Un gran hombre aseguró hace tiempo que la Sábana Santa era «un reto a la inteligencia», puesto que se trata de un objeto complejo. Vamos a dar unas pinceladas sobre esta misteriosa reliquia en la que algunos ven el verdadero rostro de Jesús de Nazaret.
El objeto
La Sábana Santa o Santa Síndone es una reliquia que se encuentra en la Catedral de Turín, en Italia. Es una tela de lino, tejida en forma de espiga y de muy alta calidad para la época. Seguramente su procedencia sea oriental, puesto que en Europa no se elaboraron estos tejidos hasta el s. XV. La Sábana posee una serie de manchas y marcas de lo que parece ser un hombre torturado. También posee varios agujeros (esa especie de triángulos más visibles) que fueron provocados por un incendio en 1532.
Aunque existen testimonios escritos de que ya en el 400 se veneraba en Edesa una imagen de Jesús, a nivel histórico se tiene constancia de la Sábana como tal ya en el s. VI. Seguramente esta imagen tuvo mucha influencia a nivel artístico y religioso, como podemos comprobar en varios iconos e incluso en la cruz ortodoxa, donde vemos el travesaño inferior torcido puesto que el cuerpo de la sábana tenía una pierna más larga que otra. También sabemos que en el 944 fue trasladada con una gran ceremonia a Constantinopla, donde estuvo en varios lugares, entre ellos la iglesia de Santa María de las Blanquernas (según el testimonio del cruzado Robert de Clari en 1205). Durante la IV Cruzada fue robada por unos caballeros franceses y después de dar varias vueltas entre Francia y Saboya, acabará en Turín en 1478.
En 1898, con motivo de la boda de Víctor Manuel III, se realizó una ostensión de la Sábana. Secondo Pia, un abogado italiano pidió permiso para realizar varias fotografías a la reliquia, pero cuando las reveló, encontró algo muy extraño: el negativo fotográfico mostraba una imagen más clara, los colores en la imagen real estaban invertidos. Este sorprendente hallazgo es el que inició una serie de investigaciones de las cuales daremos algunas pinceladas a continuación.
Las investigaciones
En primer lugar, debemos indicar que todos los datos aquí expuestos tienen su referencia en los enlaces que dejamos al final de este artículo. En 1969 y en 1973 se reunieron dos comisiones de expertos que tomaron varias fotografías y muestras, pero no llegaron a aportar grandes novedades. Destaca el estudio palinológico (del polen) de Max Frei, perito de la Interpol, que fue concluido más tarde por los doctores Baruch y Danin, profesores de la Universidad de Jerusalén en 1998. Sus conclusiones fueron que la Sábana no era original de Europa, que estuvo bastante tiempo fuera de ella y antes del s. XIV, pues después sabemos que no salió del Viejo Continente.
Entre el 8 y el 13 de octubre de 1978, un equipo de científicos americanos dirigido por el Dr. John P. Jackson y conocido como STURP (Shroud of Turin Research Project), lleva a cabo sobre la Síndone 120 horas de pruebas. La evaluación ultravioleta e infrarroja confirmó que no existía ningún tipo de pintura o tinte sobre la tela. El Analizador de Imágenes VP-8 demostró que la impronta contiene codificada información única y tridimensional.
En octubre de 1988 se le realiza la prueba del Carbono 14 que data la Sábana en periodo medieval entre el 1260 y 1390. Sin embargo, esto no podía ser, dado que los testimonios escritos y culturales de la Sábana son muy anteriores. Además, se incorporaron otras variantes, como el incendio sufrido o la conclusión en 1998 del estudio de los pólenes presentes, que pudieron alterar la datación del Carbono 14, por lo que es una prueba no concluyente.
¿Cómo se llegó a realizar esta imagen?
Esta es la gran pregunta, la que el mundo científico todavía no ha sabido responder. El consenso de los investigadores del STURP es que «la imagen es resultado de algo que provocó la oxidación, la deshidratación y la conjugación de la estructura de los polisacáridos de las microfibras del lino. Estos cambios pueden reproducirse en el laboratorio con ciertos procesos químicos y físicos; se puede obtener un cambio semejante en el lino con ácido sulfúrico o con calor. Sin embargo, no se conocen métodos químicos o físicos que puedan explicar la totalidad de la imagen. Tampoco puede explicar adecuadamente la imagen ninguna combinación de circunstancias físicas, químicas, biológicas o médicas».
La formación de la imagen sigue siendo un misterio, lo único que se puede concluir mediante análisis forense llevado a cabo por varios especialistas, entre ellos el Dr. Robert Bucklin (aquí está el informe en castellano) es que la Sábana corresponde a un hombre que fue flagelado, crucificado, coronado con un casco espinoso y con una herida en el costado y que las marcas no son producto de un artista. Las manchas de sangre corresponden al grupo AB. También señalaron numerosos arqueólogos que esta conjunción de torturas no es común en época romana, no solían azotar a quien crucificaban y menos poner una corona de espinas, lo que realza la singularidad del hombre de la Sábana.
Comprueba la imagen tú mismo
No hemos profundizado mucho en el exhaustivo estudio que se le hizo a la Sábana, pero al final del artículo os dejamos numerosa documentación de alta divulgación científica (no artículos de periódico ni entradas web sensacionalistas). También puedes comprobar tú mimo la imagen, puedes coger cualquiera de internet de la Sábana Santa (con un mínimo de calidad) y pasarla por un filtro de negativo. Verás que la figura humana que aparece es mucho más clara. Se podría decir que la propia Sábana es un negativo gigante, que al pasarlo por el filtro del negativo fotográfico aparece la imagen real. Esto es lo primero que asombró a los científicos y lo que sigue sin explicación alguna.
¿Qué dicen los creyentes?
La Iglesia Católica es la que custodia ahora mismo la Síndone. Por parte de la institución nunca ha habido un reconocimiento oficial de su falsedad ni de su veracidad. En 1998 el papa Juan Pablo II fue a visitar la Sábana y en su discurso afirmó que era un «espejo del evangelio» pues todo lo relatado en la Biblia sobre la pasión está constatado en el hombre de la Sábana. Sin embargo, también afirmó que «no tratándose de una cuestión de fe, la Iglesia carece de competencia para pronunciarse sobre su autenticidad» y, puesto que la inteligencia humana todavía no ha sido capaz de darle una explicación, animaba a los científicos a seguir investigando «objetivamente y sin prejuicios», pues son ellos y no la Iglesia quienes tienen que encontrar una solución .
Referencias
Todos los documentos de las investigaciones del STURP se pueden encontrar aquí: https://www.shroud.com/
Carreira, M. (1998). La Sábana Santa desde el punto de vista de la física.
Damon, P. E. et al. (1989). Radiocarbon Dating of the Shroud of Turin. Nature, (No. 6208), 611-615.
Rodríguez Almenar, J. M. (2017). La Sábana Santa y sus implicaciones histórico-artísticas, pp. 71-83 y 406-415. Extracto del texto completo, que puede consultarse en el Repositorio de la Universidad de Valencia.
Wilson, I. y Schwortz, B. Shroud History.
Discurso de Juan Pablo II ante la Síndone en 1998: http://www.vatican.va/content/john-paul-ii/es/speeches/1998/may/documents/hf_jp-ii_spe_19980524_sudario.html