El ser humano siempre ha temido lo que el agua esconde. La mitología y la ficción no han sido parcas en la creación de asombrosas criaturas acuáticas. En ocasiones, el deleite estético y el ingenio mitológico generan terribles y terroríficos monstruos que, ¿por qué no?, resultan especialmente atractivos para la imaginación.
Los símbolos de estos monstruos acuáticos han acompañado a los seres humanos a lo largo de toda nuestra trayectoria cultural. La representación de tales temibles seres ha tenido funciones tanto religiosas como literarias, así como han servido de imágenes que delinean tradiciones culturales y formas de pensamiento propias. Tales engendros han infundido tremendo terror tanto a desventurados viajeros como a los más osados e intrépidos navegantes.
«Nadie hay tan osado que lo despierte. (…) Cuando se levanta, se espantan los poderosos, delante de sus olas desfallecen. (…) No hay sobre la Tierra quien se le parezca, animal hecho exento de temor. Menosprecia toda cosa alta: es rey sobre todos los animales soberbios.»
(Libro de Job, sobre el Leviatán)
A continuación, presentamos una lista con diez de las más temibles criaturas acuáticas.
1. Leviatán
Esta bestia marina pertenece a la mitología hebrea y aparece mencionada en diversos lugares del Antiguo Testamento (como el Libro de Isaías, Libro de Job o el Libro de los Salmos). Es una criatura concebida por Dios en la Creación. La imagen del Leviatán ha sido tan extendida en la cultura occidental que su nombre se ha llegado a emplear como término genérico para designar a cualquier monstruo marino.
Se caracteriza a esta fastuosa bestia marina como el animal más temible y poderoso y no duda en enfrentarse a la misma divinidad. Se le atribuyen increíbles y pavorosas capacidades como escupir llamas, una piel endurecida y una fuerza extraordinaria. Al levantarse provoca inmensas olas y las armas no le hacen daño. En los textos sagrados también se dice que Yahvé dará muerte “al dragón que está en el mar”.
El filósofo Thomas Hobbes usa la imagen del desmesurado poder de este monstruo bíblico para teorizar el Estado moderno y la organización social empleando teorías como la del contrato social. Este tratado es una de las obras fundacionales de la teoría política moderna.
2. Cthulhu
Este ser es un gigantesco monstruo ficticio creado por el escritor H. P. Lovecraft. Este autor es uno de los más destacados del género del terror y en sus relatos se encuentra conformada una “mitología del horror” cuya criatura más característica es Cthulhu.
Lovecraft juega con las nociones de caos, de existencia previa al tiempo y de realidades paralelas a la común. El conocimiento de estos secretos lleva a la locura a muchos de los personajes de sus relatos, puesto que se trata de un saber terrorífico que no nos es posible asimilar. El sobrecogedor Cthulhu representa y proviene de este mundo secreto, por lo que en ocasiones es adorado como una deidad. Es una criatura cuyo tamaño se compara a una montaña y tiene cuerpo de dragón alado con cabeza de calamar o pulpo.
El nombre real de este ser no es pronunciable con las capacidades fisiológicas del ser humano (esto es una expresión más de su extrañeza y su alteridad respecto a nuestra realidad), por eso no hay una pronunciación válida y el término es una transcripción ambigua y aproximada. Es muy recomendable el relato La llamada de Cthulhu.
3. Escila y Caribdis
A menudo los peligros vienen por pares. Este es el temible caso de Escila y Caribdis. Se trata de dos monstruos marinos presentes en la mitología griega que custodian un angosto canal de agua. Cada bestia está ubicada en una de las orillas, de tal modo que las embarcaciones que intentan pasar, si se quieren alejar de Escila, se acercan a Caribdis y viceversa.
Caribdis es hija de la diosa Gea y el dios Poseidón (tierra y agua) y tres veces al día absorbía grandes cantidades de agua, de modo que formaba enormes remolinos que tragaban todo lo que se encontraba cerca. Caribdis fue una ninfa castigada por Zeus por inundar la tierra para ampliar los dominios de su padre. Por el otro lado, Escila era hija del dios marino Forcis y del monstruo marino Ceto (de la que procede la palabra “cetáceo”). Escila tiene cuerpo de mujer, cola de pez y, según las distintas narraciones, de su cintura salían seis perros o tenía seis cabezas al final de largos cuellos. Tanto los argonautas como Ulises se tuvieron que enfrentar a estos peligros.
