Las Guerras de Marco Aurelio

Marco Aurelio es considerado uno de los Cinco Buenos Emperadores. Fue gobernante del Imperio romano entre los años 161 y 180 d. C. Una de sus características más destacadas es que cultivó la filosofía y fue un representante del estoicismo. No obstante, no menos importante que su faceta de “sabio” y que su gestión interna, son los conflictos bélicos externos que constituyen elementos determinantes durante su período de emperador. Las campañas militares más relevantes fueron, por un lado, la que se desenvolvió en la provincia romana de Asia contra el imperio parto y aquellas contra los pueblos germánicos invasores.

Richard Harris interpretando a Marco Aurelio en Gladiator.

Su campaña en las guerras párticas

La campaña de Marco Aurelio en las guerras párticas transcurrió entre el 161 y el 166 d. C. Esto quiere decir que empieza el mismo año en el que fue nombrado emperador. Hay que señalar que ostentó el título de Augusto (título de los emperadores del Imperio romano) de forma conjunta con Lucio Vero, sin embargo, fue Marco Aurelio quien desempeñó el rol preponderante.

Las guerras párticas enfrentaron a Roma contra Partia, las cuales pugnaron por el dominio de Oriente Próximo. Uno de los objetivos centrales para los romanos era mantener el control de la ruta de la India, de la que provenían provisiones importantes y objetos de valor. Esta guerra intercaló períodos de guerra con otros de paz y tregua. Normalmente las batallas empezaban con la ofensiva de los partos para ocupar Siria y Armenia, y después llegaba el contraataque romano para recuperar y reforzar las provincias. Entre los años 53 a. C. y 218 d. C. se siguieron las campañas más relevantes por parte del Roma, las cuales estuvieron a cargo de Craso, Marco Antonio, Nerón, Trajano, Marco Aurelio, Septimio Severo y Caracalla.

Partia fue el centro cultural y político de las dinastías arsácidas, y estaba situada al noreste de la región de Irán. El Imperio partia extendía su influencia por los territorios de toda esa zona geográfica. Por otro lado, Asia era una provincia romana que funcionaba como una división administrativa senatorial regida por un procónsul.

El conflicto por el control de Oriente Próximo volvió a ser candente en el año 161 cuando el renovado imperio parto atacó territorios romanos y derrotó a dos de sus ejércitos, además de invadir Armenia y Siria, y tomar Antioquía. Esto se produjo en el marco de las disputas para el ascenso al trono armenio. Mientras que los romanos apoyaban a Soemo, los partos defendieron el ascenso al poder de Pacoro. El general Osroe del imperio partia se enfrentó y venció a las dos legiones de Marco Sedatio Severiano en la batalla de Elegeia para defender su postura y dejar clara la situación.

Ante tal circunstancia, Marco Aurelio envió al coemperador Lucio Vero para enfrentar a los asaltantes con las legiones que se encontraban en Oriente. De este modo empezó la guerra que duró hasta 166 y concluyó con la victoria romana gracias al desempeño de generales como Avidio Casio, Marco Estacio Prisco Licinio Italico o Publio Marcio Vero.

Vero y sus generales reunieron un ejército de dieciséis legiones en Anatolia. Los romanos conquistaron Artaxata y empezaron la preparación para el ataque en Mesopotamia. Los persas cruzaron el Éufrates, abandonando la Siria romana para no quedar atrapados en ella por el inminente avance romano. En el 165 empezó el mencionado ataque y tomaron Dausara, Edesa, Carras y Nisibis. Para esto tuvieron que vencer en las batallas de Sura, Nichephorium y Dura Europos. Posteriormente saquearon Seleucia, Osroene y Ctesifonte. Los romanos llegaron a cruzar el Tigris en 166 para entrar en Media, pero tuvieron que volver, pues su avance se vio lastrado por la peste.

De este modo, la campaña de Marco Aurelio supuso la conservación de Mesopotamia, el derrocamiento de Pacoro y la imposición de Soemo como rey, todo lo cual aseguró el control de la región.

Busto de Marco Aurelio. Gliptoteca de Múnich.

Las guerras marcomanas

Las guerras marcomanas enfrentaron al Imperio romano contra pueblos germánicos ribereños del Danubio. Los marcomanos fueron uno de esos pueblos germánicos que en el siglo II entraron en confederación con los cuados, vándalos y sármatas para oponerse al Imperio romano. Marco Aurelio se e encontró en la tarea de contener la mayor invasión bárbara acontecida desde la época de la República. Además, el problema se agravó por las bajas de las guerras párticas y por las muchas de las legiones estaban en Oriente.

