Repasemos los diferentes sistemas y métodos educativos más representantes de la historia, desde la Antigüedad hasta la época actual.
La educación en la Antigüedad
Los sistemas de educación más antiguos que se conocen tenían en común dos elementos: ambos enseñaban religión y ambos mantenían las tradiciones del pueblo.
En el Antiguo Egipto las escuelas del templo enseñaban, por un lado, todo lo referente a los dioses y, por otro, escritura, ciencias, matemáticas y arquitectura. De manera similar, en la India la educación estaba, en su mayoría, en manos de los sacerdotes. Este país fue el lugar donde se desarrolló el budismo ya que esta doctrina era enseñada en sus instituciones y acabó extendiéndose por todo Oriente. Por su parte, en China, la educación estaba centrada en la filosofía, la poesía y la religión, coincidiendo con las enseñanzas de filósofos como Confucio o Lao-Tse.
La metodología de entrenamiento físico que era usada en Persia llegó a convertirse en el modelo de los sistemas educativos de la Antigua Grecia. Estos valoraban, principalmente, la gimnasia, las matemáticas y la música. Entre los judíos antiguos, la Biblia y el Talmud eran las fuentes básicas de la educación.
Edad Media
Durante la Edad Media la educación se encontraba en los monasterios y en los grandes centros de poder, como las cortes de los diferentes reinos. La Iglesia se convirtió, después de la caída del Imperio Romano, en el lugar donde se conservaron los antiguos saberes clásicos. Durante esta época predominó el método escolástico, que consistía en reflexionar sobre lo que ya estaba escrito, sin mucho interés por descubrir nada nuevo. Está claro que, en una Europa devastada por los conflictos, lo único que se podía hacer era intentar conservar el máximo saber posible.
Sin embargo, conforme fue avanzando el tiempo, algunos de los monasterios se convirtieron en importantes centros del saber. Las ciudades resurgieron y , en torno a las nuevas catedrales, se comenzaron a crear escuelas que poco a poco irían evolucionando hasta convertirse en las actuales universidades.
Renacimiento
El Renacimiento (movimiento de carácter artístico y cultural que se desarrolló entre los siglos XV y XVI) hizo posible una mayor extensión de todo lo relacionado con el período clásico. Este interés por la Antigüedad Clásica aumentó ante el descubrimiento de manuscritos guardados en los monasterios. Así, muchos profesores de lengua y literatura griega se trasladaron desde Constantinopla a Italia con el fin de estudiar estos documentos.
La educación durante esta etapa estuvo muy marcada por las escuelas humanistas que establecieron Vittorino da Feltre (humanista y educador italiano) y Guarino Veronese (poeta y humanista italiano) a mediados del siglo XV. En ellas, introducirían temas como la ciencia, la historia, la geografía, la formación física o la música. Estas iniciativas tuvieron un enorme éxito y una influencia que se prolongaría durante más de 400 años.
Del siglo XVI datan las primeras universidades americanas que se fundaron en Santo Domingo (1538) y en Lima (1551). Además, se establecieron escuelas cuyo fin era el de enseñar a leer y a escribir. En lo que podríamos llamar escuela secundaria se estudiaba cultura clásica, hebreo, ciencias y matemáticas.
A resaltar, también, la figura de Juan Calvino, teólogo y reformador de origen francés que creó en Suiza otra rama del protestantismo. Su academia, situada en la ciudad de Ginebra, fue un centro educativo de gran importancia.
Siglo XVII
El siglo XVII se caracteriza por un gran progreso en las ciencias y en la creación de instituciones que apoyaron la evolución del conocimiento científico. Estas instituciones hicieron más sencillo el intercambio de ideas y de información de carácter científico y cultural en Europa. El Hospital de Cristo, situado en Londres, pudo ser la primera escuela de secundaria que enseñó ciencia con cierta competencia.
El educador de origen alemán Wolfgang Ratke comenzaría a utilizar nuevos métodos con el fin de enseñar de una forma más rápida la lengua vernácula, las lenguas clásicas y el hebreo.
Por su parte, el filósofo, matemático y físico francés René Descartés habló de la lógica como el principio fundamental del pensamiento racional. Esta mentalidad continúa siendo en la actualidad la base de la educación en Francia.
John Milton (poeta y ensayista inglés) propuso un programa de educación secundaria basado en el estudio de la cultura clásica como la forma de potenciar la moralidad y de poner fin a la educación intelectual que tienen las personas.
El filósofo inglés John Locke, conocido como el “Padre del Liberalismo Clásico”, señalaba un método de educación (incluida la educación física) que se basaba en el examen de los hechos de una forma empírica, esto es, que fueran demostrados mediante la experiencia antes de llegar a conclusiones. Así, Locke apoyaba una seria reforma en la educación para que esta resaltara los viajes y excursiones en el aprendizaje en lugar de en los libros. Animaba, por ejemplo, al estudio de un árbol y no de un libro sobre árboles. Este pensamiento tuvo una gran influencia en los educadores de los siglos XVII y XVIII.
También, muy destacada en el siglo XVII, fue la figura de Jan Komensky (pedagogo checo) conocido como “Comenio”. En su obra llamada “Didáctica Magna” resalta la importancia que tiene la estimulación del interés del alumno dentro de los procesos educativos. En la página inicial de esta obra se encuentra la frase “enseñar a través de todas las cosas a todos los hombres” . A este pensamiento se le conoce con el nombre de pansofia.
