4 teorías sobre la muerte de Napoleón

El 5 de mayo de 1821 dejaba este mundo uno de los personajes de los que más se ha escrito en la historia: Napoleón Bonaparte. Después de combatir durante años en una serie de conflictos conocidos como las guerras napoleónicas, el corso terminó sus días en la inhóspita isla de Santa Elena. No obstante, en la actualidad se siguen albergando ciertas dudas acerca de la causa de su muerte. Aunque la versión oficial dictaminó un cáncer de estómago, existen otras teorías mucho más rocambolescas.

La muerte de Napoleón, cuadro de Charles von Steuben

Últimos años de Napoleón en Santa Elena

Después de ser derrotado en la batalla de Waterloo en junio de 1815 por la Séptima Coalición, quedaba por ver cuál sería el destino de Napoleón. Tras varias alternativas en las que se barajó una posible marcha a los Estados Unidos o una estancia en Inglaterra, finalmente se optó por una solución mucho más drástica y contundente: la remota isla de Santa Elena. En este lugar tan inhóspito y alejado de la civilización, era prácticamente imposible emprender cualquier tipo de huida. Debido a su ubicación en mitad del Atlántico Sur, constituía una prisión perfecta. Por otro lado, aunque se llegó a idear algunos planes para rescatar a Napoleón por parte de ciertos seguidores, el corso asumió honorablemente su trágico destino. Entre otros motivos, el corso pretendía engrandecer todavía más su leyenda.

El antiguo emperador pasó una breve estancia en una casa de campo llamada Briars para posteriormente ser realojado junto a un reducido séquito en Longwood House, acondicionada para tal efecto. Los últimos años en Santa Elena resultaron ser de lo más aburridos para Napoleón en parte por la actitud del amargado gobernador de la isla, Sir Hudson Lowe, quien deseaba que su reclusión resultase ser una pesada carga para mayor infortunio del corso. Entre las pocas actividades permitidas, se encontraba la redacción de sus memorias, en las cuales Napoleón reflejó entre otros temas un profundo sentimiento negativo con respecto a la Guerra de Independencia española (1808-1814). Este singular episodio fue considerado como uno de los factores que contribuyó a la posterior caída de su poderoso imperio.

Napoleón en Santa Elena

Meses antes de su muerte, el corso empezó a sufrir un grave deterioro de su salud acelerado en parte por el clima insalubre de Santa Elena. Entre los múltiples síntomas padecidos se encontraban frecuentes dolores abdominales, pérdida de peso, náuseas, sudores nocturnos y fiebre. Atrás quedaban los gloriosos días en los cuales el corso había avasallado a toda Europa a través de sus campañas militares en las que se impuso a sus enemigos a sangre y fuego. Ahora ya solo quedaba un hombre avejentado y enfermo. Finalmente, después de sufrir una larga y dolorosa agonía, el 5 de mayo de 1821 Napoleón Bonaparte se despedía de este mundo rodeado de un reducido grupo que se mantuvo fiel hasta sus últimos días. La legendaria historia del emperador ha originado toda una serie de teorías acerca de la causa de su muerte.

1.Teoría oficial: cáncer de estómago

Al día siguiente de su fallecimiento, 16 observadores se encargaron de asistir a la autopsia de Napoleón, entre los que se encontraban siete médicos. La resolución fue unánime: un cáncer de estómago había sido el responsable de acabar con la vida del emperador, al igual que ocurrió con su padre décadas atrás. Hay quien afirma que esta enfermedad era la causa por la cual Napoleón aparecía en algunos retratos con un brazo sobre su tripa, con el fin de aliviar las molestias provocadas. Pero a pesar de este firme diagnóstico, las dudas sobre qué o quiénes provocaron la muerte del emperador, siguen generando apasionantes debates entre los que se atreven a investigar a esta figura histórica. ¿Acaso el gobierno británico aceleró su final a causa de los altos costes que suponía su manutención en Santa Elena? ¿Quizás fuese envenenado lentamente? ¿Y si quién hubiese muerto en Santa Elena no hubiese sido el verdadero Napoleón? Estas y otras cuestiones continúan poseyendo cierto halo de misterio.

«Retrato de Napoleón en su gabinete de trabajo«, cuadro de Jacques-Louis David (1812)

2.Teoría del asesinato por envenenamiento

Existen ciertas teorías que apuntan a que Napoleón pudo haber sido víctima de un envenenamiento. El que había sido el médico personal del emperador durante tres años, el irlandés Barry O’Meara, llegó a declarar que Hudson Lowe había ordenado «acortar la vida de Napoleón«. Como era obvio, después de estas polémicas declaraciones, O’Meara fue despedido. Esta afirmación ayudaba a crear una imagen de Lowe del perfecto villano de Santa Elena, dispuesto a todo con tal de acabar de una vez por todas con Napoleón. Aunque hubo quienes no dudaron del testimonio de O’Meare, nunca se pudieron presentar pruebas convincentes. Sin embargo, posteriores investigaciones realizadas en el siglo XX podrían haberle dado la razón a este médico irlandés. El doctor sueco Sten Forshufvud presentó una petición a una universidad escocesa para que realizase una prueba de detección de arsénico en algunos cabellos de Napoleón. La sorpresa posterior no pudo haber sido mayor.

