Operación Dinamo: la dramática evacuación de Dunkerque

La Operación Dinamo consistió en un plan de evacuación de las tropas aliadas efectuado por la Royal Navy y voluntarios civiles, entre finales de mayo y principios de junio de 1940 en Dunkerque, durante la batalla de Francia en la Segunda Guerra Mundial. Fue una de las operaciones más arriesgadas llevadas a cabo por los Aliados, que tuvo como consecuencia el rescate de más de 200.000 soldados británicos junto con otros 100.000 soldados franceses, belgas y holandeses.

Antecedentes: la batalla de Francia

El 1 de septiembre de 1939, dio comienzo la Segunda Guerra Mundial a través de la invasión de Polonia por parte del III Reich Alemán bajo el liderazgo de Adolf Hitler. Dos días más tarde, Francia y Reino Unido declararon la guerra a Alemania. La Unión Soviética aprovechó el ataque alemán para invadir la parte de Polonia que le correspondía en virtud del Pacto Ribbentrop-Mólotov el día 17 del mismo mes. Tras su éxito en Polonia, Adolf Hitler puso sus ojos en Europa Occidental, preparándose para la siguiente ofensiva ante la pasividad de Francia y Reino Unido. Ni franceses ni británicos tomaron ningún tipo de iniciativa durante este período, siendo apodado como la ‘drôle de guerre‘ (guerra de broma).

El siguiente objetivo de Hitler fueron las neutrales Dinamarca y Noruega, dando comienzo su invasión el 9 de abril de 1940 durante la Operación Weserübung. Posteriormente Hitler decidió atacar a Francia. En un principio, la táctica alemana consistía en una invasión a Francia mediante una maniobra envolvente a través de Bélgica y los Países Bajos. Sin embargo, el jefe de Estado Mayor del grupo de Ejércitos A, Erich von Manstein, propuso que el ejército Panzer atravesara el bosque de las Ardenas (entre Bélgica y Francia) sin proteger por la línea Maginot, un sistema de fortificaciones a lo largo de la frontera francesa con Alemania.

El 10 de mayo de 1940, Hitler lanzó una ofensiva contra Bélgica y los Países Bajos. Francia subestimó al poderío alemán al pensar que la Línea Maginot les protegería de cualquier invasión. Por otro lado, Reino Unido había enviado a Francia a la Fuerza Expedicionaria Británica compuesta por unos 300.000 soldados, en previsión a una invasión alemana. La ofensiva alemana contra Francia fue efectuada el 14 de mayo desde el bosque de las Ardenas por el Grupo de Ejércitos A alemán bajo el mando de Von Rundstedt. A pesar de todos los esfuerzos realizados para mantener a raya la amenaza de sus vecinos a través de su sistema defensivo, todo resultó inútil.

La ofensiva alemana pilló totalmente desprevenido al ejército francés bajo el mando del general Maurice Gamelin. El ejército francés se esperaba una táctica similar a la Primera Guerra Mundial, pero a su pesar el ejército alemán había aprendido nuevas formas de hacer la guerra. El 15 de mayo, los Países Bajos capitularon sin poder hacer frente al empuje alemán. El 17 de mayo, durante una visita de Winston Churchill a París, éste fue informado por Gamelin de la inexistencia de fuerzas francesas de reserva. Debido a este contratiempo, el primer ministro francés Paul Reynaud ya era consciente de la derrota inminente de Francia.

Ante la perspectiva de una derrota total en suelo francés, John Vereker Gort, comandante en jefe de la Fuerza Expedicionaria Británica, previó una retirada inmediata de todas las fuerzas británicas antes de que pudieran ser totalmente aniquiladas por el ejército enemigo. El lugar elegido para la retirada era Dunkerque, por contar con fortificaciones y la playa de arena más extensa de Europa. El 21 de mayo, el ejército aliado trató de detener el avance alemán sin éxito en la batalla de Arrás. Para el día 23 de mayo, el ejército alemán puso en asedio a Dunkerque.

El ejército aliado se encontraba completamente acorralado, sufriendo bombardeos constantes a manos de la Luftwaffe (la fuerza aérea alemana). Sin embargo, siguiendo las indicaciones de los comandantes Von Kluge y Von Rundstedt, el 24 de mayo Adolf Hitler ordenó sorprendentemente detener el avance del ejército Panzer. Las razones de esta peculiar decisión siguen siendo motivo de todo tipo de conjeturas y especulaciones a día de hoy, dividiéndose entre defensores y detractores de tal acción. Posteriormente, se analizarán las posibles causas que pudieron haber influido en aquella decisión.

