El cerdo que osó llamarse Napoleón

Existe un dicho que afirma que en el país galo no se le puede apodar a un cerdo con el nombre de Napoleón, el honorable emperador de los franceses. Pero, ¿acaso es esto cierto?

Retrato de Napoleón Bonaparte

Todos hemos oído hablar en multitud de ocasiones de Napoleón, aquel personaje que vivió entre finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX que hizo temblar a Europa a través de sus campañas militares. Es muy popular una historia que cuenta que en Francia está terminantemente prohibido llamar a un cerdo con el nombre de Napoleón, por una ferviente cuestión de patriotismo. Es probable que no pocos granjeros se hayan sentido tentados en algún momento de sus vidas por esta iniciativa a pesar de las represalias, ya sea por mera diversión o bien por animadversión a esta figura histórica.

No obstante, es necesario desmentir tal falacia por muy graciosa que nos pudiese parecer. Para entender el origen de esta popular leyenda, debemos retrotraernos a 1947. Francia estaba intentando resurgir de sus cenizas, a consecuencia de la reciente ocupación alemana durante la Segunda Guerra Mundial. El fantasma del colaboracionismo seguía pesando demasiado en muchos sectores de la población francesa. En aquellos años, una joven llamada Odile Pathé, hija del empresario que revolucionó el cinematógrafo de la época, quiso devolver a su nación el orgullo intelectual perdido.

Fotografía de la Resistencia francesa, en la que también participaron mujeres, como Simone Segouin (centro de la imagen). Fuente: elpaís

Por esta razón, compró los derechos de «Animal Farm», de un conocido autor llamado George Orwell. Dicha obra está considerada como una de las mayores críticas al totalitarismo jamás realizadas. En ella, un grupo de animales toma el control de una granja antes dominada por los seres humanos con el propósito de crear un sistema social más justo. Pero lo que prometía ser en principio un paraíso terrenal, se acabó por convertir en una cruel dictadura dominada por una nueva clase dirigente, los cerdos. Una frase quedaría grabada para la posteridad y que aún hoy en día es muy necesario que recordemos:

«Todos los animales son iguales, pero hay algunos más iguales que otros»

Es aquí cuando la traductora Sophie Dévil quedó horrorizada cuando descubrió que el tirano de la novela era un cerdo de nombre Napoleón. Ce n’est pas possible! Esto mancharía nuestro orgullo patrio y más después de habernos desecho de los malvados alemanes. Fue entonces cuando Odile ordenó que se sustituyese «Napoleón» por «César». Así todo quedaba en casa y nada levantaría suspicacias. Debido a la censura editorial, no sería hasta 1981 cuando el popular dictador de Animal Farm recuperara su apelativo original. Por lo que podemos estar seguros de poder nombrar a nuestro ganado porcino con el nombre que nos plazca sin miedo a ser detenidos por las autoridades. Vive la France!

Portada de Animal Farm (en español Rebelión en la granja), de George Orwell

Bibliografía

Orwell, G. (1945). Animal Farm. Penguin.

Vilches, G. (2023). “Ese cerdo llamado Napoleón”. Larazon. https://www.larazon.es/cultura/historia/ese-cerdo-llamado-napoleon_2023120165693f0bd6703700018269ab.html

Antes de que te vayas…

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