El tesoro perdido de Moctezuma

Existen ciertas leyendas que hablan de un tesoro oculto de los aztecas en algún lugar de América. Supuestamente dicho tesoro se salvó de los conquistadores españoles al mando de Hernán Cortés tras la caída de Moctezuma II. Pero, ¿que hay de cierto en estas teorías? ¿Acaso posee alguna maldición? ¿Qué se esconde tras las huellas del gran huey tlatoani?

Fotograma de la película «Piratas del Caribe: la maldición de la Perla Negra» (2003)

La conquista de México (1519-1521)

La llegada de Hernán Cortés a las costas del actual México en 1519, produjo consecuencias macrohistóricas. Episodios como el singular encuentro entre el conquistador extremeño y el emperador Moctezuma II (8 de noviembre de 1519), la Matanza de Tóxcatl (20 de mayo de 1520), la Noche Triste (30 junio-1 julio 1520) o la batalla de Otumba (7 de julio de 1520), serían recordados por siempre. La conquista de la capital Tenochtitlán el 13 de agosto de 1521, culminó la campaña de Cortés.

Pero este aventurero y sus hombres no estaban solos en aquel vasto continente. Para llevar a cabo sus planes, contaron con la alianza de numerosos pueblos indígenas que deseaban liberarse del yugo mexica tales como tlaxcaltecas, totonacas, cholultecas y un largo etcétera, así como con la inestimable ayuda de la intérprete indígena Malinche. Y no solo eso. Hubo otro elemento inadvertido para los españoles en aquel entonces que les benefició, un arma biológica inigualable: la viruela.

«La Llegada», por Ferrer Dalmau. Cortés llegó a Tenochtitlán en noviembre de 1519

Mientras tenía lugar el asedio de Tenochtitlán, una devastadora epidemia había asolado la capital, provocando la muerte de entre el 30-50% de su población. Esto fue debido a que los nativos americanos carecían de anticuerpos específicos para esta enfermedad propia del Viejo Mundo, ocasionando una altísima mortalidad. Según alguna teorías, de igual manera ocurrió con la sífilis, pero en sentido inverso: de América a Europa y al resto del Viejo Mundo; aunque en esto aún existe un gran debate.

Después de la caída de Moctezuma II supuestamente a manos de sus súbditos en junio de 1520, le sucederían dos nuevos emperadores o huey tlatoani: Cuitláhuac (7 de septiembre-25 de noviembre de 1520) y Cuauhtémoc (1521-1525). Cuitláhuac había liderado una feroz resistencia contra sus enemigos, ocasionándoles su derrota durante los sucesos de la llamada Noche Triste. Cortés y sus aliados hubieron de retirarse de Tenochtitlán para salvar su vida, pero padecieron numerosas bajas.

Ilustración del aspecto que tuvo México-Tenochtitlán

Tenochtitlán constituía una auténtica ratonera para los españoles, pues estaba edificada sobre el gran lago Texcoco y se comunicaba con las orillas a través de diversos puentes. Hernán Cortés había perdido buena parte de su botín durante los sucesos ocurridos durante la Noche Triste y deseaba recuperarlo a toda costa. Se dice que los soldados que lograron salvarse durante su huida, fue en parte porque arrojaron su valiosa carga al lago Texcoco, aunque en esto existe cierta leyenda.

Poco antes de la trágica muerte de Moctezuma II, los nobles mexicas habían elegido a su hermano Cuitláhuac como nuevo huey tlatoani para plantar cara a aquellos extraños venidos de más allá del océano junto con sus aliados. No obstante, su gobierno duró escasos 80 días. Al igual que había ocurrido con una parte considerable de sus súbditos, Cuitláhuac fue víctima de la terrible viruela. Le sucedería su primo Cuauhtémoc, el que sería el último de los tlatoanis mexicas de Tenochtitlán.

