Dentro de la Edad Moderna, el siglo XVI abarca desde el 1 de enero de 1501 hasta el 31 de diciembre de 1600.
La consolidación de los estados modernos y su expansión más allá de Europa ocasionaron importantes conflictos políticos e ideológicos. A pesar de ello, también resalta este siglo por un apogeo cultural tanto a nivel literario con el inicio del Siglo de Oro Español, como científico y geográfico. La Monarquía Hispánica fue la potencia hegemónica durante este siglo.
1. Maquiavelo y la Razón de Estado
Un de los primeros pasos ideológicos que se da en este siglo hacia la consolidación de los estados modernos las encontramos en las obras de Nicolás Maquiavelo. Este filósofo y político florentino influyó considerablemente en la política europea del siglo XVI gracias a sus ideas que plasmó en numerosas obras de entre las cuales destaca El Príncipe. En ellas Maquiavelo plasma la novedosa idea de la razón de estado, que podemos resumir con sus propias palabras:
«Esto es algo que merece ser notado e imitado por todo ciudadano que quiera aconsejar a su patria, pues en las deliberaciones en que está en juego la salvación de la patria, no se debe guardar ninguna consideración a lo justo o lo injusto, lo piadoso o lo cruel, lo laudable o lo vergonzoso, sino que, dejando de lado cualquier otro respeto, se ha de seguir aquel camino que salve la vida de la patria y mantenga su libertad.» (Maquiavelo, N., Discursos sobre la primera década de Tito Livio)
Estas ideas rompían con la ética y política cristiana que hasta entonces había regido (por lo menos de forma teórica) el cristianismo y que permitía un control moral de la Iglesia sobre los gobernantes. La obra de El Príncipe fue contestada por Erasmo, quien escribió Educación del Príncipe Cristiano la cual dedicó al futuro emperador, Carlos V.
2. Ruptura cristiana y reformas
El mundo cristiano dependiente de Roma ya aspiraba a una renovación mucho antes de que Lutero clavara las 95 tesis en la abadía de Wittenberg. Pero fue este hecho el que aceleró todo el proceso. La Reforma protestante supuso la escisión religiosa de la Cristiandad, pero también cierta ruptura política dentro del Sacro Imperio Romano Germánico, donde algunos príncipes protestantes cuestionaron la autoridad del Emperador Carlos V.
Ante tal drama europeo, el emperador y Roma propusieron la reunión de un Concilio en Trento, ciudad dentro del territorio imperial para que pudieran acudir los teólogos protestantes en un intento de reestablecer la unidad de la Cristiandad. Pero el entendimiento entre protestantes y católicos estuvo lejos de hacerse realidad. Los príncipes protestantes se unieron en la conocida Liga de Esmalcalda y se enfrentaron a Carlos V quien los derrotó en la batalla de Mühlberg en 1547. Sin embargo, la Paz de Augsburgo en 1555 estableció el famoso cuiuis regio eius religio: los gobernantes marcarían la opción religiosa de su región.
Tampoco fue fácil el entendimiento de los católicos entre sí, prueba de ello fue la duración del Concilio de Trento que empezó en 1545 y acabó en 1563. La Renovación Católica surgida del concilio marcaría el camino de la Iglesia a lo largo de los siglos precedentes e impulsaría la expansión del catolicismo por el mundo.
3. Conquista del Nuevo Mundo
La búsqueda de una ruta que permitiera llegar a las Indias sin bordear todo el continente africano y el descubrimiento de nuevas técnicas y barcos que mejoraron la navegación, fueron dos de las principales causas que llevaron a Cristóbal Colón hasta el Nuevo Mundo, América. Los Reyes Católicos vieron en esta gesta que parecía imposible, la mano providente de Dios que les llamaba a incorporar esas tierras a la Cristiandad. Se inició entonces el proceso de evangelización y conquista que todos conocemos, en muchas ocasiones manchado por la Leyenda Negra. Os dejamos un vídeo sobre el tema y os animamos a profundizar sobre él, siempre acudiendo a las fuentes en la medida de lo posible.