Siglo XVIII
La Ilustración y las reformas educativas implantadas como consecuencia de la Revolución Francesa tendrán una enorme influencia en este siglo.
Se introdujo el método de enseñanza a través del cual los alumnos aprendían acompañados de un profesor y con la ayuda de alumnos-monitores. Estos dos planes hicieron posible el desarrollo de la educación de masas.
El teórico educativo más relevante del siglo XVIII fue el suizo Jean-Jacques Rousseau, con una considerable influencia en Europa y en otros continentes. Así, en su obra «Emilio» (1762) hablaba de que a los adolescentes se les tenía que tratar como tal y no como adultos, haciendo hincapié en la importancia de atender individualmente a cada alumno. Proponía un estudio de la naturaleza y de la sociedad mediante la observación directa. Sin embargo, estas propuestas tenían el fin de aplicarse exclusivamente a los niños, no a las niñas, las cuales debían recibir una educación convencional. En general, las contribuciones de Rousseau en la educación se dieron en el campo de la teoría. Así, tuvieron que ser sus seguidores los que pusieran las ideas en práctica. Otros como el educador alemán Johann Basedow abrieron escuelas en Alemania.
Siglo XIX
Entre las personalidades más destacadas de este siglo, a nivel educativo, se encuentra Johann Pestalozzi, educador suizo que fue el más influyente de todos los seguidores de Rousseau. Sus ideas y prácticas tuvieron una gran importancia en todas las escuelas europeas. Su objetivo fue el de adaptar el método de enseñanza al desarrollo del niño con el fin de conseguir el asentamiento de todas sus facultades (cabeza, corazón y manos) mediante la educación.
También se destacó la figura del educador alemán Friedrich Fröbel que introdujo la psicología y la filosofía en la enseñanza. Por su parte, el filósofo inglés Herbert Spencer hablaría del conocimiento científico como el tema más importante que puede ser enseñado en la escuela.
El español Francisco Giner de los Ríos estableció unas ideas pedagógicas que han acabado siendo las bases con las que poder extender la educación secundaria al conjunto de la población.
Además, en este siglo se organizaron los sistemas nacionales de escolarización en el Reino Unido, en Francia, en Alemania, en Italia y en España. En este último país es destacable la ley Moyano surgida en el año 1858 y que duró hasta 1970. Estos modelos sirvieron de base para la aparición de las escuelas en Hispanoamérica, sobre todo en Argentina y Uruguay.
Lo mismo ocurrió en Japón, país que abandonó de golpe su tradicional aislamiento y comenzó a occidentalizar sus instituciones basándose, también, en la experiencia de Europa y de Estados Unidos para establecer su sistema escolar y universitario.
Siglo XX
La educación de este siglo estuvo muy influida por la obra de la feminista y educadora de origen sueco, Ellen Key. Esta obra, llamada “El Siglo de los Niños” y publicada en el año 1900, se tradujo a varias lenguas, sirviendo de influencia en la educación de varios países. En su sistema de enseñanza adquiría importancia las potencialidades del niño.
También, es destacable en el siglo XX la figura de John Dewey cuyo programa de actividad tuvo un gran impacto en Estados Unidos fomentando el desarrollo educativo del niño y de sus necesidades e intereses. Este sistema se mantuvo como el imperante en este país e influyó enormemente en Hispanoamérica.
Con el fin de promover la educación en cualquiera de sus niveles, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) llevó a cabo diversas campañas de alfabetización y otros proyectos relacionados con la educación para que todos los niños tuvieran acceso a una escuela y, por tanto, se pusiera fin al analfabetismo. Aunque se han llevado a cabo algunos progresos, aún queda trabajo para lograr la alfabetización universal.
Siglo XXI
Actualmente, el reto de la educación es el de tener nuevos planteamientos y profesores más competentes para ellos. Así, se está produciendo una situación de crisis dentro de los modelos educativos hasta ahora conocidos. Tanto el conocimiento científico como las estructuras culturales y sociales están sufriendo variaciones de forma muy rápida que no dejan tiempo al correcto desarrollo y asentamiento de nuevos modelos. Es por esto que se hacen necesarios planteamientos que tengan un carácter más dinámico y que puedan ser útiles en un sistema que se encuentra en movimiento constante. Sin embargo, es verdad que muchas veces la propia sociedad, el centro educativo, los alumnos o los docentes se muestran muy reacios a estos cambios, normalmente porque no se conocen y, por tanto, su aplicación no se hace de forma correcta, lo cual provoca que el alumno sienta que está perdiendo el tiempo.
En todo esto influye el nuevo contexto tecnológico en el que nos situamos. Las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), que representan novedosas formas de expresión, son esenciales en la educación actual, por lo tanto, la formación de los docentes y del alumnado en ellas también lo es.
Esta necesidad se ha visto aumentada con la aparición de la reciente pandemia del coronavirus en el año 2020, que ha provocado un aumento en el uso de estas tecnologías en la enseñanza y, a la vez, ha hecho más visible su carencia.
Bibliografía
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Guichot Reina, V. (2006). HISTORIA DE LA EDUCACIÓN: REFLEXIONES SOBRE SU OBJETO, UBICACIÓNEPISTEMOLÓGICA, DEVENIR HISTÓRICO Y TENDENCIAS ACTUALES. Revista Latinoamericana de Estudios Educativos, 2, 11-51.