El 22 de noviembre de 1963, tuvo lugar el dramático asesinato de John F. Kennedy mientras circulaba en su coche presidencial por la ciudad de Dallas (Texas). Si bien la versión oficial dictaminó que el autor de este crimen fue el ex-marine Lee Harvey Oswald, existen todavía muchos interrogantes y teorías alternativas acerca de este magnicidio, probablemente el más famoso de la historia.
Inicios y presidencia de John F. Kennedy
Hijo de Joseph P. Kennedy y Rose Fitzgerald, el joven John destacó como soldado en el Frente del Pacífico. Debido a sus heroicas acciones en las que salvó a varios de sus compañeros cuando su lancha PT-109 fue atacada por un destructor japonés en las islas Salomón, fue condecorado con la Medalla de la Armada y del Cuerpo de Marines. Otros reconocimientos fueron el Corazón Púrpura, la Medalla de la Campaña Asia-Pacífico y la Medalla de Victoria de la Segunda Guerra Mundial. Dedicado a la política poco después de finalizar la contienda, en 1952 derrotó al candidato republicano Henry Cabot Lodge Jr en el cargo para senador de Estados Unidos por Massachusetts. El 12 de septiembre de 1953, Kennedy contrajo matrimonio con Jacqueline Lee Bouvier, su principal apoyo durante el resto de su vida. El futuro parecía muy prometedor para la joven pareja.
El carismático John F. Kennedy no se conformaba con el cargo de senador, resultando elegido como candidato a la presidencia por el Partido Demócrata. El 26 de septiembre de 1960, se enfrentó contra el vicepresidente y candidato republicano Richard Nixon en el primer debate televisado de la historia de Estados Unidos. Mientras que Nixon rechazó maquillarse y parecía algo tenso e incómodo durante el debate, por el contrario Kennedy permaneció más relajado y seguro de sí mismo. Más tarde hubo tres debates más entre los dos candidatos, pero la imagen más natural y serena de Kennedy en el primero de ellos hizo que ganara muchos seguidores. Lo que quedó claro de aquella jornada es que a partir de entonces la televisión se convertiría en un elemento fundamental para el desarrollo de la política estadounidense.
Después de un ajustadísimo recuento en las elecciones del 8 de noviembre de 1960, Kennedy se convirtió con 43 años de edad en la persona más joven en ser elegida presidente de Estados Unidos, si bien Theodore Roosevelt ya había ejercido ese cargo a los 42 años tras el asesinato de William McKinley. También fue el primer presidente católico en la historia del país norteamericano, algo que despertaba recelos entre ciertos sectores de la sociedad estadounidense. Durante su breve pero intensísima presidencia tuvieron lugar algunos acontecimientos claves de la Guerra Fría tales como la estrepitosa invasión de la Bahía de Cochinos, la crisis de los misiles de Cuba, la construcción del muro de Berlín, la intensificación de la carrera espacial contra la Unión Soviética o la lucha del Movimiento por los Derechos Civiles de la población afroamericana.
Dallas, 22 de noviembre de 1963
John F. Kennedy se levantó temprano la mañana del 22 de noviembre de 1963. Pronunció el que sería su último discurso en público para después dirigirse a la Base Aérea de Carswell y subir a bordo del avión presidencial Air Force One. A las 11:40, el avión aterrizó en la ciudad de Dallas (Texas). Más tarde, la comitiva presidencial a bordo de un flamante modelo Lincoln X-100 emprendió su ruta hacia el centro de Dallas. La distribución de los asientos fue de la siguiente forma: en el asiento del chófer se situaba un agente-conductor y como acompañante otro agente de seguridad, en el medio se situaban el gobernador de Texas, John Connally, junto a su mujer Nellie y en los últimos asientos ligeramente elevados, el presidente Kennedy y su esposa Jacqueline. Ninguno de los allí presentes siquiera llegaría a imaginarse el terrible suceso que estaba todavía por venir.
Gentes de todo tipo se habían congregado en las calles de Dallas para saludar a la comitiva presidencial. Jacqueline y Kennedy respondían muy sonrientes a los saludos de sus ciudadanos, eran sin duda alguna la pareja más icónica del mundo entero. Es de destacar que el automóvil donde viajaban tenía la capota bajada, lo que convertía al presidente en un blanco mucho más fácil para sus posibles atacantes. A las 12:30, la limusina presidencial entró en la plaza Dealey y avanzó por la calle Houston. En la esquina de la calle Houston con la calle Elm, la comitiva realizó un giro aproximado de 120 grados reduciendo para ello su velocidad. La calle Elm quedaba frente al edificio Texas School Book Depository (Almacén de Libros Escolares de Texas). Según la versión oficial, a una distancia de unos 20 metros se produjo el primero de tres disparos.
