La Metamemoria

La evaluación de nuestros recuerdos nos permite ser retrospectivos. Ser conscientes de nuestra memoria y observarla o evaluarla es lo que se conoce como metamemoria.

Recordar el pasado es muy útil nos hace ser quienes somos y nos permite almacenar conocimientos y tener experiencias. Sin embargo la introspección no es infalible. Esto es, no siempre recordamos las cosas tal y como sucedieron o exactamente como las aprendimos. Por eso es preciso preguntarse hasta qué punto podemos confiar en la memoria y en nuestra capacidad para analizarla.

Cerebro humano

¿Qué es la metamemoria?

Los juicios y el autocontrol que hacemos sobre nuestra propia memoria se conocen como metamemoria. Monitorear la memoria incluye hacer juicios sobre lo que sabemos y lo que no, la confianza que ponemos en nuestros recuerdos y datos que hemos aprendido, así como estimaciones del tiempo que necesitamos para aprender o para no olvidar algo.

La metamemoria está constituida por dos componentes principales: el conocimiento procedimental y el conocimiento declarativo. Este último evalúa el contenido de la memoria mientras que el primero regula su rendimiento.

La metamemoria afecta en gran medida nuestro aprendizaje porque los conocimientos declarativos y procedimentales permiten utilizar los recursos disponibles con mayor eficacia.

El conocimiento declarativo nos permite determinar si contamos con los conocimientos y habilidades necesarias para realizar una actividad, así como saber por qué, cuándo y cómo usar una estrategia determinada para conseguir un resultado óptimo. Por otro lado, el conocimiento procedimental permite planear y seleccionar la información relevante e incluye los juicios de aprendizaje.

Juicios de aprendizaje

Los juicios que hacemos cuando aprendemos algo o justo antes de hacerlo se conocen como juicios de aprendizaje. Estos juicios nos permiten evaluar cuánto tiempo necesitamos para aprender una información dada y las posibilidades de recordarla o reconocerla en el futuro.

Esquema en un cuaderno de notas

Por ejemplo, antes de comenzar a repasar una lección, estimamos cuántas horas vamos a necesitar para aprenderla. También evaluamos por cuánto tiempo recordaremos la dirección del hotel al que vamos y en caso de olvidarla (ver curva del olvido), si seremos capaces de reconocerla cuando la veamos de nuevo.

Conocer lo que ignoramos

Otro aspecto de la metamemoria es la conciencia de los que ignoramos. Es decir, si nos preguntan algo que no sabemos —por ejemplo la masa de Júpiter—, en seguida somos conscientes de que no conocemos el dato. Esto lo puede explicar la hipótesis de familiaridad de señal. Nuestro cerebro analiza los conocimientos que tenemos sobre un tema y cuanto menores sean, más probable es que ignoremos la respuesta. Una astrofísica, por el contrario, no respondería inmediatamente que no conoce la respuesta sino que la daría o se tomaría un tiempo para pensarla.

Conocimiento

Sensación de saber

Es común vernos en situaciones en las que tenemos la sensación de conocer un determinado dato pero no poder acordarnos de él. Tener un conocimiento en la punta de la lengua o tener la sensación de ello no significa que sea cierto; no significa que realmente poseamos la información. En cualquier caso, la sensación de saber algo es un indicador relativamente preciso del almacenamiento de recuerdos. La hipótesis de accesibilidad sugiere que los juicios de memoria están basados en la cantidad e intensidad de información que el individuo posee sobre un tema.

Por ejemplo, un botánico tal vez no recuerde a qué género biológico pertenece el abedul. No obstante, puede tener la sensación de saberlo. Cuantos más datos recupere en su memoria sobre el tema, más accesible estará la información que busca; si alguien le explica que los abedules pertenecen a la familia Betulaceae, es posible que recuerde que el género del abedul es Betula.

Memoria prospectiva

Al contrario que la memoria retrospectiva, este tipo de memoria permite recordar lo que hemos planeado hacer más tarde: es la memoria del futuro. Este tipo de memoria mejora en la adultez con respecto a la niñez, pero empeora en la vejez.

La edad no es la única variable en la memoria prostectiva. Otros factores como ciertas enfermedades, estados emocionales, determinadas sustancias y la genética también afectan nuestra memoria prospectiva.

Cigarrillo encendido

La nicotina, el alcohol, el cannabis, la metanfetamina y el MDMA (éxtasis) reducen la capacidad prospectiva de la memoria. Algunas enfermedades, como la enfermedad de Parkinson o la esquizofrenia, también afectan la memoria prospectiva.

Aunque se ha estudiado la metamemoria desde hace décadas, todavía hay preguntas sin responder. No sabemos qué regiones cerebrales regulan los juicios de memoria ni cuáles están implicadas en la precisión de estos juicios. Tampoco sabemos si existe una manera de mejorar la metamemoria, aunque es posible que determinados ejercicios puedan desarrollarla.

 

 

Referencias

Flavell, J. H., & Wellman, H. M. (1975). Metamemory.

Hart, J. T. (1965). Memory and the feeling-of-knowing experience. Journal of educational psychology, 56(4), 208.

Koriat, A. (1997). Monitoring one’s own knowledge during study: A cue-utilization approach to judgments of learning. Journal of experimental psychology: general, 126(4), 349.

Schwartz, B. L. (1994). Sources of information in metamemory: Judgments of learning and feelings of knowing. Psychonomic Bulletin & Review, 1(3), 357-375.

Scroll al inicio