¿Qué fue antes, el huevo o la gallina? Nunca nos pondremos de acuerdo. ¿Y el ascensor o el rascacielos? ¿Qué fue antes? Esto parece más claro: el ascensor. Los primeros ascensores eran hidráulicos, no eléctricos, pero maravillaron a la clientela igualmente y mejoraron las condiciones laborales de los botones, mitigando sus dolores de lumbago, al no tener que cargar con las maletas por las escaleras.
Según se perfeccionaba la técnica del ascensor, unido a dos nuevos materiales constructivos: el acero y el hormigón armado, los constructores de edificios se atrevían a edificar más alturas.
Guion de Gonzalo Altozano
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