En ese momento, la limusina presidencial se desplazaba a una velocidad de unos 55 km por hora. Este primer disparo no impactó en el vehículo, sino que fue desviado por un semáforo para posteriormente rebotar en el cemento y herir de forma leve al testigo James Tague. Tan solo 3’5 segundos después, un segundo disparo acertó a Kennedy en la espalda efectuando su salida por la garganta. El desafortunado presidente rápidamente se cubrió su garganta con ambas manos. Jacqueline contempló la escena atónita. Este segundo disparo también dejó herido de gravedad al gobernador John Conally según la versión oficial. En un intento por proteger a Kennedy, Jacqueline tiró de él para recostarlo a su lado. Pero entonces ocurrió un tercer disparo a los 4’8 segundos del primero, que alcanzó de lleno al presidente, concretamente en su hueso parietal derecho. Jacqueline soltó entonces a su marido para lanzarse a la parte trasera del vehículo.
Este tercer y último disparo fue letal para el presidente. La limusina presidencial se dirigió a toda prisa al hospital Parkland Memorial. Jacqueline fue ayudada por un agente para regresar a su asiento y trató de sostener la cabeza de su difunto esposo en un último intento por salvar su vida. Tras media hora de intervenciones médicas inútiles, a las 13:00 se certificaba oficialmente la muerte de Kennedy por el personal del hospital. Dos horas después, el vicepresidente Lyndon B. Johnson prestaba su juramento como presidente. De una manera casual, un ciudadano de nombre Abraham Zapruder había grabado con una cámara casera casi toda la escena del crimen, logrando captar el momento exacto de los dos fatídicos disparos contra el presidente. Esta grabación se utilizó posteriormente para la investigación del magnicidio, siendo posiblemente la película doméstica más vista y analizada de la historia.
Tras este terrible acontecimiento, John F. Kennedy se convirtió en el cuarto presidente asesinado durante el ejercicio de su cargo después de Abraham Lincoln (1860-1865), James A. Garfield (marzo-septiembre de 1881) y William McKinley (1897-1901). En un gesto que conmovió a la población estadounidense Jacqueline conservó durante todo el día 22 su vestido de Chanel color rosa manchado de sangre, con el fin de que el mundo fuera testigo de lo que le habían hecho a su marido. Posteriormente, Kennedy fue enterrado en el cementerio nacional de Arlington el 25 de noviembre. A pesar de la gravedad de las heridas sufridas y después de ser operado dos veces de urgencia, el gobernador John Connally logró sobrevivir. El hecho de ser la bala del segundo disparo la misma que impactó sobre Kennedy e hirió a Connally según las pertinentes investigaciones oficiales, ha originado la teoría de una sola bala o la ‘teoría de la bala mágica’, nombre dado por sus críticos.
Autoría del asesinato
Las investigaciones oficiales apuntaron como responsable del magnicidio al ex-marine Lee Harvey Oswald de 24 años de edad y empleado del Texas School Book Depository, situado en la plaza Dealey. Para llevar a cabo su plan asesino contra Kennedy, había empleado un fusil de cerrojo Carcano M91/38, dotado con una mira telescópica ubicado en el sexto piso del citado almacén. Debido a su extraordinaria puntería desde tanta distancia, se cree que Oswald debía de haber tenido algún tipo de experiencia previa como francotirador. Oswald fue detenido a las 13:50 del día 22 de noviembre, siendo también acusado del asesinato del agente de policía J. D. Tippit. No obstante, el ex-marine siempre se declaró inocente de todos los cargos. Fuese o no culpable, el caso es que Oswald nunca pudo ser juzgado por sus supuestas acciones a causa de su asesinato por el gángster Jack Ruby delante de las cámaras tan sólo dos días después de los hechos.
El 29 de noviembre de 1963, se creó la Comisión Warren por el presidente Lyndon B. Johnson formada por diversos miembros (entre ellos el jurista Earl Warren) con el fin de aclarar las extrañas circunstancias del asesinato de Kennedy. Algunas de sus controvertidas conclusiones puestas más tarde en tela de juicio, fueron que sólo hubo tres disparos durante la ejecución del asesinato, que Lee Harvey Oswald actuaba solo y que no existía ninguna conspiración ni agentes del gobierno implicados en el crimen. A tenor de estas averiguaciones, la Comisión Warren ha sido cuestionada en multitud de ocasiones por destacadas personalidades de muy diversos ámbitos. En 1976, se estableció el Comité Selecto de la Cámara sobre Asesinatos para investigar los asesinatos de John F. Kennedy y Martin Luther King. Dicho Comité dictaminó que Kennedy había sido víctima de una conspiración y que la Comisión Warren estaba equivocada.
