Bienvenidos a la continuación de esta serie acerca del curioso origen de algunas expresiones que utilizamos en la lengua castellana.
Sin más dilación, continuamos con ello:
1. Ir(se) de picos pardos
Significado: es una conjunción coloquial que alude a salir de fiesta por lugares escasamente recomendables en busca de una aventura amorosa o sexual.
Ejemplo: «Su marido se iba todos los fines de semana de picos pardos y ella ya no sabía qué hacer».
Origen: proviene de la época en la que reinaba Carlos III en Madrid. Por decreto real, las prostitutas estaban obligadas a vestir una falda de color pardo con picos en el bajo. De esta forma, se diferenciaban del resto de las mujeres que paseaban por la calle, facilitando así a sus clientes la labor de encontrarlas y distinguirlas.
2. Salvado por la campana
Significado: es un dicho que se emplea cuando no realizamos una misión aburrida o desagradable porque otro suceso se interpone, salvándonos así de tener que acometerla.
Ejemplo: «El prisionero iba a ser ejecutado en la silla eléctrica, pero una avería en el panel central de la cárcel provocó que se fuera la luz y el condenado se salvara por la campana».
Origen: proviene de las épocas medievales y modernas en España. En aquellos tiempos, la medicina forense no estaba muy desarrollada y muchas personas que sufrían de catalepsias o padecían desmayos (o cualquier otro tipo de enfermedad o accidentes) eran enterradas con vida, creyendo así los vecinos que en realidad estaban muertas. Tras descubrir que una gran cantidad de personas sufrían este horrible destino, se colocó en el exterior del féretro, a ras de suelo, una pequeña campana que se accionaba tirando de una cuerda cuyo otro extremo se encontraba dentro del ataúd. Así, si alguien se despertaba, podía pedir auxilio de inmediato para ser rescatado de su propia tumba. Sin embargo, también hay quien considera que procede del mundo del boxeo.
3. Armar(se) la gorda
Significado: es una expresión que sirve hoy en día para hacer referencia a una pelea o una trifulca social de gran envergadura que todavía no ha ocurrido, aunque se prevé que ocurra en muy poco tiempo.
Ejemplo: «Los inversores bursátiles más inteligentes vendieron todas sus acciones antes del crack del 29 porque previeron que se iba a armar la gorda».
Origen: «La Gorda» fue el nombre coloquial con el que se conoció históricamente la revolución que se produjo en España contra la reina Isabel II durante el año 1868, citada popularmente también como «La Gloriosa». Este primer apelativo hacía una cruel y caricaturesca referencia a la enorme envergadura física de la monarca que fue depuesta.
4. Hacer(se) el sueco
Significado: desentenderse de algo, fingiendo que uno no se entera de lo que le están diciendo, para no involucrarse y tener que realizar alguna acción.
Ejemplo: «La policía sabía que todos los que estaban en ese local tenían vínculos con el narcotráfico, pero se hicieron los suecos para no ser detenidos«.
Origen: la razón de este significado viene dada por la multitud de suecos y suecas que abarrotaron las costas españolas durante las épocas intermedias y finales de la dictadura franquista. Al ser interrogados policialmente en castellano sobre temas como el topless (que en España estaba prohibido) no entendían absolutamente nada de lo que les decían y por lo tanto hacían caso omiso de ellos, desentendiéndose completamente del asunto.
5. Matar el gusanillo
Significado: comer algo a deshoras para saciar un poco el hambre o la sed.
Ejemplo: «Hemos comido un bocadillo en ese bar de carretera al mediodía, para matar el gusanillo».
Origen: hubo un tiempo en España donde existía la creencia de que un pequeño gusano habitaba en nuestro estómago. Este animal no podía extraerse ni matarse, pero según algunos, el alcohol servía para adormecerlo, así que para matar el «gusanillo» se regaba el desayuno o cualquier comida del día con una buena copa de aguardiente. Al fin y al cabo, no dejaba de ser una simple y divertida excusa para tomarse un buen copazo al mejor estilo español.
6. Hacer algo bajo cuerda
Significado: es una expresión que se utiliza para dar a entender que se realiza una acción de forma oculta o ilícita, generalmente con nocturnidad y alevosía.
Ejemplo: «En esas obras ilegales realizan los pagos bajo cuerda porque los albañiles no tienen contratos».
Origen: según algunas fuentes, apareció como expresión a partir de algunos pagos que se realizaban antiguamente a los verdugos en España: cuando un condenado con dinero era sentenciado a morir en la horca, era costumbre que sobornara a su ejecutor para que utilizara una cuerda podrida como soga, de manera que al colgar al prisionero, se rompiera, ya que la tradición española exigía que si el reo no moría en la horca, era una señal divina de que debía conservar su vida.
Otras versiones apuntan a que tiene su origen en un antiguo juego parecido al tenis que practicaban las clases altas en España, en el cual las reglas consistían en pasarse una pelota por encima de una cuerda utilizando raquetas. La trampa más común para ganar en este deporte consistía en distraer al adversario para colar la bola por debajo de la cuerda, haciendo prácticamente imposible su devolución.
7. Tumbar(se) a la bartola
Significado: vaguear, holgazanear, despreocuparse, descuidar o abandonar el trabajo y no mostrar ningún tipo de interés por él.
Ejemplo: «No pude presentar ese informe laboral a tiempo porque me pasé todo el día tumbado a la bartola».
