El misterio es siempre un elemento presente cuando se habla de arte rupestre, es decir, de aquel arte que, sobre las rocas y en las pareces de las cuevas, desarrollaron nuestros antepasados que habitaron en la prehistoria. Una de las mayores cuestiones y que aún continúa siendo objeto de investigación es saber quiénes fueron los primeros en realizar arte, es decir, los primeros artistas de la historia.
En un primer momento parecía lógico que solo el homo sapiens era capaz de hacer arte. Se subestimaba a cualquier otra especie anterior, ya que no se pensaba que pudieran contar con el raciocinio suficiente como para llevar a cabo una tarea tan compleja. Los neandertales parecen corresponder más con una imagen aburrida, con seres de inteligencia escasa que, tan solo, se sentaban esperando a que llegara su inevitable extinción.
No obstante, investigaciones actuales parecen no afirmar lo mismo. Esta cuestión fue ya planteada en febrero de 2018, cuando se afirmó que las pinturas presentes en la cueva de Ardales (Málaga) podrían tener una antigüedad de hasta 20.000 años anterior a la llegada del Homo Sapiens a la Península Ibérica, es decir, de unos 64.000 años. Sin embargo, esta hipótesis fue bastante discutida ya que se debatía en si realmente se trataba de pigmentos esparcidos de forma intencional o si, por otra parte, se correspondía con procesos naturales como la afloración de óxido de hierro en la superficie de la roca.
¿Por qué se duda que los neandertales pudieran realizar arte?
Empecemos por el principio, el primer fósil de neandertal fue encontrado en el año 1856 en el valle de Neander, en Alemania. Tenía un cráneo largo y bajo con grandes crestas en las cejas. Su origen fue ampliamente debatido. No obstante, tan solo doce años después, fueron localizados fósiles humanos en Francia que tenían un aspecto más similar al hombre anatómicamente moderno debido a su frente alta: el hombre de Cro-Magnon.
El primer arte rupestre fue encontrado por Marcelino Sanz de Sautuola en la famosa cueva de Altamira, localizada en Cantabria (España). Esas pinturas rupestres fueron directamente asociadas a los cromañones. Así, el arte comenzó a ser considerado un elemento humano. El ser humano es el único animal capaz de hacer arte y, por tanto, ese arte se convertía en una de las señas de identidad de la verdadera humanidad. Los neandertales, por su parte, con su frente baja, se habían extinguido, es decir, habían perdido con respecto a aquellos con el suficiente razonamiento para pintar, «los hombres de verdad». Esta idea ha permanecido durante años tanto en libros como en museos.
Henry Fairfield Osborn, conservador del Museo Americano de Historia Natural, consideraba que el cromañón de Europa Occidental era tanto el artista como el humano original. Pensaba que ni los neandertales ni los cromañones se llegaron a mezclar. Por supuesto, ya se ha comprobado que sí existió una mezcla entre los humanos modernos y los neandertales y que, por lo tanto, el genoma de los humanos actuales contiene en torno a un 3 o un 4 por ciento de ADN neandertal.
Así, está claro que esta negación de la posibilidad de que el neandertal hiciera arte tiene su origen en los prejuicios que partirían del siglo XIX.
Los estudios realizados recientemente confirman que, en la Sala de las Estrellas, dentro de la cueva anteriormente mencionada, y la cual se cree que fue pintada por neandertales, no se corresponde con procesos naturales y que, por lo tanto, la composición pictórica se relacionaría con la realización de una actividad artística de manera recurrente. Por tanto, esta investigación afirmaría que, efectivamente, esas pinturas fueron realizadas por neandertales demostrando, así, que estos contaban con un pensamiento simbólico superior al que, hasta este momento, se creía. Esto, no obstante, no solo ha sido encontrado en el sur peninsular. La cueva de Maltravieso en Cáceres o la de la Pasiega en Cantabria lo reafirman. Las tres cuevas están abiertas al público en la actualidad.
Las pinturas han podido ser fechadas gracias a la utilización de la nueva técnica de uranio-torio que ofrece dataciones precisas de hasta 500.000 años antes del presente, una ventaja con respecto al carbono 14 que tan solo hacía posible datar elementos anteriores a 40.000 años antes del presente. Ha sido precisamente esta novedad técnica la que ha hecho posible situar estas pinturas en su etapa correcta y que, por lo tanto, estas pasaran desapercibidas anteriormente. Así, el arte en la cueva cántabra cuenta con una antigüedad de 64.800 años, las de Maltravieso unos 66.700 mientras que los neandertales ya pintaban en el sur peninsular hace 65.500 años. Se sabe, además, que en la cueva de Doña Trinidad, en Andalucía, el arte se desarrolló de forma continuada desde hace 65.000 años hasta hace 40.000 años.
