Hoy se cumplen 175 de la fundación de la Guardia Civil. Etimológicamente, «guardia» proviene del gótico wardja, que significa vigilar o guardar. «Civil», por su parte, proviene del latín cívilis, es decir, ciudadano.
Hoy se consolida como uno de los cuerpos policiales existentes más antiguos de España, pero, ¿cuáles son sus orígenes?
Orígenes y consolidación de la Guardia Civil
Sus orígenes se remontan al siglo XIX. Desde 1814, la zona rural de España estaba repleta de excombatientes, desertores y malhechores que, tras la Guerra de la Independencia contra Francia, invadieron los caminos para hacer del bandolerismo su forma de vida. Aunque la figura del bandolero ya existía, su presencia se hace constante a partir de este momento, y una creciente sensación de inseguridad hace que se vea necesaria la creación de un cuerpo que vele por la seguridad de los ciudadanos.
Así, en 1820, el por aquel entonces Ministro de Guerra y primer Duque de Ahumada, D. Pedro Agustín Girón, propuso, inspirado por la Gendarmería Nacional francesa, la creación de la Legión de Salvaguardias Nacionales. Este proyecto no fue aprobado por Las Cortes Generales, no obstante, sirvió para inspirar a su hijo, Francisco Javier Girón y Ezpeleta, II duque de Ahumada, en la génesis de la Guardia Civil.
Así, hace hoy 175 años, bajo el amparo de Isabel II, el 13 de mayo de 1844 se firma el Real Decreto fundacional de un “cuerpo especial de fuerza armada de Infantería y Caballería”, que estaría bajo la dependencia del Ministerio de la Gobernación. Se llamaría Guardia Civil y estaría destinado a «proteger eficazmente las personas y las propiedades» y a cuyo cargo estaría D. Francisco Javier.
En sus orígenes, la Guarda Civil constaba de 14 jefes, 232 oficiales y 5769 guardias, que se repartían en 14 Tercios. De esta manera se pretendía recuperar un término que gozaba de mucho prestigio en la historia militar de la península: los Tercios de los Austrias; una de las fuerzas militares más importantes y modélicas del siglo XVII, famosos por su resistencia en combate, su capacidad de obra y su potencia en formación.
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El código moral que seguiría la Guardia Civil se recogió en la llamada «Cartilla del Guardia Civil». Esta cartilla, escrita por el Duque de Ahumada en 1845, recogía los reglamentos y el soporte moral de la Institución. El cuerpo debía servir a España y a los españoles de manera independiente a los vaivenes políticos, y, según se recoge en dicha cartilla, el espíritu benemérito es el principio clave que siguen sus hombres. «El honor es la principal divisa del guardia civil; debe, por consiguiente, conservarlo sin mancha. Una vez perdido, no se recobra jamás”.
El 10 de octubre, por el cumpleaños de la reina Isabel II, la Guardia Civil realiza su primer servicio: cubrir la carrera de la comitiva de la reina desde Palacio hasta las Cortes. Más tarde, en 1847, lleva a cabo su primera misión internacional, cuando asiste a Portugal para patrullar y garantizar la seguridad ciudadana en Oporto, dado que Portugal estaba en guerra civil.
El Tricornio
Uno de los símbolos más característicos de la Guardia Civil fue su sombrero. Conocido popularmente como “tricornio”, aunque de manera oficial se llamaba “sombrero negro”, se estableció como elemento distintivo que la distinguía de otros cuerpos. Como elemento omnipresente en el imaginario colectivo, el tricornio fue repetidamente descrito por los viajeros y se fue cargando de significado gracias a sus relatos. Los testimonios de los viajeros nos dejan las, en ocasiones, rocambolescas impresiones al respecto de este símbolo y de su posible uso u origen: desde la idea de que su forma era de utilidad para que los guardias se pegasen a la pared y atrapasen a los malhechores, hasta su utilidad para proteger las orejas de los guardias, pero por el contrario su baja efectividad para protegerse de la lluvia; o su vinculación con la Gendarmería francesa o su carácter arcaico que se vinculaba con los monigotes de las ferias. Un ejemplo de estos testimonios nos lo aporta el escocés coronel H. A. Newell, autor de Footprints in Spain (1922): «their hats are extremely curious, almost grotesque, with a decided suggestion of comic opera»
Aunque el tricornio se encuentra ya en desuso excepto en determinados servicios de seguridad en edificios oficiales, ha sido uno de los elementos más distinguidos del cuerpo.
«La Benemérita» o el «Instituto Armado» son algunos de los nombres con los que se ha conocido a la Guardia Civil. Se creó con objeto de salvaguardar la seguridad de los ciudadanos ante el vandalismo de los bandoleros y, gracias a ella, eventos tales como el robo del ganado o el asalto a los viandantes se hicieron poco a poco menos frecuentes, hasta que a finales del siglo XIX este fenómeno quedó totalmente erradicado en España. A día de hoy, esta es una de las pocas instituciones que se ha mantenido de manera continuada desde su creación.
Referencias
- http://www.guardiacivil.es/es/index.html
- https://www.abc.es/espana/20140918/abci-duque-ahumada-guardia-civil-201409171756.html
- https://losojosdehipatia.com.es/cultura/historia/los-tercios-la-potencia-militar-de-los-austrias/
- http://www.benemeritaaldia.org/guardia-civil/historia-de-la-guardia-civil/9395-por-que-el-escudo-de-la-guardia-civil-usa-un-simbolo-de-la-republica-romana.html
- http://gcivil.tripod.com/emblema.html
- El tricornio de la Guardia Civil como símbolo literario en los relatos de viajeros de habla inglesa del siglo XX. José Ruiz Mas, Departamento de Filologías Inglesa y Alemana, Universidad de Granada.