Todos conocemos la historia del legendario rey Midas, aquel monarca capaz de convertir en oro todo lo que tocaba a causa de un deseo insensato. Lo que quizás no es tan conocido, es la historia del gobernante africano Mansa Musa. A medio camino entre la realidad y la leyenda, está considerada como la persona más rica de la historia de la humanidad. Pero, ¿quién fue realmente este personaje?
Reinado
De vez en cuando, prestigiosas revistas publican la lista de las personas más pudientes del mundo. Estos personajes suelen acumular fastuosas cifras difíciles de imaginar para cualquier otro mortal sobre el planeta. Año tras año, los puestos van cambiando en una constante competición por llegar a ser el más rico. Pero todos ellos se quedan cortos en comparación con Mansa Musa, previo ajuste de su extenso patrimonio a la inflación. Dirigente del Imperio de Malí entre los años 1312 y 1337, es considerada por muchos como el ser humano con la mayor riqueza de la historia de la humanidad.
Musa I (1280-1337) reinó como el décimo mansa (conocido también con el título de rey de reyes o emperador) del ya mencionado Imperio de Malí. De lo que se conoce sobre los reyes de este opulento estado africano occidental proviene de fuentes de escritores árabes tales como Al-Umari o Ibn Khaldun. De Musa I se llegó a decir que podía disponer de cuanto oro quisiera sin importar la cantidad. Esto era debido a que entre sus vastos dominios se encontraban tres de los mayores yacimientos de este material precioso del continente. Pero, ¿fue de verdad tan descomunal el tamaño de su cartera?
La revista Celebrity Net Worth ha estimado el patrimonio de Mansa Musa en unos 400.000 millones de dólares. Tengamos en cuenta que la fortuna de Bernard Arnault, la persona más rica del mundo a fecha del 1 de marzo de 2023, es de 211.000 millones de dólares. Otro viejo conocido, al que algunos consideran el protagonista de ciertas conspiraciones, es el empresario y fundador de Microsoft Bill Gates, dotado con unos 105.000 millones (datos de 2023) en un más que respetable sexto puesto. Desde luego, muy lejos del gran gobernante africano, a pesar de su pretendido «control mundial».
Peregrinaje a La Meca y trascendencia posterior
Pero Musa I no era alguien que se quedara en su palacio de forma contemplativa. Como buen devoto musulmán, quiso cumplir con el peregrinaje a la ciudad santa de La Meca, acontecido en 1324. Este viaje lo supo utilizar a su favor como arma propagandística, ya que le hizo muy conocido por todo el norte de África y Oriente Medio. Los números hablaron por sí solos: la comitiva que le acompañó hasta La Meca estaba formada por 60.000 integrantes y 12.000 esclavos, ataviados con ropas de seda y portando cetros de oro; y entre 80 y 100 camellos, cada uno cargado con más de 130 kilos de oro.
Además del peregrinaje, otra obligación del islam es el azaque o limosna. Aunque con buenas intenciones, las generosas donaciones de Musa I hundieron la economía de las zonas por las que transitó. Particularmente en El Cairo (Egipto), repartió tanto oro entre la población local que originó una elevada inflación que duró una década. Pero todavía no era suficiente para el gran monarca africano. También se encargaría de conquistar el reino Songhai, al que pertenecía la ciudad de Tombuctú. En esta población fundó la madraza de Sankore, convertida en el centro intelectual del islam en África.
Por acción de Musa I, Tombuctú quedó embellecida con un portentoso palacio hoy perdido y con la esplendorosa mezquita de Djingareyber, que se conserva en la actualidad. Para cumplir su tarea, hizo traer arquitectos procedentes de al-Ándalus y de Egipto. La ciudad a orillas del río Níger en la que se había convertido Tombuctú atrajo a comerciantes de todos los rincones del Mediterráneo y de África, donde esperaban encontrar fácilmente productos exóticos y orfebrería de oro. Además la Universidad de Sankore se llenó de juristas, astrónomos y estudiosos del continente africano y Oriente Medio.
Entre la leyenda y realidad
Tal era la fama y riqueza que llegó a poseer Mansa Musa, que traspasó las fronteras del mundo islámico. A finales del siglo XIV, el judío mallorquín Cresques Abraham lo dejó representado en su famoso “Atlas catalán”. Este constituía una colección de mapas que representaban la parte del mundo hasta entonces conocida por los europeos de su tiempo. No obstante, a pesar de ser uno de los personajes más conocidos de África, son pocos los datos verídicos que se saben acerca de Musa I.
Las fuentes que se acercan más a su figura son el cronista egipcio Al-Maqrizi y el pensador andalusí Ibn Jaldún. Pero estos dos eruditos escribieron décadas después de la muerte de Musa I y muchos de sus relatos estaban basados en hechos de los cuales la gente afirmaba haber sido testigo. Esta circunstancia lo envuelve dentro de un halo de misterio, en el que es difícil discernir la realidad de lo puramente ficticio. De lo que no cabe duda, es que este hombre escribió su historia con letras de oro.
Bibliografía
Bell, Nawal Morcos (1972), «The age of Mansa Musa of Mali: Problems in succession and chronology», International Journal of African Historical Studies
Forbes USA. (2023). Estas son las 10 personas más ricas del mundo. https://forbes.es/forbes-ricos/241690/lista-forbes-estas-son-las-10-personas-mas-ricas-del-mundo/
G. M., Abel. (2021). Mansa musa, probablemente la persona más rica de la historia. Historia National Geographic. https://historia.nationalgeographic.com.es/a/mansa-musa-probablemente-persona-mas-rica-historia_17046
Goodwin, A.J.H. (1957), «The Medieval Empire of Ghana», South African Archaeological Bulletin
Foto de portada de la BBC
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