Por otro lado, el terrible magnicidio ocasionó una gran conmoción entre la población estadounidense. Dada su importancia para el posterior devenir de la historia estadounidense, este trágico evento ha sido testigo de incontables especulaciones, libros, documentales además de ser llevado a la gran pantalla. En la película de Oliver Stone estrenada en 1991, titulada JFK, se narra la investigación del fiscal Jim Garrison (interpretado por el actor Kevin Costner) en torno al asesinato de John F. Kennedy. Durante dicha investigación se pusieron de manifiesto supuestos lazos con los servicios secretos estadounidenses. A pesar de su gran puesta en escena, esta película ha sido tildada de escaso valor documental por algunos críticos. No obstante, todavía siguen abiertos muchos interrogantes y preguntas sin respuesta acerca de la muerte de Kennedy, alimentándose un sinfín de teorías conspiratorias de lo más variopintas.
Teorías conspiratorias
Debido al férreo secretismo en torno a las investigaciones que rodearon al asesinato de Kennedy, existen gran variedad de teorías alternativas si bien hay que destacar el enorme volumen de noticias falsas acerca de este hecho. Algunos críticos de la Comisión Warren sostienen que posiblemente hubo más de un francotirador implicado en el magnicidio. Esta teoría corrobora que el tercer disparo habría sido efectuado desde el frente del automóvil en la cerca de madera de Grassy Knoll y no desde el sexto piso del Texas School Book Depository, supuestamente a raíz de las mutilaciones en el cráneo de Kennedy. También se ha puesto en duda la teoría de la bala mágica del segundo disparo, ya que según estos críticos dicha bala no podría haber herido a la vez a Kennedy y Connally durante su trayectoria. No obstante, en las imágenes de la cinta de Zapruder se puede observar como Kennedy y Connally son heridos a la vez, por lo que de haber existido dos francotiradores diferentes tendrían que haberse sincronizado a la perfección. Además, el tipo de fusil utilizado creaba un gran estruendo al efectuar un disparo y no se observó a nadie de los testigos girando en la dirección del supuesto francotirador extra.
Entre los supuestos culpables que podrían existir en torno al asesinato de Kennedy, algunas de estas teorías apuntaron a organismos o personalidades muy dispares entre sí: la Reserva Federal de Estados Unidos, el vicepresidente Lyndon B. Johnson, el ex-vicepresidente republicano Richard Nixon, la CIA junto con la ayuda de exiliados cubanos anticastristas, el director de la Oficina Federal de Investigación J. Edgar Hoover, el gobierno israelí, el crimen organizado, la KGB, entre otros. No obstante, nunca se llegó a culpar formalmente a nadie más excepto al fallecido Lee Harvey Oswald. Algunos defensores de estas teorías sostienen que Oswald se trataba tan solo de un chivo expiatorio con el fin de ocultar a los verdaderos responsables del magnicidio. Mucho más tarde, en unas declaraciones realizadas en 1994 y en 2003 el militar James Earl Files afirmó ser el autor del tercer disparo a Kennedy exculpando a Oswald del asesinato. Sin embargo, debido a la inexactitud y contradicciones de sus diferentes versiones este supuesto asesino ha gozado de escasa credibilidad.
Legado de John F. Kennedy
En la actualidad se identifica a John F. Kennedy como uno de los iconos que mejor representa las esperanzas y sueños de los estadounidenses. A pesar de su breve mandato, está considerado como uno de los mejores presidentes que ha tenido Estados Unidos en toda su historia. Uno de sus momentos cumbre fue la gestión de la crisis de los misiles de Cuba en octubre de 1962 con su homólogo soviético Nikita Jruschov. Su capacidad de negociación y sangre fría durante dicha crisis, junto con la ayuda de su hermano pequeño Robert, contribuyó al entendimiento entre Estados Unidos y la Unión Soviética. El acuerdo suscrito entre las dos partes evitó una posible guerra nuclear a escala mundial. A partir de entonces se instaló el llamado «teléfono rojo», un enlace de comunicación directa entre los gobiernos estadounidense y soviético con el fin de resolver crisis similares.
Preocupado por la marginación y segregación de la minoría afroamericana, otro de los grandes legados de Kennedy fue su proyecto de ley de Derechos Civiles, que no obstante fue frenado por el Senado y que no pudo ver cumplido en vida. Sería su sucesor en el cargo, Lyndon B. Johnson, quién finalmente aprobaría dicha ley en 1964 como homenaje a su persona no sin hallar una fuerte oposición en el seno de ciertos sectores sureños del Partido Demócrata. Kennedy fue también el presidente que dio el pistoletazo de salida al Programa Apolo en plena carrera espacial, con la firme determinación de enviar misiones tripuladas a la Luna y traerlas de vuelta antes de que finalizara la década de 1960. Algo que finalmente se cumplió el 20 de julio de 1969, con el alunizaje de Neil Armstrong y Buzz Aldrin en el Mar de la Tranquilidad, evento retransmitido a toda la humanidad.
Bibliografía:
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Mulet, J. M. (2019). ‘A JFK no lo mató una bala mágica’. Elpaís. https://elpais.com/elpais/2019/07/05/eps/1562339143_281205.html
O’Brien, M. (2005). John F. Kennedy: A Biography.
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