4. Ryūjin
Esta criatura es un dragón que en la mitología japonesa representa el poder del mar. Es la divinidad protectora del océano y comúnmente se la describe como un ser con enormes fauces. Este dios vivía en un palacio submarino y desde su residencia manejaba el movimiento del mar y las olas. La tradición cuenta que Jinmu Tennō, el primer emperador de Japón, es el bisnieto de Ryūjin.
5. Hidra de Lerna
La Hidra de Lerna era un monstruo lacustre conocida por su fiereza y crueldad. Era hija del dios Tifón (relacionado con los huracanes) y de Equidna, una monstruosa ninfa con cuerpo de serpiente y la parte superior de mujer. Su cubil se encontraba en el lago de Lerna.
Esta legendaria bestia es célebre porque el héroe Heracles le dio muerte en uno de sus doce trabajos. La forma de la hidra era la de una serpiente policéfala con aliento tóxico y la prodigiosa capacidad de recuperar dos cabezas cada vez que se le cortaba una.
6. Jörmundgander
Este monstruo es la Serpiente de Midgard (el mundo de los hombres) dentro de la mitología nórdica. Es una colosal serpiente venenosa marina hijo del dios Loki. Fue lanzada por Odín al mar que circunda Midgard, donde permanecerá sin escapatoria hasta el Ragnarök. Son famosos sus encuentros con el dios Thor. En el Ragnarök conseguirá reptar fuera del mar y envenenar los cielos. A continuación, tendrá su enfrentamiento final con Thor. El dios vencerá a la serpiente, pero ésta lo envenenará, así que Thor también morirá tras ganar el combate.
7. Makara
Esta criatura marina pertenece a la mitología hindú. El monstruo es normalmente representado con un cuerpo mitad animal acuático y mitad animal terrestre. Así pues, se suelen mezclar figuras de elefante, ciervo o cocodrilo con la parte posterior de foca o pez. No tiene una sola forma, sino que se representa de maneras muy diversas por toda Asia.
Makara es un vehículo para los dioses, es un vāhana. Principalmente es el transporte de Ganga y Varuna. La primera es la diosa que personifica el carácter sagrado del río Ganges, y el segundo es el dios del océano.
8. Kraken
Esta conocida criatura marina pertenece al folclore nórdico y no es otra cosa más que un pulpo o calamar de desmesuradas proporciones. Se creía que esta bestia atacaba a los barcos y engullía brutalmente a los navegantes. En las sagas nórdicas no figura el término Kraken. Sin embargo, la palabra parece tener un origen escandinavo y Erik Pontoppidan detalla esta criatura en su Historia natural de Noruega.
Además de la agresividad, el peligro residía en los enormes remolinos que se formaban cuando la bestia marina se sumergía con velocidad. Se cree que los calamares gigantes reales pudieron inspirar la leyenda puesto que, aunque no son tan grandes, no son frecuentemente vistos por ser animales de inmersión profunda.
9. Monstruo del Lago de Tota
Esta bestia acuática vive en Colombia, en el lago de Tota. Es una criatura legendaria de la que se tuvo noticia por primera vez a raíz de la información que hombres de “gran crédito” y unos indígenas de la zona le dieron a Gonzalo Jiménez de Quesada, conquistador español que lideró la expedición de Nueva Granada. El monstruo fue descrito como un enorme pez negro con una cabeza parecida a la de un buey. La referencia histórica reside en la Historia General de las Conquistas del Nuevo Reino de Granada de Lucas Fernández de Piedrahíta.
10. Morgawr
Este monstruo pertenece al folclore cornuallés y en su idioma quiere decir “gigante de mar”. Se trata de algo parecido a una aterradora serpiente marina que vive en el mar del condado británico de Cornualles. La existencia de este monstruo es una leyenda contemporánea, pues se avistó (supuestamente) en el año 1975. Se dijo de él que era un animal con el color de piel similar a la de los leones marinos y con un cuello alargado. En 1976 hubo varios informes de avistamiento, los cuales aún se siguen dando a día de hoy. Como es común en los casos de la criptozoología, es muy probable que la existencia de este animal no sea más que un bulo.