4. Primera vuelta al mundo
Otra de las hazañas que vivieron en el siglo XVI fue la primera circunnavegación de nuestro planeta. Al igual que sus abuelos financiaron la empresa de Colón, Carlos I de España y V emperador del Sacro Imperio hizo otro tanto con la expedición que inició el portugués Fernando de Magallanes. Zarparon cinco naves y 239 hombres en agosto de 1519. Después de muchos avatares dignos de una buena película, solamente completaron la vuelta 18 hombres en la nao Victoria, capitaneada por Juan Sebastián Elcano, pues Magallanes murió en un combate en la isla de Mactán, Filipinas. Este acontecimiento propició importantes avances geográficos e inicia el siglo de la «globalización hispánica», caracterizada por una serie de intercambios intercontinentales humanos, biológicos, agropecuarios, culturales o económicos.
5. Guerras de religión en Francia
La ruptura de la Cristiandad que hemos visto en uno de los puntos anteriores afectó especialmente a algunos territorios como el Sacro Imperio y Francia. En el primero, la Paz de Augsburgo y la fuerte descentralización del poder imperial propició la libertad de los príncipes para mantener la religión que quisiesen en sus territorios. Sin embargo, en Francia no fue el proceso tan fácil. Varias familias nobiliarias francesas (los Montmorency, los Guisa y los Borbón), con el pretexto de la religión, provocaron varios enfrentamientos civiles entre 1526 y 1598 con el objetivo de aumentar su poder e influencia en Francia. Lo hicieron aprovechando que el poder real estaba en sus horas bajas, pues Francisco II y Carlos IX eran muy jóvenes para imponer su autoridad. Una de las figuras destacadas de este periodo es la regente, Catalina de Médicis.
No solo las diferentes dinastías aprovecharon el momento para asaltar el poder, también otras potencias enemigas de Francia no dejaron pasar la oportunidad de sacar rédito de la debilidad del adversario. Inglaterra apoyará a la facción protestante y España a la católica. Ambos países también se combatieron indirectamente en Francia, pero en 1585 acabaron estallando las hostilidades y se declararon formalmente la guerra. En este contexto se sitúa la expedición de la Gran Armada de Felipe II.
Finalmente acabó imponiéndose la casa de los Borbón. El conflicto terminó con la proclamación del Edicto de Nantes por Enrique IV en 1598, mediante el cual se establecía la libertad de conciencia y una libertad de culto limitada para los protestantes. Fue revocado en 1685 por Luis XIV.
6. Predominio de los Tercios españoles
Los Tercios españoles están entre las organizaciones militares más famosas y que más influencia han tenido en el mundo. No solo estaban compuestos por soldados españoles, sino que también formaban parte de ellos alemanes, italianos y hasta ingleses e irlandeses combatieron en sus filas. Gracias a su organización y a su táctica, la Monarquía Hispánica dominó los campos de batalla durante un siglo y medio. Os dejamos un vídeo con su historia:
8. Batalla de Lepanto
El 7 de octubre de 1571 se llevó a cabo en Lepanto una de las batallas navales más conocidas de la historia de Europa. La llamada Liga Santa, formada por la Monarquía Hispánica gobernada por Felipe II, los Estados Pontificios, la República de Venecia, la Orden de Malta, la República de Génova y el Ducado de Saboya se enfrentó al Imperio Otomano, liderado en esos momentos por Selim II. El comandante gracias al cual se obtuvo tan gran victoria fue Juan de Austria, hijo natural de Carlos V.
9. Calendario Gregoriano y avances científicos
Aunque las raíces de nuestro calendario son de origen romano, la modernización del mismo que todavía hoy utilizamos es de origen español. Fue en la Universidad de Salamanca donde se llevaron a cabo los estudios que demostraron el desfase del antiguo calendario juliano y propusieron una solución. La noticia llegó a Roma y el papa Gregorio XIII promulgó su uso por medio de la bula Inter Gravissimas. La Monarquía Hispánica (que incluía a España, Portugal y sus dominios) y los estados italianos fueron los primero en aplicarlo en 1582.
10. Comienza el Siglo de Oro español
Para la gran mayoría de historiadores y especialistas, el Siglo de Oro Español comenzaría con la publicación de la Gramática de Nebrija en 1492. Se establecen normalmente dos periodos estéticos distintos: el renacentista y el barroco. El primer periodo corresponde al siglo XVI, donde podemos encontrar obras cumbre como el Lazarillo de Tormes, autores como Garcilaso de la Vega y la poesía mística de Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz.
