Seamos sinceros, la guerra no es en general la mejor solución para arreglar los asuntos del mundo, pero en muchas ocasiones es necesario recurrir a ella. Durante toda la historia de la humanidad ha sido preciso estar preparado para mantener o alterar el equilibrio de fuerzas haciendo frente a personas que buscan afanosamente alcanzar el poder.
“si vis pacem, para bellum”
Si quieres la paz prepárate para la guerra. Esta máxima fue advertida por grandes pensadores a lo largo del tiempo y en las diferentes culturas. El manual de guerra más antiguo que conservamos es el de Sun Tzu, que escribió El Arte de la Guerra. Los chinos ya no solo llegaron a considerar una necesidad tener las armas a mano, sino que incluso hicieron un arte de ello. Y es que la estrategia, las técnicas, el lugar donde se combate, los medios, los efectivos disponibles y su preparación… todo ello crea e implica una realidad compleja a la que llamamos guerra y que no se puede llevar a cabo de cualquier manera.
De ahí que las primeras palabras que nos dirige el filósofo chino para obtener la victoria sea reflexionar en torno a la guerra misma pues ésta es “asunto de importancia vital…el camino a la supervivencia o a la ruina” y, por tanto, “forzoso estudiarla a fondo”.
La costumbre de hacer tratados no se quedó ahí, sino que muchos otros tomaron ejemplo de ello adaptándolo al contexto y las innovaciones técnicas de su época. Así, destaca De Re Militari (De los asuntos de la milicia) de Vegencio (autor de la famosa frase «si vis pacem…»), el Strategikon atribuido a Mauricio I Emperador Bizantino, la obra japonesa de El libro de los cinco anillos… sin embargo, estos manuales son poco conocidos, siendo el de Sun Tzu el más relevante.
Posiblemente este tratado influyó en Napoleón Bonaparte, gran estratega militar francés y a su vez en los ejércitos de Prusia, lo que más tarde sería Alemania. En este contexto del s.XVIII destaca el manual Vom Kriege (De la Guerra) que escribió Carl Von Clausewitz, quien creía que la guerra era «la continuación de la política pero por otros medios». El militar prusiano inspiró el famoso Truppenfürung, manual de combate que utilizó la Werhmacht, el ejército alemán, durante la II Guerra Mundial. El éxito de la Blitzkrieg y otras tácticas que utilizaron los alemanes durante la contienda llevó a los norteamericanos a copiar el libro de recetas de guerra y asumirlo para su propio ejército, considerado en las últimas décadas como el más poderoso del mundo.
Hoy en día con las nuevas tecnologías, la guerra digital o la guerra económica, todos estos manuales han quedado un poco obsoletos, sobre todo para lo que es la táctica más reciente. A pesar de ello, muchas personas han encontrado en el libro de Sun Tzu la inspiración para llevar a cabo sus objetivos profesionales e incluso librar sus batallas personales, pues como escribió el poeta alemán von Logau, «combatirse a si mismo es la guerra más difícil; vencerse a sí mismo es la victoria más bella«.