Operación Dinamo: evacuación inmediata

A las 23:30 del día 26 de mayo, daría comienzo el plan de evacuación conocido con el sobrenombre de ‘Operación Dinamo’. Dicha operación consistía en traer de vuelta a Inglaterra al ejército británico ante la inminente derrota de Francia. La Royal Navy (Marina Real Británica) preparó 40 destructores y más de 130 barcos mercantes para efectuar el rescate. El 26 de mayo siete divisiones francesas resistían en Dunkerque frente al ejército invasor alemán, a lo largo de un perímetro de 25 km. Mientras tanto, cientos de miles de soldados británicos, franceses, belgas y holandeses se aglutinaban en las playas, aguardando su traslado a través del Canal de la Mancha hasta Gran Bretaña.

El puerto de Dunkerque se hallaba en condiciones muy precarias pues había sido devastado por el poder aéreo de la Luftwaffe. Así mismo, los bombarderos Stuka atacaban incesantemente el convoy de barcos que atravesaba el canal, dificultado enormemente el plan de rescate. Algunos supervivientes narraron como muchos de sus compañeros se arrojaban al mar para acabar con su vida ante el caos y la desesperación. El 28 de mayo se produjo la capitulación del ejército belga, poniendo todavía en mayores aprietos al ejército cercado en Dunkerque.

Los días 30, 31 de mayo y 1 de junio fueron los de mayor actividad. En la tarde del 31 de mayo, se utilizaron además pequeñas embarcaciones de recreo que sirvieron como refuerzo a la Royal Navy. Finalmente, el 4 de junio de 1940 se dio por concluida la Operación Dinamo. Ese día el ejército alemán se hizo con el control de Dunkerque. Desafortunadamente, todavía quedaban soldados franceses en las playas. Muchos de aquellos soldados habían defendido valientemente las líneas defensivas mientras tenía lugar la evacuación de sus compañeros.

Consecuencias de la Operación Dinamo

En poco más de seis días, se llevó a cabo con éxito el traslado de 225.680 británicos y 112.546 franceses, belgas y holandeses. No obstante, la Fuerza Expedicionaria Británica perdió 68.111 hombres y entre 30.000-40.000 soldados franceses cayeron prisioneros al haber sido imposible su embarco. Atrás se quedó abandonado gran cantidad de material bélico: 700 tanques, 177 aviones, 2.742 cañones, 1.250 piezas antiaéreas, 11.000 ametralladoras, 20.548 motocicletas, 60.000 camiones, 3.879 vehículos auxiliares, 76.000 toneladas de munición y 600.000 toneladas de gasolina. La Royal Navy perdió seis destructores y la Armada Francesa otros tres.

En total se perdieron 243 naves de un total de 857. Por otro lado, la Luftwaffe perdió 156 aviones. A pesar de las cuantiosas pérdidas, la evacuación había superado todas las expectativas, rebautizándose como ‘el Milagro de Dunkerque’. Este éxito sirvió para apuntalar el liderazgo de Winston Churchill como primer ministro del Reino Unido. Un fracaso en la Operación Dinamo hubiera significado un durísimo revés para la moral del pueblo británico. A su vez, una derrota total hubiese creado mucha más presión dentro del gabinete británico para tratar de negociar la paz a cualquier precio con el III Reich, algo a lo que se oponía Churchill bajo cualquier circunstancia.

Wiston Churchill

Después del éxito de la Operación Dinamo, el 4 de junio de 1940 Churchill pronunció ante el Parlamento británico el que quizás fuera su discurso más famoso:

«Llegaremos hasta el final. Lucharemos en Francia. Lucharemos en los mares y océanos, lucharemos con confianza creciente y fuerza creciente en el aire. Defenderemos nuestra isla, al precio que sea. Lucharemos en las playas, lucharemos en los aeródromos, lucharemos en los campos y en las calles. Lucharemos en las colinas. No nos rendiremos jamás, y si esta isla, cosa que no creo de momento, o una parte importante de ella fueran sometidas y pasaran penurias, nuestro imperio allende los mares, armado y protegido por la Flota Británica, continuará la lucha hasta que, cuando Dios quiera, el Nuevo Mundo, con todo su poder y su fuerza, dé un paso al frente para rescatar y liberar al Viejo».