El hecho de que las pinturas se encuentren en lugares tan alejados geográficamente y que se desarrollaran a lo largo de 25.000 años significa que el arte no fue un comportamiento esporádico, sino que se correspondería, más bien, con una tradición cultural de larga duración en el tiempo.
Entonces, ante la pregunta, ¿los neandertales hacían arte?
Es importante reconocer que, tras diversas investigaciones, se ha llegado a la conclusión de que, sí, lo hacían. No solo porque quien lo realizó debe contar con su reconocimiento, sino también porque los prejuicios del pasado deben ser eliminados del presente.
Y, ¿cómo era ese arte que hacían?
Para su realización, utilizaban pigmentos negros y rojos, es muy probable que este último se deba a la enorme carga simbólica que podía tener la utilización del color de la sangre.
No obstante, los neandertales no solo pintaban sino que también se han encontrado más elementos artísticos pertenecientes a ellos. En la cueva de Bruniquel, en el suroeste de Francia, es posible situar una gran cantidad de estructuras construidas a partir de hasta 400 fragmentos de estalagmita. Se piensa que, como consecuencia del enrojecimiento y el ennegrecimiento de algunos de estos fragmentos, estas estructuras estarían asociadas al fuego. Fueron datadas por parte de los arqueólogos con una antigüedad de 176.500 años. En aquella época, la única especie ancestral que habitaba Francia eran los neandertales. Este descubrimiento es de gran importancia al demostrar que los neandertales contarían con una organización espacial mucho más avanzada de la que, hasta este momento, se creía.
Es muy probable que nunca lleguemos a conocer la finalidad o razón de la creación de estas estructuras. No obstante, también ha surgido la pregunta: ¿Se podrían considerar arte? Desde luego, aquí entra en juego la definición que se pretenda tener en cuenta para este concepto. Una de estas definiciones puede ser que el arte es un comportamiento creativo sin un propósito práctico, por lo que, sí, podría encajar como arte.
Además, también se sabe que los neandertales hacían joyas. Se han llegado a encontrar hasta unas 23 garras rapaces cuya antigüedad se sitúa entre los 130.000 y 42.000 años. También, se debe señalar que los investigadores encontraron lo que parece ser cordón de cuero, en una garra encontrada en Croacia, lo cual significaría que la garra formaría parte de una pulsera o de un collar. Se cree que las plumas de las aves pudieron llegar a ser utilizadas como una forma de decoración personal, aunque esto no está actualmente demostrado.
En la cueva de los Aviones, en España, se han localizado conchas perforadas y pigmentadas de hasta 115.000 y 120.000 años de antigüedad. Se piensa que podrían corresponderse con objetos de adorno personal.
Es cierto, no obstante, que hemos tenido la inmensa suerte de poder disfrutar de estas obras gracias a que todas ellas tienen un elemento en común: la conservación. Esto nos lleva a pensar que, indudablemente, existe arte realizado por esta especie que no ha tenido la misma suerte y que, por lo tanto, no ha llegado hasta nuestros días. Así, se podría afirmar que a lo mejor el primer arte no se realizó en tonos ocres en las paredes de una cueva sino que, incluso, pudo haber otros lugares en los que se pintara antes y, por lo tanto, el arte es más antiguo de lo que pensamos. Esto es algo que podrá ser desvelado por la arqueología según pasen los años o que, tal vez, nunca llegaremos a conocer.
Conclusión:
Descubrimientos recientes han demostrado que el homo sapiens no fue el único en hacer arte, en contraposición a lo afirmado por historiadores y científicos durante años y a lo recogido en libros de historia. El hecho de reconocer que el ser humano no es el primer artista de la historia, nos lleva irremediablemente a afirmar que los neandertales fueron una especie mucho más avanzada de lo que, hasta este momento, pensábamos.
Bibliografía:
Rosas, A. «Los neandertales» (2010). CSIC.
Monclova, A. «Eso no estaba en mi libro de los neandertales». (2021). Editorial Almuzara.
Finlayson, C.»El neandertal inteligente: arte rupestre, captura de aves y revolución cognitiva». (2020). Editorial Almuzara.
Hardy, B. «¿Los neandertales hacían arte?».(2023). ¿Los neandertales hacían arte? – SAPIENS
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