Tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial el 1 de septiembre de 1939, las Potencias del Eje reclamaron al gobierno español una mayor implicación en la contienda. El 12 de junio de 1940, el general Franco decidió cambiar la posición española de neutral a no beligerante. El posterior inicio de la Operación Barbarroja, el 22 de junio de 1941, trajo consigo la creación de un cuerpo expedicionario español contra la URSS.
Contexto internacional
El general Francisco Franco soñaba con recompensas territoriales en caso de una hipotética victoria del Eje en la Segunda Guerra Mundial. El 23 de octubre de 1940, tuvo lugar la entrevista entre Franco y Hitler (el que sería su primer y único encuentro) junto con sus respectivos ministros de Asuntos Exteriores Serrano Suñer y Ribbentrop, en la estación francesa de Hendaya para analizar la posible entrada de España en la contienda. Dicha reunión fue un rotundo fracaso por las exigencias inaceptables que esgrimieron ambas partes y por la desastrosa situación española en aquel momento. Alemania requería la entrada inmediata de España en la guerra mientras que el caudillo español exigía como contrapartida parte de las colonias francesas en África así como toda clase de suministros en forma de armas, petróleo y víveres. A pesar de los desacuerdos entre los dos líderes, Franco dejaba la puerta abierta a una posible adhesión futura cuando el contexto internacional lo permitiese.
Tras la imposibilidad de rendir a Reino Unido por aire o mar, el führer decidió cambiar de objetivo y centrarse en su verdadera obsesión, que no era otra que rendir al gigante del este. El 22 de junio de 1941, Hitler lanzó la llamada Operación Barbarroja para invadir la Unión Soviética mediante la creación de tres poderosos ejércitos: Norte, Centro y Sur. En dicha ofensiva participaron una coalición de países alineados con el III Reich (finlandeses, rumanos, italianos, croatas, húngaros y eslovacos). Franco veía de esta manera su oportunidad ideal para entrar en escena y autorizó la creación de un centro de reclutamiento para aquellos ‘voluntarios’ que quisiesen luchar contra el régimen comunista y así de esta manera poder saldar su deuda pendiente con el líder alemán. Adolf Hitler, así como Benito Mussolini, habían prestado apoyo logístico y militar al bando sublevado durante la Guerra Civil Española. Además Franco quería protagonizar su particular ‘cruzada contra el marxismo‘ al enviar tropas en dirección a la URSS.
Características generales
La División Azul fue una unidad de voluntarios y miembros del ejército español, formada por un total de 47.000 hombres, que combatió junto a las tropas alemanas en el Frente Oriental contra la Unión Soviética durante la Segunda Guerra Mundial entre 1941 y 1943. El general Franco alegaría que su propósito era luchar contra el comunismo de Stalin, sin querer llegar a entrar en conflicto con el resto de Aliados como Estados Unidos y Reino Unido. En un principio las autoridades alemanes exigieron que se tratara exclusivamente de un cuerpo de soldados profesionales. Pero finalmente, tras algunas deliberaciones, se acordó que estuviese formado en su grueso por voluntarios civiles pues el envío de un batallón solamente militar hubiera significado una declaración formal de guerra. No obstante, este supuesto carácter de voluntariedad es objeto de crítica por parte de algunos historiadores, ya que en ciertos territorios se hubo de echar mano de los cuarteles militares para poder cubrir los cupos necesarios para el alistamiento.
Algunos de estos ‘voluntarios’ eran incluso opositores al régimen franquista, que aprovecharon esta ocasión para limpiar su historial de cara al nuevo orden establecido (como el caso del famoso cineasta Luis García Berlanga o el actor Luis Ciges). Estos combatientes tenían familiares presos por su anterior colaboración con la II República, o directamente ellos mismos habían pasado algún tiempo entre rejas. Por otro lado, el batallón español quedó bajo el mando de oficiales experimentados del ejército como Agustín Muñoz Grandes o Emilio Esteban-Infantes. Este grupo de combatientes llamada en un principio como ‘División Española de Voluntarios‘ constituyó la 250ª División de Infantería de la Wehrmacht. También participaron unas 146 mujeres procedentes de la Sección Femenina en el Cuerpo de Damas Auxiliares de Sanidad Militar al mando de Mercedes Milá Nolla. En julio de 1941, empezaron los primeros reclutamientos en los que recibieron una breve instrucción de diez días antes de poner rumbo a su destino.
Acciones militares en el Frente Oriental
Hitler, afanado en su determinación de tomar Moscú, la capital de la URSS, decidió que la División Azul pasara a reforzar al Ejército Norte en sus posiciones. Algunas de las principales operaciones militares en las que participó la División Azul, tuvieron lugar en la región de Voljov, cerca de la ciudad histórica de Novgorod, entre octubre de 1941 y agosto de 1942 y en el Frente de Leningrado, entre agosto de 1942 y octubre de 1943. Un aspecto a destacar dentro del batallón español y que constituyó ciertos episodios de fricción, fue el respeto dispensado a la población civil soviética en términos generales, al contrario que sus compañeros alemanes. Esta actitud entraba en conflicto con el proyecto estrella de Hitler, que no era otro sino crear un imperio extendido desde el Rin hasta los montes Urales según la teoría del espacio vital o Lebensraum. Para ello, era necesario exterminar a toda la población de origen eslavo supuestamente inferior a la raza aria.