Tras la evacuación de su ejército, Winston Churchill había dejado sola a Francia frente a la agresión del III Reich. El 10 de junio el reino de Italia declaró la guerra a Francia y Reino Unido, aprovechando la situación francesa de extrema debilidad. Entre el 10 y el 13 de junio, tuvo lugar la Operación Cycle para la evacuación de las tropas aliadas estacionadas en el puerto de Le Havre. Las tropas nazis ocuparon París, la capital francesa, el 14 de junio. El destino de la nación gala estaba sellado. El 18 de junio de 1940, a punto firmarse la rendición de Francia, Churchill pronunciaría otro de sus más célebres discursos:

«Lo que el general Weygand llamaba la batalla de Francia ha terminado. Supongo que la batalla de Gran Bretaña está a punto de empezar. Hitler sabe que tendrá que doblegarnos en esta isla o perderá la guerra. Por lo tanto, preparémonos para nuestro deber y tengamos el ánimo de que si la Commonwealth británica y el Imperio duran mil años, los hombres todavía dirán: «Este fue su hora más gloriosa»».

Poco después, tendría lugar la firma del Armisticio el 22 de junio en la localidad francesa de Compiègne. Hitler quiso humillar a los franceses utilizando para la ocasión el mismo vagón de tren donde se había firmado el Armisticio de la Primera Guerra Mundial en 1918. Tras su capitulación, Francia quedaba dividida en dos: la Francia ocupada y la Francia de Vichy, al mando del mariscal Philippe Pétain. Entre el 15 y el 25 de junio de 1940, se puso en marcha el último plan de evacuación llamado Operación Ariel en los puertos del oeste de Francia. Tras la ocupación alemana de Europa occidental, Reino Unido constituía la única resistencia frente a la amenaza nazi.

¿Por qué Hitler dejó escapar al ejército aliado en Dunkerque?

No se sabe con certeza la razón por la cual Hitler dejó escapar al ejército aliado en Dunkerque, aun cuando podía haberse efectuado su completa aniquilación. Se han especulado multitud de teorías al respecto. Algunos analistas afirman que Hitler se fío demasiado de las promesas de Hermann Göring, comandante en jefe de la Luftwaffe. Göring había declarado que solamente con el poder de la aviación alemana bastaría para destruir al ejército aliado acorralado en Dunkerque. Posiblemente Göring en un acto de soberbia, pretendía apropiarse de esta victoria en vez de ofrecérsela al ejército Panzer. Por otro lado, esta decisión también podría haberse tomado condicionada por los comandantes Von Kluge y Von Rundstedt. Dichos comandantes pensaban que las condiciones pantanosas del territorio de Flandes podían poner en peligro la operación, por lo que era preferible detener el avance. Otros alegan a que los alemanes temían un supuesto contrataaque francés desde otro punto de su territorio. Sin embargo, dicha decisión de no avanzar acabaría siendo aprovechada por el gobierno británico para evacuar a sus tropas de las costas de Francia.

Imagen de la película «Dunkerque»

Otros autores por el contrario, defienden que Hitler dejó escapar esta oportunidad única porque esperaba negociar una paz en buenos términos con el Reino Unido. Ello se debía al escaso interés que le reportaba a Hitler una guerra abierta con el Reino Unido, prefiriendo cerrar el frente occidental por el momento. Una invasión anfibia de la isla de Gran Bretaña se antojaba extraordinariamente complicada para el III Reich, debido a la superioridad incontestable de la Royal Navy sobre la Kriegsmarine. Además la verdadera obsesión de Hitler siempre había sido la Unión Soviética, cuyo territorio pensaba transformar en una gran colonia de poblamiento alemán según la teoría del espacio vital o Lebensraum. A pesar de las dudas iniciales y de las presiones que recibió, Winston Churchill se opuso tajantemente a cualquier tipo de negociación de paz con Hitler, dando comienzo a la Batalla de Inglaterra. Dicha batalla fue la primera de la historia militar que tuvo lugar exclusivamente en el aire, donde la RAF y la Luftwaffe combatieron en un duelo sin igual que permaneció grabado por siempre en las páginas de la historia.

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