El universo político de Star Wars (II)

Continuamos con nuestra reflexión en torno al universo político de Star Wars. En el anterior artículo hablábamos del papel de los principales personajes. Esta vez vamos a ir más allá adentrándonos en la sociedad política del universo de George Lucas.

Star Wars: the last supper, obra de Steve Brown

Relación con las teorías psicológicas de la sociedad política. El papel del individuo.

Gustavo Bueno, en El primer ensayo sobre las categoría de las ciencias políticas, sugiere que las teorías psicológicas de la sociedad política consisten, en clara referencia a su tendencia a fijar al individuo como centro de gravedad en la política, en «postular que los motores que impulsan la vida política, así como sus objetivos, son los intereses individuales definidos, por lo demás, de modos muy diversos, pero que tienden a aproximarse al formato de un «preferidor racional», que busca el máximo bienestar con el mínimo costo».

El caso estrictamente político, aunque con un obvio trasfondo basado en la supremacía de los Sith y en la posibilidad de gobernar para siempre, es el del Emperador Palpatine. Bajo su identidad de Darth Sidious, pretendía «vengar» su secta por medio de la destrucción de los Jedi, y no solo vengar, puesto que para ellos es un requisito indispensable que quienes no admiten herejías, como los Jedi, sean destruidos. Es incompatible el gobierno de los Sith, totalmente pragmático, y que puede manifestarse en cualquier estructura política, y la existencia de los Jedi en el mismo radio de acción.

Palpatine se valió de incontables aliados y de jugadas políticas que, sin embargo, siempre recaían en su figura. Las Guerras Clon atendían a un sinfín de motivos que impulsaron la creación de la Confederación pero, ¿no fue el mismo Palpatine el que estuvo detrás de la misma? ¿No ordenó también la construcción del Gran Ejército Clon? La guerra era necesaria porque justificaba la creación del Ejército Clon, el mismo que usaría para concretar su plan de exterminio a sus enemigos religiosos, y cómo no, políticos. En ese sentido, la vida política en los mundos de la República giraba indiscutiblemente en torno a Palpatine y en una guerra que, aunque no lo parezca, se movió de acuerdo a sus caprichos.

Podría alegarse que Palpatine fue un gran político o un líder carismático pero, respecto a este tipo de liderazgo, Gustavo Bueno aclara en su obra que esto es simplemente un criterio, que puede ser «etológico»  y también lo caracteriza de «esencial» a la hora de hacer girar a un grupo o colectivo sobre el líder, pero que no puede caracterizarse como algo «específicamente político» porque lo «específicamente político» es la capacidad que tiene el líder de «desclasarse» de su grupo de origen —Marx explotaba la idea del bonapartismo un régimen equidistante a las clases o una burocracia como lo creía Hegel— «a fin de poder concebir planes y programas globales de interés general». Palpatine, sin embargo, no «abandonó» su propia condición o grupo (Sith) con el propósito de operar a partir del interés general. No había interés general en la restauración del Imperio, ni mucho menos en la eliminación de la Orden Jedi.

La Estrella de la Muerte II en El retorno del Jedi.

Núcleo de la sociedad política, eutaxia, distaxia y el papel de Palpatine.

La parte dominante pone en marcha y «hace girar en torno» al resto de las partes de las diferentes capas por lo que cabría a definir el núcleo de la sociedad política, de acuerdo a esta idea previa y en palabras de Bueno, como «el ejercicio del poder que se orienta objetivamente a la eutaxia de una sociedad divergente según la diversidad de sus capas».

La eutaxia, término acuñado originalmente por Aristóteles en Política, es la unidad global vista como el buen gobierno o la buena constitución. «Buen gobierno» significa capaz —en potencia o virtud como señala la obra— para perdurar en el curso del tiempo. Un régimen que perdura en el tiempo es eutáxico porque está bien constituido y porque tiene aprobación.  El núcleo de la sociedad política gira en torno a la eutaxia que, a su vez, es interpretada como una relación o marco relacional. La pérdida de eutaxia será, pues, la distaxia. El Imperio Romano fue eutáxico en cuanto perduró pero la pérdida de eutaxia, en tanto distaxia, recaía en su capa cortical —administración inestable, pueblos bárbaros, etc.— y supuso, tras un largo período de decadencia, su caída y su fragmentación.

La República Galáctica —sucesora de la Antigua República—, en la Era de la República que comienza tras el final de la Era Oscura, fue eutáxica si consideramos que perduró mil años en un régimen que trajo paz y prosperidad a la galaxia pero sería distáxica en la medida en que se transforma en el Imperio Galáctico y  se fragmenta. La capa conjuntiva del cuerpo político, específicamente el legislativo en tanto es el efecto del poder estructurativo sobre la capa conjuntiva, sería el elemento distáxico de la República por la debilidad del Senado, las leyes imperantes y el cúmulo de corrupción que implicaba. Si tomamos en consideración esto, no fue difícil para Sheev Palpatine desarticular la República desde su posición de Canciller Supremo.

El Imperio, sin embargo, no podría considerarse bajo ningún concepto eutáxico por más que su estructura haya sido más formidable que la de la República. Su duración no alcanza ni el siglo e incluso pasados varios años donde la represión alcanzó grandes proporciones, el Imperio comenzó a sufrir de una ola insurgente que terminó cohesionándose en la Alianza Rebelde. En los veinte y tantos años del Imperio, los que comprendían a la guerra civil a nivel galáctico fueron los de mayor distaxia. El hecho de que, por ejemplo, Palpatine haya planeado la destrucción del Imperio, y su restauración, era un plan lejos del interés general y en esencia, distáxico.

La galaxia en El despertar de la fuerza.

Continuará…

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Bibliografía:

  • Bueno, G. (1999). España frente a Europa. Barcelona: Alba Editorial.
  • Bueno, G. (1991). Primer ensayo sobre las categorías de las ‘ciencias políticas’. Logroño: Ed. Biblioteca Riojana, nº 1. Cultural Rioja.
  • Bueno, G. (1995). Principios de una teoría filosófico política materialista. Recuperado de http://www.fgbueno.es/gbm/gb91ccp.htm
  • Marx, K y Engels, F.  (1974). Futuros resultados de la dominación británica de la India en Obras Escogidas. Moscú: Editorial Progreso.
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