Origen: la podemos encontrar en la festividad litúrgica de San Bartolomé, que se celebra en España cada día 24 del mes de agosto, al final de la cosecha veraniega. Este hecho propiciaba que muchos pueblos españoles tomaran a San Bartolomé como un santo propicio para celebrar las fiestas, el jolgorio y el descanso tras las duras labores propias de la recolección. Por esta razón, se empezó a popularizar la expresión «tumbarse a la bartola».
8. Montar un pollo
Significado: provocar o protagonizar una escena de pelea o de fuerte discusión.
Ejemplo: «Estaba tan borracho que era cuestión de tiempo que montara un pollo».
Origen: se basa en el origen de la palabra «poyo». Proviene de la palabra latina podium, que era el lugar sobre el cual se subían los oradores para dar charlas y discursos ante quienes quisieran escucharlos. Así pues, montar un «pollo» es una expresión que no tiene nada que ver con ningún ave de corral, sino más bien con subirse a un podio para aburrir a una audiencia.
9. Cortar el bacalao
Significado: es una expresión que se utiliza para hablar de personas que tienen el poder en una situación o lugar concreto, o referirse a ellas.
Ejemplo: «Al Capone era quien realmente cortaba el bacalao en Nueva York».
Origen: en el siglo XVI, más de cien años después del descubrimiento europeo oficial de América, existía una enorme cantidad de colonias españolas que utilizaban esclavos nativos para trabajar estas nuevas tierras. Paralelamente, en aquella época se popularizó la salazón para conservar alimentos, y el bacalao (un tipo de pescado comestible) empezó a racionarse empleando este método. A la hora de comer, era el capataz de la hacienda quien repartía los trozos de bacalao a los esclavos, y decidía para quién eran los más grandes o los más pequeños.
10. Aburrirse como una ostra
Significado: no tener nada que hacer y aburrirse mucho, hasta llegar al tedio.
Ejemplo: «Ese náufrago que vivió solo durante cinco años en aquella isla desierta debía de aburrirse como una ostra».
Origen: parece que lo primero en lo que tendemos a pensar al oír esta expresión es en estos simpáticos moluscos bivalvos; sin embargo, en este caso la palabra «ostra» se refiere al «ostracismo», que es un apartamiento temporal o definitivo de cualquier responsabilidad política o social.
El ostracismo era una forma de castigo jurídico muy común en la Antigua Grecia (sobre todo en Atenas), que consistía en el destierro de aquellos miembros de la sociedad que se consideraban peligrosos o delincuentes (ladrones, violadores o políticos que no cumplían desde su cargo con las decisiones democráticas del pueblo).
El sistema para definir si un prisionero era condenado al ostracismo se organizaba mediante una votación por mayoría simple entre los miembros de la asamblea, en la que escribían en trozos de cerámica (llamados «ostrakones«) si votaban a favor o en contra de aplicarle este castigo. Los condenados disponían de diez días para abandonar la ciudad – estado durante diez años de destierro. No obstante, en realidad la pena solía quedar rebajada o conmutada.
Durante el transcurso de estos largos ostracismos, la falta de trabajo de la ciudad y del trato con otros ciudadanos daba como resultado, entre otras cosas, un tremendo hastío que llevaba a un desesperado aburrimiento; esa característica es la que se ha adoptado para que con los siglos se acuñara la expresión tal y como la conocemos actualmente.
11. Bailar el agua
Significado: es un modismo que se emplea para referirse al acto de hacer lo que se supone que es grato para alguien con el fin de agradarle. Coloquialmente, es sinónimo de «hacer la pelota».
Ejemplo: «Si el presidente del gobierno ha llegado hasta ese cargo, es porque se ha pasado toda su vida bailándoles el agua / haciéndoles la pelota a sus superiores».
Origen: el origen de esta expresión procede de la antigua costumbre de los esclavos o sirvientes de echar agua al suelo de los exteriores de las casas para que cuando sus dueños o los propietarios regresaran, el ambiente estuviera limpio y refrescado. Cuando lo hacían, el agua zigzagueaba por los adoquines o baldosas, pareciendo así como que bailara.
Por su parte, el origen de la expresión «hacer la pelota» la encontramos en que, en España, antiguamente las prostitutas también eran conocidas con el término «pelotas» (y así lo recoge aún hoy en día el diccionario de la RAE en su octava acepción). No se sabe a ciencia cierta por qué se las llamaba así, aunque parece ser que era porque las prostitutas iban pasando de mano en mano entre los diferentes clientes, como si de un balón deportivo se tratasen.
Cuando una de estas «pelotas» andaba a la búsqueda de un cliente, solía adular a los viandantes que por allí pasaban, esperando así que sus insinuaciones sexuales lo convencieran de contratar sus servicios. También sabían que cuanto mayor fuera las lisonjas que hicieran a sus clientes, mayor sería el estado de satisfacción de los usuarios de sus servicios, incidiendo así también positivamente en la cantidad de las propinas y asegurando volver a tratar con ese cliente en un futuro.
De ahí vino que al acto de adular a alguien, con intención de conseguir algo, acabara siendo denominado como «hacer la pelota», en clara referencia a lo que hacían las prostitutas («pelotas») con sus clientes.
12. Caer chuzos de punta
Significado: expresión que se utiliza para indicar que está nevando, granizando o lloviendo con particular intensidad.
Ejemplo: «Estaban cayendo chuzos de punta, por lo que la policía se vio obligada a cerrar la carretera hasta que llegaran las máquinas quitanieves».
Origen: los chuzos eran armas rudimentarias muy básicas, conformada por un simple palo terminado en una punta afilada de hierro.