Serpiente azteca en mosaico de turquesas. Museo Británico

La tortura de Cuauhtémoc

Cuando Cuauhtémoc se hizo con el poder, Tenochtitlán se encontraba azotada por el hambre, la viruela y la falta de agua potable. A él le tocó la difícil tarea de defender la capital de su reino del asedio de todas las fuerzas conjuntas de Cortés. A pesar de sus prolongados esfuerzos, el sitio finalizó el 13 de agosto de 1521 después de 90 días de resistencia. Tras su derrota, Cuauhtémoc fue hecho prisionero por los españoles. Pero para su desgracia, todavía no había acabado su suplicio.

Obsesionados con obtener más oro, Cuauhtémoc fue sometido a un duro tormento consistente en quemar sus pies para que revelase la ubicación del ansiado tesoro que ocultaba. En este castigo le acompañaría su primo Tlacotzin. Según algunas fuentes, el último emperador de los mexicas aguantó con estoicismo su tortura. A su acompañante le llegó a decir «si estaba él en algún deleite o baño» ante su insistencia de cesar el tormento. Otra versión dice: «¿Estoy yo acaso en un lecho de rosas?»

«El suplicio de Cuauhtémoc«. Pintura de Leandro Izaguirre.

Según parecía, a Cuauhtémoc le había sido predicha por los dioses la inevitable caída de Tenochtitlán a manos de sus enemigos. Por esta razón, decidió arrojar todo el oro del que disponía a un pozo en la laguna. Pero los españoles, ávidos de riquezas, no pudieron encontrar allí nada de valor. A pesar de todo, Cortés estimó oportuno perdonarle la vida al último huey tlatoani. Para los intereses del conquistador extremeño, resultaba más útil mantenerlo con vida que muerto. Por ahora.

Cortés decidió emplear a Cuauhtémoc para sus propios fines con el fin de asegurarse un gobierno pacífico sobre la conquistada región. Todavía le quedarían algunas años de vida hasta su ulterior ejecución acusado de conspiración. Sin embargo, al igual que ocurriría con la famosa leyenda de El Dorado (un enigmático reino oculto edificado enteramente de oro), los españoles no pudieron hacerse con aquellas supuestas riquezas que tanto buscaban. ¿Dónde diantres se hallaban?

Posibles paraderos: ¿México, EE.UU.?

Tras analizar la conquista española del Imperio mexica y del destino de sus últimos emperadores, cabe hacernos la siguiente pregunta: ¿dónde se encuentra realmente el tesoro perdido de los aztecas? La cual no tiene fácil respuesta. Algunos aseguran que este tesoro se encontraría en algún lugar de la actual Ciudad de México, la cual fue edificada sobre la antigua capital de los mexicas, de nombre Tenochtitlán. Es de destacar que el lago Texcoco sobre el cual se asentaba la ciudad, fue desecado.

Parte de aquellas riquezas, en teoría perdidas, podrían haberse quedado en el palacio Axayácatl, un complejo de edificios que constituía la residencia del tlatoani Axayácatl, padre de Moctezuma II. El edificio principal ocupaba el espacio donde ahora se sitúa el Nacional Monte de Piedad, una Institución de Asistencia Privada. Esta creencia podría deberse a que el botín que consiguieron Hernán Cortés y sus hombres antes de perderlo, procedía precisamente de una cámara secreta de este lugar.

Otros creen que el tesoro podría haberse ocultado en las inmediaciones del lago Texcoco o en cuevas secretas en las cercanías de la Ciudad de México. Incluso podría haber sido transportado por sacerdotes a otras regiones del Imperio mexica por orden del mismo Moctezuma II. También hay quienes aseveran que existen oscuras maldiciones alrededor del tesoro para protegerlo de los posibles saqueadores. Sea como fuere, el misterio que rodea al supuesto tesoro continúa presente.

