El útero es un músculo cuyas principales funciones son albergar y nutrir al feto durante el periodo de gestación. El interior del útero contiene líquido amniótico y es dónde el embrión permanece sumergido durante 40 semanas. ¿Cómo se nutre y respira el bebé en estas condiciones durante 9 meses?
La placenta es un órgano que se encuentra en el útero y que, mediante el cordón umbilical, conecta el feto con la madre.
Nutrición
La vena umbilical transporta sangre oxigenada y con nutrientes desde la placenta hasta el corazón fetal, y por eso se llama vena, pues va al corazón. Las arterias umbilicales, por el contrario, salen del corazón fetal hacia la placenta y transportan sangre pobre en oxígeno. Estos tres vasos sanguíneos están rodeados por la gelatina de Wharton que cumple una función protectora y que en conjunto con los vasos sanguíneos que engloba forman el cordón umbilical.
El útero también cuenta con sus propias venas y arterias, no olvidemos que es un músculo que necesita nutrirse como cualquier otro. Estas venas y arterias uterinas atraviesan la parte basal de la placenta, decidua basal, e irrigan el espacio intervelloso formando algo así como una piscina llena de células sanguíneas. En concreto, la sangre llega a través de las arterias y retorna por las venas.
Por otro lado, el cordón umbilical se introduce en la placenta para tener acceso a los nutrientes contenidos en el espacio intervelloso y poder nutrir al feto. Esto lo consigue formando unas ramificaciones o vellosidades que invaden el espacio intervelloso y que mediante difusión recogen oxígeno y nutrientes y devuelven dióxido de carbono.
Respiración
El bebé que está en el interior del útero materno se conoce como feto. El feto necesita oxígeno al igual para desarrollarse y lo obtiene a través de la madre. La conexión por la cual el bebé adquiere el oxígeno y desecha el dióxido de carbono es el cordón umbilical. De hecho, el cordón umbilical es la vía por la que el cuerpo materno alimenta y oxigena al feto durante el embarazo.
Como el feto necesita mucho oxígeno, evolutivamente ha desarrollado algunos trucos para mejorar la eficiencia del intercambio gaseoso. El hematocrito o fracción celular de la sangre supone un 35% en una mujer embarazada. En el caso del feto, la proporción de hematocrito es de aproximadamente 55%. Esto significa que el feto tiene un porcentaje mayor de células sanguíneas, incluyendo aquellas responsables del transporte de oxígeno, los glóbulos rojos. De esta forma, el bebé puede alcanzar los niveles de oxígeno que requiere su desarrollo.
Otra estrategia fetal es tener un tipo de hemoglobina diferente a la hemoglobina adulta. La hemoglobina adulta está formada por dos unidades alfa (α) y dos unidades beta (β) mientras que la fetal contiene dos unidades gamma (γ) en lugar de beta. Existe un metabolito llamado 2.3-DPG que facilita a la hemoglobina a deshacerse del oxígeno; este metabolito tiene mucha afinidad por las unidades β de la hemoglobina adulta. En otras palabras, cuando 2.3-DPG se une a la hemoglobina adulta, el oxígeno presente en esta última se libera. Sin embargo, cuando 2.3-DPG intenta unirse a la hemoglobina fetal, las unidades γ dificultan el proceso haciendo la liberación de oxígeno más complicada. Con esto, el feto consigue una saturación de oxígeno similar a la materna con menor cantidad del gas disuelto en sangre (también llamado presión parcial de oxígeno).
Referencias
Kiserud, T. (2005, December). Physiology of the fetal circulation. In Seminars in Fetal and Neonatal Medicine (Vol. 10, No. 6, pp. 493-503). WB Saunders.
Kiserud, T., & Acharya, G. (2004). The fetal circulation. Prenatal diagnosis, 24(13), 1049-1059.