El gobernador de Santa Elena en tiempos de Napoleón, Sir Hudson Lowe. Algunos piensan que pudo haber planeado la muerte prematura del emperador francés

Los resultados de la prueba revelaron niveles anormalmente elevados de este componente mortífero. Según los análisis obtenidos, dichos niveles de arsénico eran compatibles con dosis administradas a intervalos regulares durante varios años. Pero si al fin y al cabo las suposiciones de O’Meare resultaron ser ciertas, entonces ¿quién o quiénes se habrían encargado de ejecutar el envenenamiento paulatino de Napoleón? Forshufvud apuntó a un nuevo sospechoso en su libro «Asesinato en Santa Elena»: Charles Tristan. Este había sido un antiguo compañero de Napoleón cuya esposa fue seducida por el propio emperador y que además se encontraba desesperado por salir de la isla. Según algunas averiguaciones, este sombrío personaje habría recibido ciertas presiones por parte de altas instancias del poder con el objetivo de deshacerse del molesto Napoleón. Sin embargo, es necesario señalar que esta teoría del asesinato por envenenamiento no goza de un apoyo unánime entre científicos e investigadores.

3.Teoría del envenenamiento accidental

A pesar de la amplia literatura que se generó en torno a esta controvertida cuestión, todo podría haber quedado en agua de borrajas para desgracia de los amantes de la conspiración. Aún en el caso de un supuesto envenenamiento por arsénico, este no tendría porqué haber sido provocado a propósito. Hacia la década de los 80 del siglo XX, el debate se desvió en otra dirección: los altos niveles de arsénico observados en los restos de Napoleón podrían haber sido causados de forma accidental y no por una acción premeditada. Esto era debido a que en las casas del siglo XIX existían niveles elevados de arsénico en cosméticos, cigarrillos, recipientes de cocina, veneno para ratas, repelentes de insectos, etc. Prácticamente las viviendas estaban rociadas por todas partes con este elemento potencialmente dañino.

Napoleón abdicando en Fontainebleau, cuadro de Paul Delaroche (1846)

Un químico de la universidad de Newcastle analizó un trozo de tapiz proveniente de Longwood House para descubrir que los gases procedentes de un moho que crecía detrás de él eran tóxicos. Por esta razón, el deterioro de Napoleón fue en aumento con el paso de los años. Investigaciones posteriores realizadas en personas cercanas a Napoleón, como su hijo o su primera esposa la emperatriz Josefina, determinaron que los niveles de arsénico en sus restos eran hasta 100 veces más altos que una persona promedio en la actualidad. Sin embargo, los defensores de la teoría del asesinato no aceptan esta hipótesis. Durante años, diferentes organizaciones realizaron numerosas pruebas para corroborar los niveles tóxicos de arsénico. Pero el cómo llegó el veneno hasta Santa Elena sigue siendo un interrogante.

4.Teoría de la sustitución

Algunos de los más firmes admiradores de la figura de Napoleón han llegado a asegurar que la persona que murió el de 5 mayo de 1821 no era el emblemático emperador, sino otra persona. Según esta teoría de lo más alocada, fue un «doble» quien habría viajado hasta la isla de Santa Elena en sustitución de Napoleón para ocupar su lugar. Mientras tanto, el corso se había retirado a la ciudad de Verona para abandonar toda actividad política y dedicarse a la venta de anteojos de forma pacífica. Pese a que esta cuestión ha sido motivo de inspiración para novelas y películas, dicha hipótesis carece de cualquier tipo de base documental mínimamente fiable. Además, existe una segunda teoría de la sustitución la cual afirma que el cuerpo de Napoleón entregado a las autoridades francesas en 1840 para ser enterrado bajo la cúpula de los Inválidos se trataba en realidad de un impostor. Pero a falta de pruebas concluyentes, esta teoría también resulta poco menos que anecdótica. Sea como fuere, todo parece indicar que la leyenda de Napoleón y los misterios sobre su muerte todavía permanecerán vivos por mucho tiempo. Las propias palabras de Napoleón de abril de 1821, resultaron ser cuanto menos enigmáticas:

«Mi muerte es prematura. Me han asesinado el oligopolio inglés y su asesino a sueldo»

Tumba de Napoleón en Los Inválidos. Fuente: Mywowo.net

Bibliografía:

Lavanguardia. (2019). ‘¿Quién mató a Napoleón?’. https://www.lavanguardia.com/historiayvida/historia-contemporanea/20190521/47311819108/quien-mato-a-napoleon.html

National Geographic. (2018). ‘Expertos resuelven el misterio sobre la muerte de Napoleón’. https://www.ngenespanol.com/fotografia/napoleon-bonaparte/

Price, M. (2014). Napoleon. The End of Glory. Oxford University Press, New York.

Rees, S. (2021). Napoleón Bonaparte: de qué murió realmente (y otras 3 cosas que quizás no sabías sobre su vida). BBC News Mundo. https://www.bbc.com/mundo/noticias-56780696

Roberts, A. (2014). Napoleon the Great. Penguin Random House UK, London. 

Romero, B. (2020). ‘Santa Elena, la última cárcel de Napoleón’. Lavanguardia. https://www.lavanguardia.com/historiayvida/historia-contemporanea/20200715/482199614621/napoleon-santa-elena-exilio-muerte-invalidos.html

Zamoyski, A. (2019). Napoleon. The Man Behind the Myth. CPI Group UK Ltd, London.

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