La Biota Ediacárica

Los primeros registros fósiles de los animales modernos se remontan a hace unos 540 millones de años. Es decir, los organismos más primitivos del reino animal surgieron durante la explosión cámbrica, en la era paleozoica.

Sin embargo, antes de este periodo, ya existían animales en la Tierra. Animales muy antiguos y diferentes a los actuales. De estos animales se conoce poco porque no lograron adaptarse y sobrevivir a las condiciones ambientales del planeta ni a la depredación. Nos estamos refiriendo a la biota de Ediacara, biota que habitó el planeta durante la última etapa del eón Proterozoico.

La biota ediacárica habitó la Tierra justo antes de la explosión cámbrica, hace 600 millones de años. El calendario cósmico nos permite visualizar la edad del universo extrapolándola con la duración de un año. Según este calendario, la vida en la Tierra comenzó en septiembre, la explosión cámbrica ocurrió a mediados de diciembre y actualmente estamos viviendo el último minuto del 31 de diciembre.

¿Qué es la explosión cámbrica?

A principios del periodo cámbrico, surgió una gran cantidad de líneas evolutivas y aparecieron muchísimos organismos. Este evento se conoce como explosión cámbrica, y la mayoría de los animales de la actualidad provienen de aquí.

Antes de esta explosión, la mayoría de los organismos que habitaban la Tierra eran bastante sencillos. Eran unicelulares, aunque algunos podían formar colonias. Por tanto, se puede decir que la explosión cámbrica supuso un punto de inflexión para la historia de la vida. Supuso un paso a una mayor complejidad en el reino animal.

¿Cómo eran los organismos ediacáricos?

Los seres vivos que habitaban la Tierra hace 540 millones de años eran algas unicelulares y bacterias, además de otros organismos conocidos como la biota ediacárica. Esta biota no se parece mucho a los animales actuales, aunque se cree que pudieron ser los primeros ejemplares de animales. Qué eran exactamente estos seres sigue siendo un enigma, pues presentan similitudes con los líquenes, con las algas o con algunos animales. Es posible también que formaran un reino aparte, algo que es muy complicado de comprobar, pues la fauna de Ediacara no sobrevivió a nuestros días.

La evidencia fósil de la biota ediacárica es variada. Algunos fósiles recuerdan a los actuales cnidarios (pólipos y medusas), otros parecen gusanos y algunos recuerdan a los artrópodos. Gran parte de la biota de Ediacara era sésil y con forma de hoja, como los petalomanos (Petalonamae). Estos “animales” tenían unas hojas con forma de pluma y vivían anclados en el fondo del mar. Aunque extintos, serían hermanos del filo de las esponjas.

Viajando al pasado

Los animales ediacáricos eran de cuerpo blando, lo que dificulta su fosilización. Sin embargo, a pesar de esta condición esta fauna dejó su huella en la Tierra. Este dato que parece poco relevante es en realidad una clave sobre cómo eran las condiciones en nuestro planeta hace 600 millones de años. En aquel entonces es probable que la alta concentración de sílice en los océanos y la presencia de esteras microbianas estabilizaran la sedimentación favoreciendo así la fosilización.

El registro fósil de la biota ediacárica se puede encontrar en diferentes partes del mundo, pero destacan las comunidades ediacáricas de Sonora (México), de las colinas de Ediacara (Australia) y las del Mar Blanco (Rusia).

¿Por qué desapareció esta fauna?

Como los organismos de la explosión cámbrica distan mucho de los ediacáricos, se cree que la biota de Ediacara fue un intento fallido de evolución. Estos organismos no pudieron sobrevivir a las condiciones de la Tierra y se extinguieron. Por otro lado, los animales que surgieron durante la explosión cámbrica sí tienen características en común con los animales actuales. Esto es, nuestra línea evolutiva (y la del resto de animales) está ligada a la explosión cámbrica.

Pero ¿cuáles fueron las causas de la extinción de estos organismos? Hay varias hipótesis al respecto y es difícil conocer con precisión las razones por las que toda la fauna de un periodo desaparece. No obstante, parece que el desequilibrio de la red trófica pudo haber influido enormemente. Esto es, el manto microbiano fue devorado progresivamente hasta desaparecer y esto desestabilizó el sustrato y con ello el ecosistema completo. Otra posibilidad es un cambio drástico en las condiciones ambientales terrestres como alteraciones en la concentración de oxígeno, dióxido de carbono y otros gases atmosféricos, además de variaciones en las concentraciones oceánicas de isótopos de estroncio, sulfuro y carbono. En cualquier caso, la evidencia fósil es escasa y no ha desvelado aún el misterio de la extinción de la biota de Ediacara.

Referencias

Andorfer, G and McCain, R. (Productor). (1980). Cosmos: A Personal Voyage [serie de televisión]. Estados Unidos.

Narbonne, G. M., Xiao, S., Shields, G. A., & Gehling, J. G. (2012). The Ediacaran Period. The geologic time scale, 1, 413-435.

Xiao, S., 2008. Geobiological events in the Ediacaran Period. In: Kelly, P.H.,Bambach, R.K. (Eds.), From Evolution to Geobiology: ResearchQuestions Driving Paleontology at the Start of a New Century. Pale-ontological Society Papers, 14, pp. 85e104.

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