En el siglo II tribus escandinavas y pueblos germánicos como los gépidos y los godos se trasladaron hacia el sur y el oeste ejerciendo presión sobre otros pueblos, lo cual produjo una reacción en cadena en Germania por la que cada migrante presionaba a un tercer pueblo en la lucha por territorios. Estos conflictos llegaron a las regiones romanas. El resultado fue la aparición de incursiones de pueblos germánicos en la frontera norte del Imperio romano. En 162 catos y caucos entraron en Germania Superior y en Raetia pero Roma los repelió sin gran esfuerzo, a pesar de ser una ofensiva continua que duró hasta 165. Sin embargo, esto no era más que el comienzo de lo que empezará el año siguiente.

En 166 un ejército de lombardos, osos, ubios y lacringios invadió la provincia romana Pannonia Superior, pero fue destruido. Por este motivo el gobernador de la provincia tuvo que negociar con el rey de los marcomanos, Bellomarius, que representó a los pueblos germánicos y acordaron una paz de la que Marco Aurelio desconfiaba. En 167 los sármatas atacaron Dacia y durante el conflicto murió el gobernador, por lo que la Legio V Macedonia, que estuvo en las guerras párticas, se trasladó hasta el lugar. Durante 168 se realizó la primera expedición a Germania debido a los continuos ataques fronterizos de marcomanos, victumalos, vándalos y caudos. Con la llegada del ejército imperial los ataques se detuvieron. Para el efecto se crearon dos legiones nuevas, las Legio II Italica y III Italica, con las que controlaron Pannonia junto a la Legio XIV Gemina Martia Victrix.

Tras la muerte de Vero en 169, el ejército romano atacó a los sármatas yacigios y avanzó por el valle del río Tisza. Los sármatas roxolanos y los costobocos aprovecharon la retirada de la Legio V Macedonia para saquear Tracia e incluso llegaron a Grecia donde profanaron el templo de Eleusis en 170. Por otro lado, en la primavera de ese mismo año un ejército de marcomanos, victumalos, hermunduros, naristos y cuados devastó las guarniciones de la frontera romana situada entre Vindobona y Brigetio, y consiguió entrar en territorio del imperio. El ejército comandado por Bellomarius avanzó por Pannonia y alcanzó la victoria contra veinte mil soldados romanos en la Vía Ambra. Los germanos continuaron hacia el sur, cruzaron los alpes, penetraron en la Galia Cisalpina y asolaron Opitergium y Aquilea.

Marco Aurelio se dispuso a encerrar a los germanos, por un lado, movilizando un nuevo ejército desde Roma al que se le juntaría la Legio XIV Gemania; y por otro, con la fuerza de los gobernadores de Pannonia Superior e Inferior junto a la Legio I Adiutrix, la Legio II Adiutrix y la Legio X Gemina; ambos dirigidos hacia Aquilea. Ante el ataque, los bárbaros se retiraron a Raetia y Noricum e intentaron negociar la paz con el emperador. La respuesta del emperador fue una expedición de castigo con la que derrotó y expulsó del imperio a los marcomanos y victumanos con un ejército comandado por Publio Helvio Pertinax.

Marco Aurelio también tuvo que lidiar con la sublevación de Avidio Casio, quien fuera un héroe de las guerras párticas, pues se proclamó emperador en 175 y dominó zonas del este del imperio como Egipto. La rebelión de Avidio Casio empezó al llegarle la errónea información de que el emperador había muerto y continuó después de tener noticia de que no era cierto. Finalmente, Casio fue asesinado ese mismo año por sus propios hombres, ya que la posición de Marco Aurelio era más fuerte y sus lealtades mayores. A su vez, Marco Aurelio contuvo una incursión mauritana en la provincia Bética en 176 y 177.

Estatua ecuestre de Marco Aurelio, Museos Capitolinos.

La guerra fue prolongada y difícil pero Marco Aurelio consiguió detener los ataques invasores, a pesar de que los marcomanos y los caudos consiguieron vencer a los romanos en diversas ocasiones. Los conflictos se alargaron hasta 189, año en el que acabó una última ofensiva de caudos y marcomanos empezada en 186. En aquel momento el emperador era Cómodo, el hijo de Marco Aurelio, ya que éste había muerto en el año 180. Marco Aurelio pasó todo su gobierno guerreando y defendiendo el imperio, lo cual lo realizó con éxito.

 

 

Bibliografía

Grimal, P. Marco Aurelio. Ed. Fondo de Cultura Económica. 1997: México D.F.

Birley, A. Marco Aurelio: la biografía definitiva. Ed. Gredos. 2009: Madrid.

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