Entrevista a Miguel Ángel Ferreiro
Nacido en Ordes (La Coruña) en 1981, Miguel Ángel Ferreiro Torrado se licenció en Artes Gráficas antes de ingresar en las Fuerzas Armadas, en concreto en la rama naval, la Armada Española. Aunque ha dedicado su vida al noble oficio de las armas, su formación naval le permitió desde muy pronto tener un contactos in situ con la costa africana, uniéndose a su interés por la Historia. Tras ejercer como secretario de operaciones de la Armada, estuvo destinado cuatro años en Melilla, formando parte de la Asociación de Estudios Melillenses, profundizando aún más sus estudios. Tras su etapa melillense volvió a Madrid, al Estado Mayor de la Armada y de allí a la Guardia Real, cuerpo en el que actualmente ejerce su labor militar.
Respecto a la Historia, es licenciado en Historia del Arte por la Universidad de Educación a Distancia (UNED), y dirige la revista digital El Reto Histórico, centrada en la divulgación histórica. Compaginando su profesión castrense y de diseñador, colabora en varios medios digitales, como la Revista Centinela, y en varios medios de comunicación, como Radio Nacional de España (RNE), esRadio y otras radios locales de Ceuta y Melilla, así como la colaboración también en esta casa, Academia Play, siendo el autor del guión de El conflicto del Sáhara. La reciente publicación (octubre de 2022) por parte de la Editorial Edaf de su primer ensayo, La segunda columna: lo que dejamos en África, nos da la oportunidad de charlar con él acerca de su opera prima en torno al interesante, y muchas veces tormentoso (e ignorado), papel histórico de España en África, así como su legado en la actualidad.
Lo primero de todo, Miguel Ángel, muchas gracias por prestarte a esta entrevista y enhorabuena por el libro, deseando que sea un éxito y sirva para profundizar más y mejor en el apasionante mundo de la divulgación histórica. Entrando ya en harina, y son unas preguntas que te habrán realizado muchas veces en los últimos meses, ¿por qué el título escogido, «La segunda columna«? ¿Qué te ha llevado a escoger este tema, las relaciones a lo largo de la historia de España con la meridional África?
Muchas gracias a vosotros por dar a conocer mi trabajo en un espacio de referencia para la divulgación histórica como es Academia Play, eso en primer lugar.
Por el resto, bueno, ciertamente con el título “La segunda columna” lo que buscaba era generar un juego de palabras. Cuando uno habla de relaciones entre África y España, se tiende a pensar siempre en una campaña militar, significando esa “columna” una columna militar; pero cuando abres el libro, las primeras palabras te dan la referencia concreta: el mito de Hércules. Con lo que se desmonta lo que se cree saber y te adentras en un camino desconocido, el del conocimiento.
El mito que da nombre al libro, el de Hércules o de Melkart, es el que habla de cuando separó dos montes que cerraban el Estrecho, Abila (Ceuta) y Calpe (Gibraltar), dejando que el agua del Mar Océano entrase al Mediterráneo. Después, en cada uno de los montes, colocó una columna marcando ese “Non plus ultra” (No hay más allá), unos símbolos que a día de hoy acompañan nuestro emblema nacional. La segunda columna sería la africana, la que hoy estaría en Ceuta, ya que yo narro la historia desde España, donde está la primera, ubicada en Gibraltar. Por descontado cabe destacar que solamente esa segunda columna es española, pues la primera está ocupada por Gran Bretaña, como bien sabemos.
El tema lo elegí tras pasar unos años en Melilla. Allí comencé a ser consciente de la antigüedad de las relaciones hispano-africanas y en la necesidad de estudiarlas para entender correctamente la situación contemporánea y los conflictos que marcaron nuestra historia en esas latitudes. Pocos trabajos son tan extensos y responden a tantas preguntas como yo he planteado. Básicamente el libro son respuestas a esas cuestiones que yo mismo me hago.
A lo largo de los muchos siglos que abarcas en el libro son muchos los acontecimientos, fechas, datos, personajes que se suceden. Desde las edades prehistóricas hasta comienzos del siglo XX, puede llegar a ser una cantidad de información casi inabarcable, abrumadora, de ahí que tu arduo trabajo de síntesis sea encomiable. Como es sabido, la historia del hombre es el resultado de procesos colectivos, más si cabe en períodos donde puede escasear la documentación o ser poco fiable. Es difícil, en suma, quedarse con un personaje y un acontecimiento concretos pero, si tuvieras que elegir por su influencia y relevancia históricas, ¿con que personaje(s) y acontecimiento(s) te quedarías y por qué?
