El Imperio español: auge y caída

El Imperio Español fue una de las principales potencias de la Edad Moderna, estableciendo un sistema de dominio intercontinental. Durante más de cuatro siglos, sus territorios abarcaron Europa, América, África y Asia, conectados por una extensa red comercial y administrativa. Su origen se suele situar en 1492, con la conquista de Granada y la llegada de Cristóbal Colón a América, iniciando un proceso de expansión sin precedentes. En el siglo XVI, España consolidaría su hegemonía con la anexión de Portugal (1580-1640), la creación del modelo virreinal y rutas comerciales como el Galeón de Manila. La explotación de minas como Potosí financió la estructura imperial, aunque generó inflación y dependencia de la plata americana. Sin embargo, las guerras constantes y los conflictos internos precipitarían su declive. En el siglo XIX, la grave crisis monárquica, sumada a la ola emancipadora, desarticularon la autoridad española en sus posesiones americanas, que comenzaron a independizarse. El golpe final llegó en 1898 con la pérdida de sus últimas colonias tras la Guerra hispano-estadounidense. A pesar de su desaparición, el legado del imperio pervive en la lengua, las instituciones y los intercambios culturales que marcaron la historia global.

Por Aitor Aguilar Esteban

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