Josef Mengele: el ángel de la muerte

¿Quién fue Josef Mengele?

Josef Mengele nació el día 11 de marzo de 1911 en la ciudad alemana de Günzburg. En el año 1935 consiguió el doctorado en antropología física por la Universidad de Múnich. Dos años más tarde, comenzó a trabajar con el Dr. Otmar von Verschuer, el cual era muy conocido como consecuencia de sus investigaciones con gemelos. Fue en ese mismo año cuando Mengele se unió al partido Nazi.

Un año después y, tras haber recibido su título de médico, se sumó a las SS o escuadras de protección. En el mes de junio de 1940 se ofreció como voluntario para formar parte del servicio médico de las fuerzas armadas de las SS. Sin embargo, aun tendría que esperar hasta 1943 para ser enviado como médico al campo de concentración de Auschwitz, su sueño.

Josef Mengele

¿Qué atrocidades cometió?

Como ya se sabe, Josef Mengele ha pasado a la historia con el apodo del “ángel de la muerte” debido a los horribles experimentos que llevó a cabo en Auschwitz.

No tardó mucho en ser conocido al llegar al campo. Llamó la atención tanto de los soldados alemanes como de los reclusos, debido a que consiguió acabar con la epidemia de tifus que estaba asolando ese lugar. Sin embargo, la forma en la que lo hizo fue despiadada e inhumana enviando a la cámara de gas a todos aquellos que presentaran algún síntoma de esta enfermedad. Algunos supervivientes han llegado a afirmar que fue sorprendente la frialdad con la que lo hizo.

Experimentación con gemelos

No obstante, lo que más ha destacado de este médico a lo largo de la historia, ha sido la experimentación con gemelos. Era increíble la obsesión que tenía con este tipo de sujetos debido a que los nazis pensaban que en los gemelos estaba la clave para lograr la reproducción selectiva de la raza aria.

Al cruel doctor le encantaba realizar pruebas de radiación y resistencia del dolor en humanos. Para todos estos fines resultaban muy útiles los gemelos, pues multiplicaban las posibilidades de estudio. Si uno fallecía durante los experimentos, se podía continuar la investigación con su hermano. Entre las atrocidades cometidas a estas personas se puede destacar la infección con tifus y la extracción de sangre en varias etapas, con el fin de seguir el curso de la enfermedad hasta su muerte. Con esto pretendía comprobar sus similitudes anatómicas y sus reacciones a diversos experimentos.

Esto, sin embargo, no era todo a lo que su crueldad podía llegar. Son también famosos sus experimentos con bebés, especialmente, uno en el que intentó crear siameses a partir de dos bebés gemelos. Para ello, los cosió por la espalda hasta las muñecas y los llegó a unir incluso por las venas.

Los gemelos que Mengele utilizaba para sus experimentos eran agrupados en barracas separadas de las de los demás, en las cuales tenían mejor alimentación y mejores condiciones de vida para que su salud estuviera correcta y pudieran, por tanto, servir a Mengele en sus experimentos.

Las gemelas Eva y Miriam Kor usadas por Josef Mengele en sus experimentos

Experimentación con personas que tenían malformaciones genéticas

Además de con los gemelos, Mengele realizó sádicas pruebas en personas que contaban con algún tipo de malformación genética. Así, pretendía conocer si dichas malformaciones eran hereditarias o si tenían alguna clase de relación con la raza. Dentro de este grupo, destacan siete enanos de la familia Ovitz, de raza judía y que se ganaban la vida interpretando jazz y realizando espectáculos para una compañía de circo llamada “Liliput Troupe”. Entre las pruebas que a este abominable médico se le ocurrió hacer destacan la extracción de médula ósea y la introducción de agua hirviendo en sus oídos. Afortunadamente, hay que decir que esta familia tuvo suerte porque logró salir con vida de Auschwitz y volver a su Transilvania natal.

La familia Ovitz

Los intereses de investigación de Mengele no terminaban aquí, sino que tenía una enorme fascinación por la heterocromía, es decir, una condición por la que algunas personas tienen los iris de los dos ojos de diferente color. Así, juntaba los ojos de sus víctimas asesinadas para contar con “material de investigación” para su compañero Karin Magnussen, el cual se dedicaba a la investigación de la pigmentación ocular. Dentro de este campo, él mismo también llevó a cabo experimentos con los que pretendía encontrar la forma de modificar artificialmente el color de los ojos. Intentó, así, cambiar, mediante inyecciones químicas, los ojos de varios niños con el fin de volverlos azules.

Un médico prisionero en Auschwitz relató lo siguiente con respecto a Josef Mengele:

“Vi una mesa de madera. Sobre ella había muestras de ojos… Eran de color amarillo pálido hasta azul claro, verde y violeta… Los ojos estaban pinchados como si de mariposas se tratase. Pensé que había muerto y que ya estaba en el infierno”.

Otros horribles experimentos de Mengele

Otro de los experimentos de Mengele tiene como protagonista a una madre lactante, a la cual obligó a cubrirse los pezones con el fin de averiguar cuánto tiempo es capaz de vivir un recién nacido sin alimento. Además, y, para preservar la raza aria, llevó a cabo nuevos métodos de esterilización en mujeres, los cuales eran dolorosos y, en muchas ocasiones, resultaban letales.

Como la mayoría de los “científicos” que trabajaban en Auschwitz o en otros campos de concentración, Mengele recibió ayuda de médicos que se encontraban entre los prisioneros con el fin de que estos realizaran tareas macabras o autopsias a sus víctimas asesinadas. Aquí hay que resaltar el importante papel que tuvo como testigo el médico y prisionero judío Miklos Nyiszli, el cual fue obligado a ayudar a Mengele y, posteriormente, publicó su experiencia en húngaro, dando a conocer las atrocidades cometidas por el “ángel de la muerte”.