Efectivamente, es muy complejo, porque cada época, cada batalla, constructo artístico o decisión, e incluso cada fase histórica, tiene sus protagonistas. Pero, precisamente, por esto también te das cuenta de que hay gente que ha hecho mucho más que otra, o que ha dejado mucha más huella en la Historia.
Es el caso de Fernando el Católico, por ejemplo, cuyo control militar de los países norteafricanos me sorprendió mucho o el caso del califato de Córdoba, un estado ibérico que controló durante algo más de un siglo el norte de África hasta las rutas saharianas. También destacaría la Compañía de Mogataces, unos soldados que surgen de las kábilas amigas del Oranesado (Orán) que quieren servir a España y participan en todas las guerras en las que se involucra la Nación hasta bien entrado el siglo XX, muy desconocidos también. Todos estos personajes dan otro significado a nuestra historia, cambian por completo la forma de ver las relaciones entre las dos orillas y colocan a España, o a los estados hispanos, en una posición preeminente en la historia del entorno mediterráneo.
Si hay un parteaguas en la historia del mundo antiguo esa es Roma, la última y la más grande y decisiva civilización del mundo antiguo. La zona que nos atañe también se vio unida al mundo romano, siendo los confines occidentales del Mare Nostrum. Fueron muchos siglos de presencia de la ciudad de las siete colinas en el lugar que nos atañe, dejando su impronta civilizatoria, ¿Cuáles pueden ser sus máximas manifestaciones, tanto materiales como ideales (ideas)?
Sin duda, Roma, para mí, es el gran aglutinante cultural de la Historia. Esa sería su gran obra, una civilización capaz de recoger y difundir lo mejor de cada cultura o pueblo que conquistaba. Su arquitectura, urbanismo, arte, filosofía y valores se extendieron a lo largo de los siglos y de ahí, junto con la griega, que también se encargó Roma de difundirla, beberán las culturas orientales que luego se expandirán por el Mediterráneo, especialmente por la costa norteafricana; siempre sobre una base romanizada que sirve para su desarrollo.
Desde el siglo VIII hasta la actualidad, las relaciones humanas y el desarrollo histórico de esas sociedades humanas a uno y otro lado del estrecho de Gibraltar (o columnas de Hércules si se prefiere) están marcados por la llegada del islam desde el Oriente. ¿Qué supone la aparición del islam en el devenir histórico futuro en la zona? ¿Se podría hablar de que es a partir de ese momento cuando se da un corte radical en la historia del mundo mediterráneo occidental?
De forma general, la llegada de la cultura islámica a Occidente no se debe ver como un corte. Principalmente porque lo que arrastran los ejércitos omeyas, cuyas campañas duran más de un siglo, son pueblos romanizados y no está comprobado que profesasen una religión diferente, pero eso todavía es un debate académico. No obstante, desde España (y también desde Sicilia), la irrupción de los ejércitos omeyas marcará una nueva era, fuimos el territorio occidental donde más desarrollo tuvo el islam durante la Edad Media.
Pero esa nueva era no llega de repente, es un cambio progresivo y complejo de analizar debido a la escasez de fuentes y a la manipulación histórica emanada de las fuentes árabes siglos después acerca de ese mismo proceso. Algo no tan diferente de la invasión romana en tiempos de dominio cartaginés (en el levante y sur peninsular) y del sometimiento posterior de los pueblos celtíberos. Las fuentes, escritas desde Grecia y Roma, contarán los sucesos a su manera.
Por marcar una fecha (aunque en esta época lo de marcar una fecha concreta es algo complejo) de cambio radical, yo marcaría el año 739, cuando la gente que habitaba el norte peninsular, entre la que ya se encontraba parte de los ejércitos norteafricanos, se subleva contra el califa de Damasco y establecen una auténtica frontera en la zona del Duero, una revuelta que incluso pudo tener su antecedente en los movimientos de la resistencia asturiana, la que luego se identificará con el famoso Pelayo. En esos años se marcarán dos formas de entender el mundo en España, unos mirando al norte (francos, germánicos…) y otros a Oriente (Damasco, Egipto…).
