En Internet debemos utilizar la lógica y el sentido común, como lo haríamos en la vida real. Las consecuencias de una mala utilización de la red van más allá del plano virtual, pudiendo generar graves consecuencias reales.
Ten en cuenta este decálogo de recomendaciones para evitar peligros presentes en la actividad diaria de los internautas. Entre los riegos podemos encontrar el bullying, el sexting, el grooming o el Phishing, los cuales se encuentran relacionados y se mezclan entre ellos.
El bullying es el término inglés, empleado también en castellano, para referirse al acoso escolar. Es fácil encontrar contextos en Internet que propician situaciones de burla hacia terceros. Relacionado con el entorno escolar, esto puede ocasionar la aparición de actividades de acoso, verdaderamente dañinas física, psicológica y moralmente para cualquier persona. El bullying es cualquier forma de maltrato persistente y reiterado, el cual daño recurrente puede darse a través de los medios de comunicación digitales. En este caso se trataría de cyberbullying o ciberacoso.
El sexting también es un anglicismo que alude al envío de mensajes con contenido sexual a través de teléfonos móviles u ordenadores. El término contrae las palabras sex y texting, y en un principio estaba relacionado con los mensajes SMS. Los contenidos más usuales son mensajes escritos, pero también son habituales los materiales eróticos y pornográficos en formato foto o vídeo. Dicho material puede ser usado para violar la intimidad personal propagando el contenido por las redes, para agredir la sensibilidad de otros usuarios o para propiciar contextos de mofa, desprecio e insultos.
El grooming es un vocablo inglés usado para designar al engaño pederasta. Las conductas de un adulto llevadas a cabo de manera deliberada para ganarse la confianza y abusar sexualmente de una persona menor de edad son muy comunes en Internet. Los engaños se vehiculan y se perpetran con mayor facilidad en este medio de comunicación e información. Muchas veces el objetivo del delincuente sexual es inducir al menor a producir material pornográfico infantil o conducirlos a la prostitución infantil.
El phishing consiste en la suplantación de identidad, lo cual constituye una forma de abuso informático con el que se adquiere fraudulentamente información confidencial para obtener beneficio de la usurpación. Los casos de phishing, o pharming, han ido en aumento, y es frecuente la obtención de información bancaria, tarjetas de crédito y contraseñas relacionadas. También se dan casos de suplantación para dañar la imagen de la persona perjudicada.
¿Qué se puede hacer para evitarlo?