Si creías que la sangre era cosa de los humanos y de los animales, y que no tenía nada que ver con las plantas y los vegetales en general, este articulo «te helará la sangre» (Nunca mejor dicho).
Y es que hay un árbol originario de las Islas Canarias y presente también en algunas partes de Marruecos llamado «árbol dragón» o «drago» (Dracaena Draco) que al cortarlo parece que sangra.
Esta especie tiene la particularidad de producir una resina rojiza que parece sangre humana, que algunos llaman, «la sangre de dragón«.
La «sangre de Drago» se utiliza en la herbolaria tradicional como remedio para heridas y úlceras. Su consistencia es parecida al látex y genera una capa antibacterial sobre la piel que protege de infecciones y le ayuda a sanar.
Su uso medicinal hizo que durante mucho tiempo este árbol fuera talado y comercializaran con esta sustancia que emana de él, lo que casi causa su desaparición.
Una especie similar crece algo mas lejos de nosotros, concretamente en el Amazonas, lugar donde los nativos lo utilizan también para las heridas de la piel y hasta las hemorragias internas.
Actualmente se le considera una especie en peligro de extinción, por lo que en las Islas Canarias existe un área dedicada a su conservación. Allí se puede ver un árbol de drago de mas de mil años de edad.
Debemos de tener en cuenta, que pese a que los árboles y plantas no tienen sangre ni se pueden mover, no dejan de ser seres vivos esenciales en nuestras vidas. Quizá esta sea la metáfora mas hermosa para entender que viven… y que hay que dejarles vivir.