Quizás el acontecimiento por excelencia fue el descubrimiento de América (1492), clave para el desarrollo de la historia universal posterior. Por circunstancias históricas fue a España la que le tocó descubrir y realizar la labor civilizatoria (conquista) en el Nuevo Mundo. Pero podría no haber sido así y haber llegado en otro momento posterior o haber llegado primero otro país, por ejemplo Portugal. Colón podría no haber vuelto, en definitiva. Haciendo un poco de historia contrafactual, siempre divertida, ¿Cómo crees que se hubiera desarrollado la historia de España con África de no haberse visto envuelta en la empresa americana, un proyecto considerado entonces como mucho más provechoso? ¿Se habría llevado a término la voluntad testamentaria de Isabel la Católica de expandirse territorialmente por el norte de África?
Pues es una pregunta muy buena. Porque a medida que ves el poder que tenían los reinos de España, especialmente Aragón, como comenté anteriormente, te das cuenta de que era una potencia mundial, pero que no terminaba por centrarse en ningún objetivo concreto.
África estaba, hacia 1492, prácticamente bajo control español (bajo vasallaje mayormente), si surgía una base pirata se destruía, si alguien usurpaba un trono, se intervenía y se le devolvía a su vasallo, eso ocurrió en Túnez y en Tremecén en más de una ocasión. Incluso Juan de Austria pudo ocupar uno de esos tronos durante una intervención contra usurpadores.
Más tarde, con la anexión de la corona de Portugal, el rey Felipe II se hizo con innumerables puertos, tanto en la costa occidental africana, como en la oriental, desde los que pudo haber controlado gran parte del continente, como hizo luego en América.
Isabel lo que pretendía era conquistar en inicio, como defensora de la ideología de reconquista neogoticista, la Mauritania Tingitana a fin de cerrar el círculo del que se consideraba heredera. El recuperar la antigua Diocesis de Hispania, que el Imperio Romano había legado a los visigodos, estuvo en la mesa regia hasta que la aventura americana fue, como bien dices, más provechosa. Portugal era quién se debería haber encargado, según los tratados con Castilla, como reino también hispano que era, pero cuando el rey Sebastián cae en la batalla de Alcazarquivir cambian muchas cosas.
Como estudioso y formado en Historia del Arte, son muchas las manifestaciones artísticas (tanto en pintura como en escultura y arquitectura), y muchos estilos artísticos con los que te habrás encontrado a lo largo de la labor de documentación para la realización del libro, en especial para la amplia galería de imágenes. De nuevo, elegir de entre la variedad es siempre difícil, pero dado que la intención de tu obra es mostrar el legado hispano en África, ¿con qué manifestación artística legada te quedarías? ¿Hay alguna expresión(es) artística(s) que pueda simbolizar este tema?
Como dije antes, cada época tiene su personaje, pero también su imagen icónica. Además, hay muchísimo legado hispano en África, al igual que lo hay africano en España. Destacar cabe toda esa arquitectura andalusí, surgida en la península y que muchos te hacen creer que provenía de África, no es así, desde la torre Kutubía de Marrakech a las formas de sus famosos riads son de creación hispana. Pero también lo son las famosas mezquitas de Tombuctú, ideadas por un granadino, o numerosos barrios construidos por moriscos y andalusíes en Tetuán, Rabat o Argel. La mano hispana está detrás de la civilización norteafricana.
Y no nos olvidemos de todas las construcciones que se realizaron en la Edad Moderna y que recorro en el libro, las propias Ceuta y Melilla son ejemplo; Orán, esa gran capital hispano-africana todavía conserva grandes fuertes españoles. Sin duda, el legado arquitectónico, de forma general, sería lo más destacado que va de la costa occidental africana hasta Trípoli.
El punto y final al libro lo pones en el año 1912, momento en el que se estableció el protectorado español en el norte de Marruecos, pero la historia no acabó ahí. Sucesos posteriores como el desastre de Annual, el desembarco de Alhucemas, el levantamiento de julio de 1936, estallando la Guerra Civil, o la casi desconocida Guerra de Ifni (1957-1958) (la última guerra en la que ha luchado España), la cuestión de la descolonización del Sáhara, Marcha Verde… todos esos acontecimientos fueron de una transcendencia enorme en los acontecimientos de la España contemporánea. La excesiva cantidad de material con el que disponías debió de pesar pero, ¿Por qué elegiste acabar con el relato precisamente en 1912?
