La erupción apocalíptica

La cultura minoica o cretense es la primera gran cultura europea de la Edad del Cobre y del Bronce. Está cultura se localizó en la isla de Creta entre los años 2700 y 1450 a. C.

Los minoicos no se llamaban así mismo minoicos. Este apelativo se lo puso el famoso arqueólogo inglés Sir Arthur Evans, en honor al legendario Rey Minos que cuenta la leyenda habitó en la Isla de Creta, ya que este estudioso fue el que descubrió el Palacio de Cnossos.

El Palacio de Cnossos de la Isla de Creta es sin duda la construcción de la época más importante. Se construyó hacia el 2000 a.C. pero alcanzó su máximo esplendor siglos más tarde. Fue reconstruido tras varios terremotos y destrucciones durante el II milenio a.C. Esta zona del Egeo soporta una elevada actividad sísmica y  es muy propicia a terremotos, tsunamis y erupciones volcánicas.

La distribución del palacio de Cnossos es confusa y laberíntica, consecuencia de un crecimiento orgánico. Cuando Evans descubrió el palacio llegó a pensar que estaba ante el famoso laberinto del la leyenda del Minotauro, Teseo, el hilo de Ariadna y el Rey Minos. Ya tenemos claro por qué Evans bautizó a esta cultura como «minoica».

La civilización minoica era una civilización muy avanzada. Las antiguas culturas observando el firmamento sabían que cada 2150 años aproximadamente, una nueva constelación del zodiaco se solapaba con el amanecer solar en el equinoccio de primavera. Esto tiene que ver con el movimiento de precesión de la tierra. En astronomía, la precesión de los equinoccios es un cambio muy lento y gradual en la orientación del eje de rotación de la Tierra. Esto hace da lugar a las eras astrológicas. Hoy en día vivimos en la era de Piscis pero tenemos ya un pie, como decía la canción en la era de Acuario. Los cretenses sin embargo nacieron en la edad de Tauro y vieron la transición a la época de Aries. Esto no es casual. La cultura de Creta está íntimamente ligada al toro como así lo atestigua la leyenda del minotauro o las escenas murales y decorativas que representan la taurocatapsia,  un ejercicio en el que los gimnastas realizaban demostraciones de agilidad con la mediación de un toro salvaje.

La civilización minoica colapsó en el 1400 a.C.  Esta fecha viene a coincidir con la erupción volcánica de la Isla de Thera (Santorini), una de las mayores y más devastadoras erupciones de la historia. Mucho más violenta que la del Vesubio. Esta erupción se sintió en toda la cuenca Mediterránea y fue capaz de crear terribles tsunamis que barrieron los puertos de Creta y pusieron en grave crisis a los habitantes de esta adelantada civilización . Conviene recordar que la zona de dominio cretense llegó también a las islas del Egeo. En la misma Isla de Thera (Santorini) hay un importante yacimiento arqueológico de cultura minoica: Akrotiri; que quedó sepultado tras la erupción por una enorme capa de piedra pómez; hecho que favoreció su conservación. Para muchos autores la explosión de Thera y su posterior tsunami pudo dar origen a mitos como la Atlántida. ¿Podría ser Santorini la Atlántida? Lo único que no cuadra con el relato platónico es la fecha, pues todo lo demás encaja como anillo al dedo: civilización avanzada, forma de la isla con anillos concéntricos, geografía escarpada, cultura sepultada bajo el mar…  La sugerente hipótesis de una Atlántida minoica ha tenido cierta aceptación y captado muchos seguidores, entre los que se encontraba el fallecido oceanógrafo francés Jacques Cousteau. También algunos autores se atreven a señalar la devastadora explosión como la causa de las plagas de Egipto relatadas en la Biblia.

El volcán primero avisó con una columna de humo. Sobre Akrotiri empezó a caer una lluvia de ceniza y piedra pómez. Quien pudo agarró atropelladamente unas pocas pertenencias antes de embarcarse y emprender la huida. En cuestión de horas se produjo un ruido ensordece­dor. Una columna de cenizas y rocas volcánicas de más de 30 kilómetros de altura se elevó hacia el cielo. Flujos piroclásticos candentes barrieron la isla, y la cámara de magma se vació en un abrir y cerrar de ojos.

Las consecuencias fueron apocalípticas. Las cenizas taparon el sol. En toda la cuenca mediterránea reinó la oscuridad durante días enteros. Quizá meses. Las olas provocadas alcanzaron los 10 metros de altura y barrieron islas enteras. Las costas de Creta, que se encuentran a unos 100 km. de Santorini se vieron gravemente azotadas por el mar. Se dice que cambió el clima de la tierra, y la fauna y la flora se vieron muy afectadas.  El enfriamiento del clima ha quedado registrado en anillos de los árboles incluso en Canadá.

Aquel catastrófico día, parte del conocimiento acumulado a lo largo de su historia de poco les serviría a unas gentes pertenecientes a una civilización tan avanzada.  Todo se fue al traste por culpa de una fuerzas telúricas que fueron incapaces de controlar. ¿Cambió la historia de Occidente cambió para siempre en esta aciaga jornada? Son muchas las preguntas que se hacen los historiadores.

Te recomiendo que veas el siguiente documental que parte de una atrevida hipótesis. ¡Ojo! Si visitas Santorini con el mito de la Atlántida como bitácora puede que te sumerjas en la leyenda y quedes convencido de que los minoicos eran atlantes.

 

 

Antes de que te vayas…

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