En septiembre de 1941, las tropas alemanas capturaron la ciudad de Novgorod, de un gran significado simbólico y estratégico. Al mes siguiente, las tropas españolas se desplegaron en el extrarradio de la ciudad, en la orilla occidental del río Voljov. A principios de 1942, una ofensiva de los soviéticos que perseguía restablecer las comunicaciones entre Leningrado (San Petersburgo) y Moscú, pulverizó a la 18º División alemana. El general de infantería alemán von Chappuis designó a la compañía de esquiadores españoles para socorrer a sus hombres. Los esquiadores españoles debieron atravesar páramos helados y soportar temperaturas de hasta -52º grados hasta llegar a los escasos supervivientes de la 18º División alemana. Después de esta acción, los iniciales recelos de Hitler hacia la División Azul que los llegó a describir como una ‘banda de andrajosos e indisciplinados’, pasaron a ser hombres impávidos que no temían a la muerte.
Operación Luz del Norte
En agosto de 1942, Hitler ultimaba la llamada ‘Operación Luz del Norte’ para iniciar el asalto final a la ciudad de Leningrado. La División Azul pasó entonces de la defensa de la región de Voljov a participar en el asedio de Leningrado desde su flanco sur. Sin embargo debido a los recientes reveses sufridos en la batalla de Stalingrado, Hitler apostó por una guerra de trincheras. A principios de 1943, tuvo lugar la llamada ‘Operación Iskra’, una contraofensiva soviética para liberar la antigua capital de los zares del cerco alemán. El 16 de enero de 1943, 550 hombres al mando de Manuel Patiño Montes se refugiaron en una región boscosa al sureste de Posselok para frenar la contraofensiva soviética. El enfrentamiento con las tropas soviéticas provocó la muerte del 70% del batallón. Debido a ello, Esteban-Infantes solicitó el traslado de sus tropas a posiciones menos expuestas al enemigo, pero dicha petición tardaría semanas en aprobarse. Sin embargo, la batalla más sangrienta para la División Azul estaría todavía por llegar.
Batalla de Krasni Bor
El 10 de febrero de 1943, en Krasni Bor, a las afueras de Leningrado, unos 5.000 españoles equipados con armamento ligero hicieron frente a 38 batallones del ejército soviético repartidos en 4 divisiones y apoyados por numerosos tanques, durante varias horas interminables. Sin poder hacer frente al poderío soviético, la situación para los soldados españoles era desesperada. En una horas cayeron muertos un millar de ellos debido a la fuerza de la artillería rusa y a las decenas de miles de obuses disparados. La pesadilla para los integrantes de la División Azul no había hecho más que comenzar.
La infantería soviética decidió cargar contra las líneas españolas. Para cuando el Ejército Rojo se abalanzó sobre ellos, los pocos que quedaban con vida montaron sus ametralladoras MG34 y se atrincheraron en los cráteres que habían dejado los obuses soviéticos. Momentos después se produjo un violento cuerpo a cuerpo entre ambos bandos. Los francotiradores rusos también produjeron numerosas bajas al bando español. Ante esta situación, algunos oficiales españoles reclamaron un inmediato apoyo aéreo alemán aun a costa de bombardear sus propias posiciones. Tras 9 horas y 45 minutos luchando solos, los alemanes acudieron en su ayuda tras asegurar el terreno la Luftwaffe. Un grupo de artillería al mando de Guillermo Reinlein siguió resistiendo solo hasta la mañana del día 12, momento en que éste fue relevado.
El ejército soviético consiguió desalojar del enemigo el sector de Krasni Bor pero las bajas para Stalin habían sido demasiado cuantiosas. En total, el ejército soviético perdió a unos 9.000-11.000 hombres a costa de la férrea resistencia del batallón español. Por el lado de la División Azul, habían caído más de 3.000 hombres entre muertos y heridos. Sin embargo, algunos autores recelan del carácter de resistencia numantina del batallón español durante este enfrentamiento, resaltando la mitificación en parte de este hecho por la propaganda franquista. Las siguientes semanas a este cruel encuentro, tuvo lugar otro enfrentamiento para hacerse con el control de la orilla occidental del río Ishora. Este choque costó a la División Azul unas 30 bajas diarias, elevándose a 80 el día 19 de marzo.
Retirada de la División Azul y balance final
A finales de 1942 y principios de 1943 la suerte estaba cambiando de forma dramática para las Potencias del Eje. Finalmente y tras cambiar el curso de la guerra, el general Francisco Franco fuertemente presionado por los Aliados, dio la orden de retirada escalonada de la División Azul a fecha del 12 de octubre de 1943. Este hecho coincidió con el cambio de la diplomacia española hacia la contienda mundial. De esta manera, se puso punto y final a las acciones militares de la División Azul en el Frente Oriental. No obstante, se dejó un grupo mucho más reducido que seguiría combatiendo conocido como la Legión Azul, formada tan sólo por unos pocos miles de hombres. Se calcula que de un total de 47.000 hombres que formaron parte de la División Azul, hubo cerca de 5.000 muertos, 8.700 heridos, 7.800 enfermos, 2.137 mutilados y 372 prisioneros por el ejército soviético (muchos de ellos perecerían más tarde en los gulags soviéticos). A día de hoy, el papel de la División Azul durante la Segunda Guerra Mundial sigue suscitando cierta controversia entre los más reconocidos historiadores.
Bibliografía
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