9. «El nacionalista cree que el lugar donde nació es el mejor lugar del mundo; y eso no es cierto. El patriota cree que el lugar donde nació se merece todo el amor del mundo; y eso sí es cierto.» Camilo José Cela
10. «Detesto toda forma de nacionalismo, ideología -o, más bien, religión- provinciana, de corto vuelo, excluyente, que recorta el horizonte intelectual y disimula en su seno prejuicios étnicos y racistas, pues convierte en valor supremo, en privilegio moral y ontológico, la circunstancia fortuita del lugar de nacimiento. Junto con la religión, el nacionalismo ha sido la causa de las peores carnicerías de la historia, como las de las dos guerras mundiales y la sangría actual del Medio Oriente. Nada ha contribuido tanto como el nacionalismo a que América Latina se haya balcanizado, ensangrentado en insensatas contiendas y litigios y derrochado astronómicos recursos en comprar armas en vez de construir escuelas, bibliotecas y hospitales. No hay que confundir el nacionalismo de orejeras y su rechazo del «otro», siempre semilla de violencia, con el patriotismo, sentimiento sano y generoso, de amor a la tierra donde uno vio la luz, donde vivieron sus ancestros y se forjaron los primeros sueños, paisaje familiar de geografías, seres queridos y ocurrencias que se convierten en hitos de la memoria y escudos contra la soledad. La patria no son las banderas ni los himnos, ni los discursos apodícticos sobre los héroes emblemáticos, sino un puñado de lugares y personas que pueblan nuestros recuerdos y los tiñen de melancolía, la sensación cálida de que, no importa donde estemos, existe un hogar al que podemos volver.» Mario Vargas Llosa
11. «El auténtico patriotismo es motivado por la responsabilidad y los propios intereses por uno mismo, su familia y el futuro de este país resistiendo al abuso del poder del gobierno. Rechaza la noción de que el patriotismo significa obediencia al estado.» Ron Paul
12. «Ninguno ama a su patria porque es grande, sino porque es suya.» Séneca