Exactamente esa fue la causa principal: la enorme cantidad de información a revisar. Pero también me llevó a cerrar mi estudio en 1912, toda esa cantidad de ensayos publicados con motivo del centenario del desastre de Annual (1921-2021) que explicaban muy bien el suceso, pero ninguna iba a la raíz del problema y a sus antecedentes. Ahí entran mis preguntas ¿Por qué se llegó a eso? La respuesta estaba antes de 1912, porque 1912 era el problema, ahí se desarrolló un cambio radical en las relaciones hispano-africanas; a partir de que se establece ese sub-protectorado, porque era un protectorado francés en realidad, todo cambia, y España se ve obligada a defender los intereses franceses en Marruecos en detrimento de sus propios intereses.
España, en 1912, retrocede posiciones que había ganado en 1909 (en Ceuta contra El Raisuni y Melilla con la campaña del Kert) e incluso abandona kábilas que habían reconocido al rey de España como soberano, ya que no querían tributar al majzén marroquí. España pierde mucho aquí y pierde una forma de entender estas “relaciones vecinales” en las que llevaba la voz cantante desde hacía unos cuantos siglos.
Entrando un poco en la rabiosa actualidad, en base a las noticias que se han ido dando últimamente, la relación actual de España con Marruecos, con el régimen marroquí mejor dicho, es cuanto menos enigmática. Es un país cuyas relaciones interesa que sean lo más provechosas posibles pero la pretensiones expansionistas de Rabat están ahí, son públicas y notorias, como se está viendo en el Sáhara, tema con el que colaboraste con nosotros. Siempre es complicado pronosticar el futuro, no es nuestra labor, pero en base a tus conocimientos, ¿Cómo crees que se desarrollará el conflicto del Sáhara en los próximos tiempos? ¿Se podría dar pie a otros sucesos impredecibles?
El gobierno español se enfrenta a un país no democrático, cosa que nunca hay que olvidar. Una nación gobernada por un rey absolutista acostumbrado a hacer lo que le da la gana y que ha ido extendiendo una trama internacional de intereses respaldada por Francia y Estados Unidos.
La decisión tomada con respecto al Sáhara quizás no nos parecerá la más justa, pero tarde o temprano iba a suceder. La ocupación y el fomento de colonos marroquíes por parte del reino alauí lleva décadas instaurada en la zona y de hacerse un referéndum los “saharauis” que votarían serían los propios colonos marroquíes. Se ha permitido ya mucho ahí y el resto de países del mundo también se lavan las manos.
Respecto a la última cuestión que planteas. Simplemente recordar que Marruecos continúa con su reclamación del Gran Marruecos, una nación ficticia creada sin ningún sentido histórico, que quitaría territorio a Argelia, Mauritania y, por supuesto, nuestras ciudades y posesiones hispano-africanas, mucho más antiguas que la propia nación marroquí. Mientras esa ideología expansionista no se retire, siempre puede dar pie a cualquier agresión territorial.
Ya finalizando, Miguel Ángel, agradeciéndote una vez más tu tiempo para esta entrevista, ¿Cuáles son tus futuros proyectos profesionales? Suponemos que lo más inmediato es seguir con la difusión El Reto Histórico a nivel multimedia. ¿Puede haber visos de un próximo libro? ¿Algún tema en mente? ¿Quizás proseguir con lo dejado en 1912?
En cuanto a un libro nuevo, al principio no quería saber nada, obviamente; es agotador un trabajo así. Pero luego te das cuenta de la rentabilidad personal que te supone. El libro me ha llevado a ser felicitado por el Almirante Jefe del Estado Mayor de la Armada, a impartir conferencias en centros culturales y a realizar un directo para el Museo del Prado, por destacar algunas cosas. Cuando va pasando un poco el frenesí de la promoción del libro, analizas un poco todo, y te das cuenta de lo importante que es aportar algo de luz a la historiografía con una publicación así. Por lo que no me importaría seguir publicando.
El tema, pues estaría en alguna fase a partir de 1912, claro, o, en todo caso, dar algunos pasos atrás y describir con calma la contemporaneidad hispano-africana, con esa Guerra de 1859-60 que me llama mucho la atención.
En cuanto al proyecto de El Reto Histórico, se hace lo que se puede, siempre siguiendo vuestra estela como ejemplo que sois y con muchas ganas (aunque poco tiempo) de sumarme al mundo de YouTube y de la divulgación multimedia. Como bien me dijo Javier Rubio, si no saco adelante mi canal, no pasa nada, siempre me va a dejar un hueco en el vuestro para lo que tenga que contar. Sois muy grandes, gracias por todo a todo el equipo.