Josef Mengele pretendía utilizar toda esta investigación de Auschwitz para realizar una segunda tesis posdoctoral necesaria en su entrada dentro de un cuerpo docente universitario en tierras en las que se hablara la lengua alemana.

¿Qué fue de Josef Mengele tras la Segunda Guerra Mundial?

Cuando en enero de 1945 las tropas soviéticas avanzaban por el oeste de Polonia, Mengele se fugó de Auschwitz. De ahí se dirigió hasta el campo de concentración de Gross-Rosen, localizado en Rogoznika (Polonia), quedándose en este lugar hasta su evacuación. Luego se dirigió hacia el oeste. Todo esto con la intención de evitar su captura por parte del ejército soviético, ya que las consecuencias que esta tendría para él están claras tras las múltiples atrocidades cometidas.

En la posguerra posterior al fin de la Segunda Guerra Mundial, Menguele estuvo bajo custodia de los Estados Unidos. No obstante, los funcionarios norteamericanos le liberaron rápidamente, a pesar de que su nombre estaba ya en la lista de criminales de guerra buscados. Desde el verano de 1945 y hasta el año 1949, el médico, usando documentos falsos, estuvo trabajando como peón de campo en Baviera. Gracias a la ayuda de su próspera familia, pudo emigrar a Sudamérica estableciéndose, así, en Argentina.

Pero, debido a que sus crímenes estaban bien documentados ante el IMT (Tribunal Militar Internacional), su búsqueda no cesó. Como consecuencia de la captura de Adolf Eichmann (oficial nazi de la Segunda Guerra Mundial, responsable directo de la denominada “Solución Final” y del transporte de personas a los campos de concentración) en Buenos Aires, Mengele decidió marcharse de Argentina a Paraguay y, posteriormente, establecerse en Brasil. Pasó los últimos años de su vida en San Pablo. Su salud empeoraba cada día hasta que sufrió un accidente cardiovascular mientras nadaba en un centro vacacional. Acabó ahogándose en ese accidente el día 7 de febrero de 1979. Lo enterraron en un suburbio de San Pablo usando el nombre falso de “Wolfgang Gerhard”.

Seis años más tarde, la policía alemana, trabajando con pruebas que habían sido confiscadas a un amigo de la familia de Mengele, fueron capaces de encontrar su tumba y exhumar su cadáver. Luego, expertos forenses brasileños afirmaron que, efectivamente, ese era su cuerpo. Esto fue finalmente confirmado en 1992 mediante pruebas de ADN.

Por tanto, Josef Mengele fue capaz de huir de sus captores durante 34 años. No llegó a comparecer en ningún juicio por ninguno de sus actos, a pesar de que su nombre sí fue varias veces mencionado en el denominado “Juicio de los Médicos” del año 1947 (uno de los trece juicios de Nuremberg que fueron realizados con el fin de juzgar a todos los oficiales nazis involucrados en este exterminio). Su familia afirmó en dicho juicio que había muerto, a pesar de ser falso.

Juicio de los Médicos en Nuremberg

Su asistencia también debería haber tenido lugar en el Juicio de Auschwitz-Frankfurt que se desarrolló entre 1963 y 1965. En él se le acusaba de haber matado a 153 niños y, también, de las selecciones desarrolladas a pie de vagón en los trenes. Estas selecciones de los enfermos consistían en eliminar a todos aquellos considerados “no aptos”, es decir que, debido a alguna incapacidad, a la propia hambre o al mismo agotamiento y que no se preveía que pudieran tener una recuperación a corto plazo, no eran bien recibidos en el campo de concentración porque su productividad en él sería nula. Dentro de este grupo estaban también los que tenían alguna enfermedad contagiosa o que se pudiera considerar que no eran estéticas y, por tanto, completamente desagradables para la vista. Todas estas personas fueron asesinadas mediante inyecciones, fusilamientos, asfixias o en las propias cámaras de gas.

En cambio, se seleccionaba como “aptos” a aquellos a los que se consideraba los suficientemente fuertes y sanos como para poder ser productivos en las labores del campo.

En el año 1959 se llevó a cabo una orden de extradición que Mengele ignoró. Se llegaron, incluso, a ofrecer recompensas por su captura y fueron varias las operaciones clandestinas que intentaron capturarlo, tanto en Argentina como en Brasil. No obstante, ninguna tuvo éxito.

¿Cómo ha pasado Josef Mengele a la historia?

Josef Mengele era, en realidad, un personaje poco conocido tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, pero un grupo de escritos históricos atrajeron la atención sobre él. Así, al final ha llegado a tener proporciones de carácter mítico como criminal de guerra. Hay que destacar, también, la enorme influencia que el médico von Verschuen tuvo sobre él y sobre sus acciones.

La figura de Mengele ha sido mitificada en el cine, incluso estando él aún vivo. A mediados de la década de los 70, se desarrollaron dos películas de ficción que trataban sobre su vida. La primera de ellas era Marathon Man del año 1976 y la segunda Los niños del Brasil (1978).

Curiosa y paradojamente, los huesos de Josef Mengele son actualmente utilizados por los estudiantes de medicina de la Universidad de Sao Paulo (Brasil).

Los niños del Brasil

Bibliografía

Gerald L. Posner, John Ware. (2005). El médico de los experimentos de Hitler. La Esfera de los Libros

Gerald L. Posner, John Ware. (2005). ‘Mengeleel médico de los experimentos de Hitler’ de Red de Bibliotecas Universitarias (REBIUN) Sitio web: https://dialnet.unirioja.es/servlet/libro?codigo=254559

Olivier Guez. (2018). Libros en Google Play La desaparición de Josef Mengele. Tusquets. Argentina

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