EL TAOÍSMO
El taoísmo es una religión, así como un sistema filosófico cuyo origen encontramos en la antigua China. Es la suma de ideas que desarrolló el pensador Lao Tsé.
Atendiendo a la tradición china, se cree que Lao Tsé vivió durante el siglo VI a.C. y fue entonces cuando se redactó Dàodéjing, libro de la vía y el poder, o del camino hacia la virtud. No obstante siguen siendo conjeturas, y su verdadera existencia es aún motivo de debate.
Posteriormente, durante el siglo III a.C. el taoísmo tomó tintes religiosos, y acabó convirtiéndose en un movimiento religioso organizado en el siglo II a.C.
El taoísmo se basa en la concepción de la unidad absoluta y mutable al mismo tiempo. Para definir esta línea de pensamiento se emplea la palabra “Tao”. Tao significa camino, literalmente, pero posee múltiples interpretaciones filosóficas.
El libro Tao Te Ching es la obra más importante de la filosofía taoísta, cuya escritura se le atribuye a Lao Tsé. El libro describe detalladamente lo que es el Tao (o Dao, según la romanización que se emplee). Se describe el Tao como una fuerza que ordena y rige el mundo. Se trata de una fuerza de contradicción y es la representación de todas las cosas del universo.
Tao Te Ching tiene a su vez dos líneas de pensamiento. Por una parte, se nos transmite la idea del Tao, así como el modo de obrar de aquél que se siente sabio gracias a haberlo alcanzado. Por otro lado, en el escrito se describe el modo en el que debe comportarse un auténtico gobernante.
La obra esencial del taoísmo constituye una fuerza de sabiduría e inspiración para la cultura oriental desde hace muchísimos años, llegando a salpicar con sus enseñanzas a otras religiones importantes del mundo.
Muchos artistas, jardineros, calígrafos o pintores beben de la influencia de su enseñanza, consiguiendo dejar la impronta del taoísmo en representaciones artísticas de todo tipo.
PRINCIPIOS BÁSICOS DE LA FILOSOFÍA TAOÍSTA
El Tao Te Ching no transmite doctrina como tal, sino que está abierto a interpretación, permitiendo que el lector se cuestione su realidad y piense por sí mismo. Ello facilita que la obra pueda ser interpretada en la actualidad sin perder el sentido y la lógica de su fundamento.
La obra muestra al lector la necesidad de integrarse en la naturaleza, y en sí mismo, en absoluta armonía. No se debe someter el entorno que nos rodea a nuestras necesidades individuales.
Tao Te Ching predica la complementariedad, la complicidad entre elementos contrarios que se convierten en antagónicos precisamente gracias a la existencia de su opuesto. Uno sin el otro no es, no existe. Es el concepto del Ying y el Yan. El Universo existe entonces porque existe el vacío, así como lo femenino se debe a su vez a lo masculino.
El wu wei es otro de los conceptos básicos del que nos habla el Tao Te Ching. Es, de hecho, la idea central de taoísmo. Comprender su significado resulta complejo, debido en parte a la contradicción (que no es contradicción en realidad, sino complementariedad) que representa. El wu wei es la relación que conecta la inacción motivada por la acción. Es hacer, sin alterar la naturaleza. Existe un símil con el que lo equiparan, y que facilita la comprensión del concepto: El agua, capaz de vencerlo todo, porque puede adaptarse a todo. Se trata entonces de hacer las cosas por sí mismas, sin tener en cuenta los objetivos últimos resultantes de la acción.
El Carpe Diem, concepto filosófico adaptado por las múltiples líneas de pensamiento que han impregnado el mundo, es otra de las máximas del taoísmo. El pensamiento futuro acarrea incertidumbre, tensión y ansiedad, pues no se puede controlar y depende directamente de nuestras acciones actuales. Así, se crea una conexión con el wu wei, que sirve de guía para la actuación del hombre en el presente.
APLICACIONES DEL TAOÍSMO EN LA ACTUALIDAD
Gerardo López Sastre, profesor de Filosofía de la UCLM, informa en una entrevista sobre la relación del Taoísmo con la naturaleza; así como de su aplicación en posibles asuntos de la actualidad.
López Sastre afirma que, debido a que el taoísmo no transmite doctrina sino que pretende formar lectores librepensantes, puede ayudar a que el individuo de hoy se cuestione su realidad, y por consiguiente, sus necesidades materiales.
Una vez el hombre se ha cuestionado sus auténticas necesidades, y ha comprendido que no todo lo que consume le es necesario, el taoísmo puede ser considerado parte de la filosofía que ayude a solucionar la crisis derivada de la sociedad de consumo.
En relación al wu wei, el profesor Gerardo López Sastre explica que debemos entender que la técnica (entendida como el sistema que empleamos para realizar acciones), es un invento del ser humano. Y por ello, no debe nunca adquirir suficiente autonomía como para dominarnos. Se debe aplicar la técnica desde la quietud y la serenidad, para que no guíe la actuación del hombre sino al revés.
EL I CHING
El I Ching, o Libro de las Mutaciones, es una obra de origen chino, que a menudo se ha empleado como oráculo. No obstante, el libro alberga sabiduría y poesía en su más pura forma. Se trata de uno de los Clásicos Confucianos y se cree que sus primeros escritos datan del 1200 a.C.
Es un tratado de leyes universales que se propone indicar la dirección natural al cambio que presenta la circunstancia en la que nos encontramos. Por ello resulta importante interpretarlo desde una concepción holística, atender a todo su contenido sapiencial; para evitar así caer en la superficialidad de entenderlo como un mero oráculo.
La sabiduría escondida en las palabras del I Ching fue inspiración directa para varios de los aforismos de Lao Tsé, que redactó los preceptos del taoísmo.
El I Ching, gracias a la estructura y sabiduría recogida, se entiende como un libro capaz de aportar luz al ser humano cuando la razón por sí misma no basta.
Quien estudia el I Ching cree poder conocer la situación actual de quien lo consulta, y predice el modo en que se resolverá la problemática futura, siempre que se adopte ante ella la posición adecuada. Considera el cambio como la única realidad existente.
El I Ching se basa en un sistema de numeración binario, que es al mismo tiempo geométrico y aritmético. Así, una línea continua es igual a todos los números impares; mientras que la línea quebrada, representa los impares.
Existen varios métodos de consulta para aplicar al I Ching. El más antiguo son los Tallos de Milenrama. Posteriormente se popularizó el uso de monedas, siendo las chinas las que más connotaciones simbólicas tienen.
Desde su origen, el uso que se le ha dado al I Ching es el de comprender cómo se producen los cambios en las situaciones, y en la persona misma.
Para comprender con mayor claridad las enseñanzas del taoísmo recomendamos la lectura de Tao Te King, con prólogo de Luis Racionero, escritor e intelectual español (Ediciones Obelisco).