Panorámica de la Ciudad de México durante la época virreinal

De lo que sí podemos estar seguros es de la creación del Virreinato de Nueva España en 1535 y del establecimiento de la Ciudad de México como su centro político y financiero. Posteriormente la nación mexicana conseguiría su ansiada independencia en el año 1821, abriendo así una nueva etapa en la historia del gran país hispanoamericano. Actualmente, México, de nombre oficial Estados Unidos Mexicanos, constituye una república representativa, democrática, laica y federal.

Otras teorías bastante más alocadas afirman que el tesoro azteca se hallaría mucho más al norte, concretamente en el actual territorio de Estados Unidos. El geógrafo estadounidense Scott Wolter al frente del programa de historia alternativa «America Unearthed «, situó al tesoro perdido de Moctezuma II al sudoeste del estado de Utah (EE.UU.). Es de destacar que esta afirmación posee escasos defensores. Pero, ¿de donde viene dicha teoría? ¿Acaso tuvo seguidores? ¿Se encontró algo?

Anteriormente en el año 1914, tras sufrir una supuesta revelación y después de haber estudiado la cultura mexica, el minero Freddy Crystal creyó que en dicha región de Norteamérica se hallaba algo increíble. Muy valioso. En aquella extraña revelación, unos supuestos esclavos eran guiados por unos guerreros aztecas hacia el norte, concretamente al actual estado de Utah. Crystal se convenció a sí mismo de esto una vez había observado unos glifos procedentes de la ciudad de Kanab (Utah).

Paisaje de Utah (EE.UU.). Fuente: visittheusa.mx

El minero llegó a la conclusión de que esas gentes procedían de Aztlán, un lugar mítico en teoría ubicado al norte de Tenochtitlán. La existencia y localización de este lugar mítico ha generado un debate entre los expertos, si bien se considera que se trataría de una representación simbólica de Tenochtitlán. El caso es que tras una intensa búsqueda junto a Oscar Robinson, Crystal tan solo encontró un casco y un mocasín. Más tarde, otros también se aventurarían sin ningún resultado.

Más recientemente en el séptimo arte, en la primera película de la saga Piratas del Caribe, «Piratas del Caribe: la maldición de la Perla Negra» (2003) encontramos ciertas referencias a la famosa leyenda de Moctezuma. En este film, una espantosa maldición se cernía sobre aquellos que osaran saquear el tesoro azteca de su lugar de reposo, condenándolos a vivir por siempre como esqueletos en vida. Quizás una valiosa enseñanza que nos instruye a que no deberíamos sucumbir a la avaricia.

Cartel promocional de la película «Piratas del Caribe: la maldición de la Perla Negra» (2003).

Bibliografía

Espaciomisterio. (2018). «La maldición del oro de Utah». https://www.espaciomisterio.com/sin-categoria/la-maldicion-del-oro-de-utah_20232

Bueno, I. (2024). «Cuauhtémoc, el último emperador de los aztecas». Historia National Geographic. https://historia.nationalgeographic.com.es/a/cuauhtemoc-ultimo-emperador-aztecas_12275

Carrillo de Albornoz, J.M. (2004) Moctezuma, el semidiós destronado. Espasa-fórum, Espasa-Calpe.

Cervera, C. (2017). El tesoro maldito de Moctezuma: las toneladas de oro que perdió Hernán Cortés en su noche más triste. ABC. https://www.abc.es/historia/abci-tesoro-maldito-moctezuma-toneladas-perdio-hernan-cortes-noche-mas-triste-201706150134_noticia.html

Galán. E. J. (2019). La conquista de América contada para escépticos. Planeta, Barcelona.

González, José M. (2024). «Hernán Cortés, el conquistador del imperio azteca». Historia National Geographic. https://historia.nationalgeographic.com.es/a/hernan-cortes-conquistador-imperio-azteca_6818

Olmo, G. «Cuitláhuac, el poco recordado hermano de Moctezuma que mostró a los mexicas que los españoles no eran invencibles». BBC News Mundo. https://www.bbc.com/mundo/noticias-5522457

Tidd, N. (2024). La historia del mundo en 50 mentiras. Editorial Crítica.

Scroll al inicio